29-11-2015, 18:58
Y tras todas vuestras aportaciones al tema, y teniendo en cuenta muchas coincidencias con la mayoría de las opiniones, aunque con algunas discrepancias, me gustaría añadir algo:
Es cierto que el mundo es muy complicado y que está corrompido por el dinero e intereses estratégico-políticos y económicos que lo condicionan. Por no hablar del papel que las mafias de todo tipo juegan en el tablero, extendiendo el horror y la podedumbre sobre todo lo que está en su radio de acción e infringiendo un derrumbe social y sufrimiento, en algunos casos irreversible.
En este paralelo mundo en el que vivimos la mayoría de nosotros, no caben más adoctrinamientos compartidos, que los que predican el respeto al rezo que cada uno haga en la intimidad de su cueva, y al dios que crea oportuno. Pero dejando eso sí, que la luz y la libertad de movimiento y pensamiento no sean cuestionadas ni frenadas.
Que cada uno ame y quiera como guste en inevitable y necesario mestizaje, amando y compartiendo su vida cómo le surja, pero sin ese velo estúpido e innecesario que nos venden como sumisión.
Me niego a pensar que un dios inteligente y omnipotente, ponga estúpidos filtros aleatoriamente, impidiendo que sus hijos crezcan y evolucionen a su imagen y semejanza.
Estamos en el siglo XXI por favor!
Yo confío en que nuestros hijos crezcan libres y den rienda suelta a su creatividad. Ellos serán nuestra salvación, si nuestra estupidez e inacción en su educación, no lo impiden.
Los valores que caracterizan al ser humano, no son patrimonio de ninguna religión. Que cada uno busque respuestas y se agarre a donde quiera. Pero que deje vivir al otro en su diferencia a esa creencia y a la necesidad de tenerla.
Es cierto que el mundo es muy complicado y que está corrompido por el dinero e intereses estratégico-políticos y económicos que lo condicionan. Por no hablar del papel que las mafias de todo tipo juegan en el tablero, extendiendo el horror y la podedumbre sobre todo lo que está en su radio de acción e infringiendo un derrumbe social y sufrimiento, en algunos casos irreversible.
En este paralelo mundo en el que vivimos la mayoría de nosotros, no caben más adoctrinamientos compartidos, que los que predican el respeto al rezo que cada uno haga en la intimidad de su cueva, y al dios que crea oportuno. Pero dejando eso sí, que la luz y la libertad de movimiento y pensamiento no sean cuestionadas ni frenadas.
Que cada uno ame y quiera como guste en inevitable y necesario mestizaje, amando y compartiendo su vida cómo le surja, pero sin ese velo estúpido e innecesario que nos venden como sumisión.
Me niego a pensar que un dios inteligente y omnipotente, ponga estúpidos filtros aleatoriamente, impidiendo que sus hijos crezcan y evolucionen a su imagen y semejanza.
Estamos en el siglo XXI por favor!
Yo confío en que nuestros hijos crezcan libres y den rienda suelta a su creatividad. Ellos serán nuestra salvación, si nuestra estupidez e inacción en su educación, no lo impiden.
Los valores que caracterizan al ser humano, no son patrimonio de ninguna religión. Que cada uno busque respuestas y se agarre a donde quiera. Pero que deje vivir al otro en su diferencia a esa creencia y a la necesidad de tenerla.