27-10-2012, 21:24
El piloto español coincide con Vettel y Webber en ensalzar el trabajo de los ingenieros rivales: "Tenemos que presionar todo el rato para intentar forzar su mecánica"
El Campeonato del Mundo que en marzo arrancó como el más disputado de la historia de la fórmula 1, con un ganador distinto en las siete primeras carreras del calendario, va camino de decidirse como el último, uno de los más monótonos y previsibles, sentenciado por Sebastian Vettel cuatro antes del final. El piloto alemán pasó entonces el rodillo y se llevó 11 victorias y 15 poles de 19 posibles gracias al Red Bull RB7, considerado por muchos como el coche más dominante que ha existido.
Para acabar con la tediosa superioridad del equipo de Milton Keynes y su Niño Maravilla, la Federación Internacional del Automóvil (FIA) metió mano a las normas y prohibió el uso de los difusores soplados, uno de los sistemas que más ventaja otorgaba a la escudería de los bólidos de la bebida energética, que encajó el golpe como pudo.
Adrian Newey, su máximo responsable técnico, tardó tres cuartas partes del curso en dar con la tecla adecuada que equilibrar el RB8, su apuesta para este año. Finalmente, lo consiguió hace un mes, coincidiendo con el Gran Premio de Singapur (23 de septiembre), la primera de las tres pruebas que Vettel ha ganado de carrerilla. Desde ese momento, la estructura austriaca ha monopolizado la primera línea de las parrillas y ha sumado su primer doblete, hace dos semanas, en Corea del Sur.
Creo al 100% que vamos a ganar el título"
Fernando Alonso
La quinta pole que el corredor de Heppenheim logró ayer, en India, combinada con la segunda plaza de su compañero, Mark Webber, y la quinta de Fernando Alonso, vaticina un domingo (10.30, Antena 3 y TV3) tan halagüeño para Red Bull como comprometido para La Scuderia.
La marca de Maranello confía en el buen ritmo de giro que su F2012 exhibió en las tandas largas del viernes para tratar de contener el arreón de Vettel, que en solo tres fines de semana ha ganado 45 puntos a Alonso, a la vez que le ha birlado la batuta de la tabla clasificatoria. Según el español, su Ferrari ha dado un pequeño paso adelante en el circuito de Buddh en términos de desarrollo, aunque sigue lejos del proyectil que conduce su rival, que fue el más rápido en cada una de las sesiones de entrenamientos disputadas.
“Está claro que el objetivo es intentar acabar por delante de Vettel, pero tiene un coche que ha terminado primero o segundo en las tres últimas carreras. Ahora no compito contra él, contra Sebastian, sino que lo hacemos contra Newey”, dijo Alonso al terminar una cronometrada que permite hacerse una idea aproximada del potencial de unos y otros. Detrás de los dos Red Bull se situaron los McLaren de Lewis Hamilton y Jenson Button, por este orden, mientras que al lado del asturiano partirá su compañero, Felipe Massa, que cruzó la meta con el sexto tiempo.
Vettel le ha recortado al español 45 puntos en tres fines de semana
Hace ya meses que el lenguaje no verbal del ovetense no cuadra del todo con aquello que dice. Por más que se empeñe en asegurar que está convencidísimo de que peleará por la corona hasta el final —“creo al 100% que vamos a ganar”, repitió—, resulta normal pensar que, en su situación, la incertidumbre y las dudas vayan por dentro. Esta es probablemente la temporada en que menos errores ha cometido al volante, y sin embargo, el aparato que conduce no da para más. “Hasta hace cuatro grandes premios, con la igualdad que había y la incertidumbre de poles y ganadores, íbamos líderes, nos defendíamos bien y lo teníamos todo más o menos bajo control. Pero este Red Bull terminará primero o segundo independientemente de quién lo conduzca”, argumentó la punta de lanza del constructor italiano. “No es que Vettel sea malo. Se trata de un bicampeón. Pero un monoplaza tan superior facilita mucho las cosas”, concluyó Alonso.
el país
El Campeonato del Mundo que en marzo arrancó como el más disputado de la historia de la fórmula 1, con un ganador distinto en las siete primeras carreras del calendario, va camino de decidirse como el último, uno de los más monótonos y previsibles, sentenciado por Sebastian Vettel cuatro antes del final. El piloto alemán pasó entonces el rodillo y se llevó 11 victorias y 15 poles de 19 posibles gracias al Red Bull RB7, considerado por muchos como el coche más dominante que ha existido.
Para acabar con la tediosa superioridad del equipo de Milton Keynes y su Niño Maravilla, la Federación Internacional del Automóvil (FIA) metió mano a las normas y prohibió el uso de los difusores soplados, uno de los sistemas que más ventaja otorgaba a la escudería de los bólidos de la bebida energética, que encajó el golpe como pudo.
Adrian Newey, su máximo responsable técnico, tardó tres cuartas partes del curso en dar con la tecla adecuada que equilibrar el RB8, su apuesta para este año. Finalmente, lo consiguió hace un mes, coincidiendo con el Gran Premio de Singapur (23 de septiembre), la primera de las tres pruebas que Vettel ha ganado de carrerilla. Desde ese momento, la estructura austriaca ha monopolizado la primera línea de las parrillas y ha sumado su primer doblete, hace dos semanas, en Corea del Sur.
Creo al 100% que vamos a ganar el título"
Fernando Alonso
La quinta pole que el corredor de Heppenheim logró ayer, en India, combinada con la segunda plaza de su compañero, Mark Webber, y la quinta de Fernando Alonso, vaticina un domingo (10.30, Antena 3 y TV3) tan halagüeño para Red Bull como comprometido para La Scuderia.
La marca de Maranello confía en el buen ritmo de giro que su F2012 exhibió en las tandas largas del viernes para tratar de contener el arreón de Vettel, que en solo tres fines de semana ha ganado 45 puntos a Alonso, a la vez que le ha birlado la batuta de la tabla clasificatoria. Según el español, su Ferrari ha dado un pequeño paso adelante en el circuito de Buddh en términos de desarrollo, aunque sigue lejos del proyectil que conduce su rival, que fue el más rápido en cada una de las sesiones de entrenamientos disputadas.
“Está claro que el objetivo es intentar acabar por delante de Vettel, pero tiene un coche que ha terminado primero o segundo en las tres últimas carreras. Ahora no compito contra él, contra Sebastian, sino que lo hacemos contra Newey”, dijo Alonso al terminar una cronometrada que permite hacerse una idea aproximada del potencial de unos y otros. Detrás de los dos Red Bull se situaron los McLaren de Lewis Hamilton y Jenson Button, por este orden, mientras que al lado del asturiano partirá su compañero, Felipe Massa, que cruzó la meta con el sexto tiempo.
Vettel le ha recortado al español 45 puntos en tres fines de semana
Hace ya meses que el lenguaje no verbal del ovetense no cuadra del todo con aquello que dice. Por más que se empeñe en asegurar que está convencidísimo de que peleará por la corona hasta el final —“creo al 100% que vamos a ganar”, repitió—, resulta normal pensar que, en su situación, la incertidumbre y las dudas vayan por dentro. Esta es probablemente la temporada en que menos errores ha cometido al volante, y sin embargo, el aparato que conduce no da para más. “Hasta hace cuatro grandes premios, con la igualdad que había y la incertidumbre de poles y ganadores, íbamos líderes, nos defendíamos bien y lo teníamos todo más o menos bajo control. Pero este Red Bull terminará primero o segundo independientemente de quién lo conduzca”, argumentó la punta de lanza del constructor italiano. “No es que Vettel sea malo. Se trata de un bicampeón. Pero un monoplaza tan superior facilita mucho las cosas”, concluyó Alonso.
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