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Blog de Orroe: El Infierno Verde
#51
Cuando el dinero entra por la puerta…

Jose Tellaetxe el 11 de febrero de 2013

[Imagen: N1504.jpg]

Sí, ya se sabe, el amor salta por la ventana.

A raíz de lo que escribí ayer a cuenta de las palabras vertidas recientemente por Martin Whitmarsh, me dio por mirar hacia esa escudería por la que siempre he tenido un apego especial y sobre la que he escrito un buen puñado de entradas bastante melancólicas, tengo que admitirlo, ya que si existe un equipo que vive la actualidad estirando su abultada y laureada tradición, ésa, sin duda y más allá de McLaren y Ferrari, se llama Williams.

La de Grove, como sabemos bien, cambió experiencia por dólares en 2012, a resultas de lo cual, el FW34 del año pasado resultó un coche mucho más eficiente que su antecesor, que sin embargo, no pasó de la octava posición en la general de constructores, quedando a 33 puntos por detrás de Sahara Force India y a 50 por delante de Toro Rosso.

El dato, en sí mismo, carecería de cualquier relevancia si no fuera porque Pastor Maldonado venció en el G.P. de España (disputado en Montmeló), lo que nos pone ante la evidencia de que hay un puñado de puntos que hay que coger con papel de fumar, con suma cautela, vamos, porque el asunto, lejos de suponer una norma durante la temporada, ha venido a confirmar la tremenda dependencia que sigue teniendo Williams de hechos y acaecidos en cierta manera extraordinarios, sin los cuales, las cuentas en su versión más ramplona, nos vendrían a decir que si el monoplaza daba bastante de sí (como este tipo de datos insinúan), el trabajo del equipo y sus pilotos, a todas luces ha dejado mucho que desear.

No voy a entrar en la valoración que tuvo el factor sustitución de Cosworth por Renault en la motorización del vehículo de la sesión pasada, porque me resulta meridianamente claro que sin el dinero aportado por Pastor Maldonado y Bruno Senna a las arcas del equipo, nada de lo visto durante 2012 habría sido posible. Lo que no me impide visualizar un escenario en el que aflora un lo comido por lo servido que sigue sin resolver la ecuación, ya que con mejores medios, la impericia de los pilotos ha derivado en una situación aparentemente idéntica a aquella que se trataba de resolver.

¿Rubens Barrichello lo habría hecho mejor? ¿Cualquier otro experimentado lo habria hecho mejor? Yo diría que sí, al menos lo suficientemente mejor como para haberle robado a Sahara Force India la séptima posición en el Mundial de Marcas. Pero esto que digo no deja de ser un brindis al sol, toda vez que el brasileño ni cualquier otro no han disfrutado de la oportunidad para demostrar la veracidad de mis sospechas, yo, y vosotros también, tenemos que conformarnos con los fríos datos que nos aportan las estadísticas, que arrojan, sea dicho de paso, un saldo bastante pobre en el que Maldonado, aún ganando en Barcelona, sólo puntuó en cinco oportunidades de las veinte posibles; y a un Senna, más hormiguita que su compañero venezolano, que lo hizo en diez de las veinte, aunque en cinco de ellas, al límite de los puntos, y en una más, al límite del límite, vamos, sumando 2 en vez de 1.

Bien, decía al comienzo que Williams había cambiado experiencia por tela, y cabe preguntarse ahora si para el viaje desarrollado durante 2012 hacían falta tantas alforjas…

No sé a vosotros, pero a mí algo me dice que no, que no valió la pena el esfuerzo realizado para disponer de una mejor plataforma motora. Que en el fondo todo ello supuso un sacrificio inútil que no ha rendido los resultados esperados, sencillamente porque las estimaciones eran excesivamente cortoplacistas y nadie se preguntó en el momento adecuado, qué iba a ocurrir con el amor cuando el dinero hiciera acto de presencia.

Os leo.

http://diariomotor.com/blogs/f1/2013/02/...la-puerta/
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#52
Concordancias

Jose Tellaetxe el 10 de febrero de 2013

[Imagen: N1502.jpg]

Martin Whitmarsh ha tenido a bien delatar lo que muchos sabíamos, que no es otra cosa que aquellos pilotos que vienen a los equipos con una otana de pan bajo el brazo, no tienen por qué saber conducir un F1 por mucha superlicencia que traigan debajo del otro sobaco.

La exposición del británico me ha llevado en volandas a aquellos tiempos en lo que buena parte de la afición veía con buenos ojos que antiguallas como Rubens Barrichello se retiraran, para dejar espacio a los noveles aquellos de los que se decía que siempre necesitan un hueco.

Ha pasado el tiempo y las tiernas criaturas que merecían una oportunidad han demostrado su bisoñez por un lado, y por otro, lo feo que huelen las enaguas del cotarro (lo que nunca viene mal recordar), porque con una GP2 insuficiente y una escasez de entrenamientos que clama al cielo, lo normal es que ocurra lo que viene sucediendo: que los chavales llegan verdes, que no se foguean lo suficiente, que están sometidos a una tremenda presión personal y deportiva, y que al final, lo único que cuenta de ellos es lo abultado de los sobres de los patrocinadores que traen de la mano, para que ayuden a soportar con el dinero que llevan dentro, lo que el negocio en su conjunto escatima a los equipos que precisan de sus servicios.

En cierto sentido, las palabras de Whitmarsh señalan a que falla el negocio, a que falla el planteamiento deportivo de la FIA, y a que también fallan todos los mecanismos que deberían velar porque estas cosas no pasaran jamás, lo que concuerda en tiempo y espacio con lo dicho por Timo Glock al respecto de que ha dejado su asiento libre en Marussia por el bien de la escudería, o a lo comentado por Jarno Trulli en el mismo sentido, pero arrimándonos inevitablemente a ese Pacto de la Concordia ahora firmado, ahora no firmado porque no hace falta; ahora aquí, ahora ahí, ahora allá, pero nunca en el sitio donde se le necesitaría...

Es cierto que la F1 siempre ha sido cara, incluso cuando Max parió lo del low cost, y que en sus entrañas, quien más y quien menos no ha hecho nunca ascos a completar el presupuesto con un piloto de pago, pero dentro de un orden, como diría aquél, porque el escenario que tenemos delante supone que un lebrel novato tendrá que aprender los rudimentos de este deporte que va por la vida como máximo exponente de la competición del motor, de otro lebrel tan novato o menos que él, o más incluso, porque el apremio económico al que están sometidos los equipos pequeños, por h o por b resulta a todas luces insostenible, lo que les lleva a renunciar a pilotos con experiencia para que sean sustituidos por compradores que adquieren sus asientos como si estuvieran pujando en e-bay.

Estos últimos, como los previamente jubilados, disponen de superlicencia, es cierto, y cabría preguntarse ahora de qué coño les sirve, y si acaso el carnet de los demonios no se vende demasiado barato (deportivamente hablando, por supuesto) por quienes lo dispensan en ventanilla previo pago de un sonoro montante, ya que a tenor de lo comentado por el mandamás de McLaren, queda meridianamente claro que los méritos que ha definido la FIA para conseguirlo, resultan insuficientes para el nivel de desempeño exigible a un piloto de F1.

Tengo más preguntas que se me van a quedar en el zurrón por falta de espacio, pero os juro que la sensación que me surge de todo esto, es la misma que llevo sintiendo desde hace mucho por estos y otros motivos: perdemos, siempre perdemos. Perdemos buenos pilotos y grandes oportunidades, porque el dinero y sus servidumbres hace tiempo que son los protagonistas principales de todo esto que llamamos deporte con la boca grande, pero que ni como negocio funciona, ya que ha perdido el horizonte que garantizaría su supervivencia.

Os leo.

http://elinfiernoverde.blogspot.com.es/2...ncias.html
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#53
Piedra pómez con precisión suiza

Jose Tellaetxe el 11 de febrero de 2013

[Imagen: N1503.jpg]

El noble oficio de piloto se está poniendo muy cuesta arriba, ya que no sólo hay que saber conducir un coche de carreras, sino que hay que caber dentro de él.

La cosa tiene su aquél y viene de lejos. En 2009, recordemos, con la incorporación del KERS los conductores de F1 tuvieron que ponerse a dieta para que los monoplazas no se pasaran de peso, o en su caso, para que el correspondiente que se habían dejado en los gimnasios o frente a tristones platos de verduras, pasara a ser incorporado como lastre en sus vehículos.

Sin ir más lejos, es sabido que Mark Webber conduce peor que Sebastian Vettel porque pesa 14 kilos más y es más corpulento que el alemán.

14.000 gramos y unos centímetros extra, es un decir, que ocupan su espacio y tienen su correspondiente incidencia sobre el reparto de pesos aquél al que aludía Flavio Briatore, cuando se quejaba de que los Renault de su escudería no iban tan finos como los McLaren y los Ferrari, en todo caso, matices con los que hay que contar en un universo, el de nuestro deporte, que quitando gramo aquí y milímetro allá, consigue limar décimas sobre el asfalto.

En fin, no me distraigo porque hoy hemos sabido que Nico Hulkenberg no cabe en su coche suizo, ese Sauber que lleva bandera de un país centralizo que ha comenzado a mirar de reojo y con ceño fruncido a la buena parte de nuestros compatriotas que buscando encontrar un trabajo honesto, se han dejado el pasaporte rebosante de Euros en casa. Suiza, sí, esa nación que vive al amparo de una bien ganada fama de pulcra y escrupulosa con los relojes, la basura en las calles y el dinero. Suiza, hombre, la patria de Peter. Sí mujer, sí, la Suiza de toda la vida.

El caso es que debieron tomarle las medidas a Esteban Gutiérrez —mucho más pequeño que su compañero alemán, que mide 1,85 de estatura—, y al estilo más castizo, le sumaron un palmo más o menos, algo en todo caso calculado a ojo de buen cubero, aunque para colmo, con pupilas del sur de Europa, sea dicho de paso. Y como ya se sabe lo que ocurre con la falta de seriedad mediterránea, a los de Hinwill les ha salido un C32 en el que apenas entra Nico.

Se cuenta en los mentideros que con mucha precaución han procedido a recortar las gomas de los talones de las zapatillas del piloto de Emmerich am Rhein, en plan todo blanco en zona exenta de polvo, con gafas y mascarillas, y guantes, y gorros sobre la cabeza para que no estropee el asunto ni un miserable pelo, bajo potentes apiradores y eso, y por supuesto, utilizando la más avanzada tecnología...

Lo que no se cuenta, es que al descubrir la metedura de pata, alguien de Sauber, quién sabe si el propio Peter, toda vez que HRT se ha evaporado del mapa, insinuó la posibilidad de preguntar qué hacer a Ferrari en base a ese lugar común y extendido que afirma desde hace siglos que de chapuzas los meridionales saben mucho más que los centroeuropeos, los británicos y los alemanes, entre otras cosas porque no hace relojes ni cifran abultadas cuentas corrientes.

A lo que iba, que no termino. A ese alguien, al amigo de mi amigo que diría César Vidal, debieron enseñarle el dedo corazón con los otros cerrados en el box de la de Maranello en Jerez, brazo en alto, en actitud Pérez Reverte, para que nos entendamos, mientras le recomendaban voz en grito, que le dijeran a Nico que se pasara tres veces al día una buena piedra pómez por la planta de los pinreles, eso sí, con precisión suiza.

Os leo.

http://elinfiernoverde.blogspot.com.es/2...suiza.html
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#54
Lo zapatos, Mika, los zapatos

Jose Tellaetxe el 12 de febrero de 2013

[Imagen: N1505.jpg]

Mika Hakkinen, quien fuera bicampeón del mundo en activo y hoy un emblema ante el que sólo cabe arrodillarse, no ha quedado satisfecho con lo mostrado por Mercedes AMG en Jerez, y así lo ha exteriorizado recientemente.

Reconozco que no soy quién para enmendarle la plana, pero sí me gustaría matizar lo que llevo dicho desde diciembre pasado: los entrenamientos no significan nada, aunque siguen significándolo todo. Y al hilo, me gustaría, también, recordarle al finlandés que los tiempos corren que se las pelan, y que modifican los estatus y las cosas consabidas, dadas por supuesto, sabidas a pie juntillas, en definitiva, de manera que le convendría aceptar que las normas que a él le sirvieron, no tienen por qué servir ahora que su presencia se echa de menos.

Las reglas son un simple marco de comportamiento que cumple con una coyuntura precisa. Visto así, no es de extrañar que Mika eche en falta algo más de velocidad punta en los Wo4, aunque bien mirado, con que los coches de la estrella de las tres puntas no devoren los neumáticos como antaño, deberíamos todos, él incluso, darnos por satisfechos, porque de nada vale ahora calificar bien si en carrera el mal uso de los compuestos, su desgaste extremo, deriva en una paulatina pérdida de opciones a lo largo de la carrera, que desembocará inevitablemente en el pertinente doblado de rodilla ante unos rivales que sin ser más rápidos, acabarán por mirarnos desde los retrovisores si aguantamos la tralla, o ni siquiera eso, si no somos capaces de aguantar lo que nos echen.

Ser rápido en 1998, 1999 o 2000, no suponía lo mismo que ser rápido en 2012. Tanto ha cambiado la cosa que hasta esto que resulta tan sencillo de comprender tirando de perspectiva, no vale en esta actualidad que nos consume a ritmo vertiginoso.

Sigue habiendo necesidad de calificar bien los sábados (¡nos ha jodido!), pero los domingos hay que evitar arrugarse, y a cualquier precio.
Tan es así que mastuerzos (dicho sea con todo mis respetos), como Maldonado o Pérez, han cosechado buenos números en la temporada pasada, sin necesidad de ser buenos lebreles. Fernando, sin ir más lejos, o incluso Sebastian, han conseguido más rebañando en carrera que manifestándose en calificación. Y no es pecado lo que digo, entiéndaseme; es concepto, adecuación a una forma de entender las carreras que pasa por asimilar que de un tiempo a esta parte, las pruebas se planifican atendiendo a todo el fin de semana y no sólo a uno, o dos, de sus días, porque ahora interviene una cosa que se llama Pirelli.

Mika ha mirado con ojos clavados en la tradición y en la ortodoxia, y así es normal que las cuentas no le salgan, lo que no impide que los que sabemos de la Esteban y de que por su niña ella mata, hayamos valorado sobremanera que Mercedes haya resuelto o esté en vías de hacerlo, el asunto crucial del cuidado de las gomas que calzan sus monoplazas para este año.
Red Bull es la campeona del mundo en modalidad pilotos y marcas sin ser la más rápida, pero sí en cuanto al cuidado de sus zapatos. Los zapatos, Mika, los zapatos, eso es ahora lo más importante, y te digo que Mercedes ha empezado a cuidarlos, y que si prospera en ese aspecto, Lewis y Nico podrán optar a cualquier cosa aunque no sean notablemente más rápidos que sus rivales.

Los zapatos, las Pirelli, Mika, así de cutre se ha convertido la comprensión del mundo, así de lamentable se firma la posibilidad de terminar carreras…

Os leo.

http://diariomotor.com/blogs/f1/2013/02/...s-zapatos/
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#55
Monsieur le Président

Jose Tellaetxe el 15 de febrero de 2013

[Imagen: N1506.jpg]

Cuentan las leyendas más añejas del paddock, que a Max Mosley le sucedió como jefe de la FIA, un duendecillo travieso que quería el cargo para jugar al escondite con él, mientras Olvido Gara, Alaska, le arrulla el sueño cada una de las mil y una noches que le quedan como presidente, entonando, cómo no, el mítico Abracadabra de La Bola de Cristal.

Dicen los más viejos del lugar, que existe y que hubo un día en que se le pudo ver ceñido con jersey rojo de abuela; y otro en que se vistió de romano para salir con Michael Schumacher en una película de Asterix y Obelix en la que también irtervenía Gérard Depardieu cuando aún no era belga; y otro más, en que se puso un asterisco para darle un tarisco en la pantorrilla a un tal Ari Vatanen, cuando los dos se jugaban en una carrera a triciclo por los pasillos de la sede federativa en la Place de la Concorde, quién sería el que dibujaría a partir de entonces los designios del deporte más deporte de todos.

Afirman los entendidos de todo esto que hay fotos y documentos que sancionan la existencia de tan extraño fenómeno, y que lejos de ser un miserable poltergeist o un fantasmilla familiar y por tanto vulgar, tiene sustancia y domicilio postal, y asiste a eventos, cócteles y fiestas, e incluso platica con Bernie muy de tarde en tarde.

Dan fe los expertos —que haberlos, haylos—, de que responde al nombre de Jean, y que es posible divisarlo en los atardeceres parisinos, caminando bajo la luminosa y alargada sombra de la torre Eiffel, con paso rápido y las manos a la espalda, coronada la cabeza con el bicorne reglamentario de La Republique Française metido hasta las cejas, ora decidiendo si decirle de nuevo a Rubinho que deje pasar al Kaiser; ora pensando si hizo bien lanzando la moneda que le dio el triunfo a Ari en el Paris-Dakar; ora calibrando de qué dedo colgar a Luca de la verga del mayor, o si acaso sería mejor pasarlo directamente por la quilla...

Aseguran los de aquí, y también lo de allá y los de acullá, y esto va totalmente en serio, que aunque no sea muy corriente divisarlo ni en oriente ni en poniente, es sin duda Monsieur le Président, un geniecillo al que se puede invocar poniendo voz de José María Ruiz-Mateos frente a un espejo que ha de estar al cobijo de la más absoluta penumbra, y ante el cual hay que recitar: ¡Malandrín, bribón, pilluelo. Manifiéstate!

http://elinfiernoverde.blogspot.com.es/2...ident.html
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#56
Ahora que sabemos [G.P. de Bahrein]

Jose Tellaetxe el 16 de febrero de 2013

[Imagen: N1507.jpg]

El año pasado, después de la disputa del controvertido G.P. de Bahrein, quien más y quien menos se quedó con una sensación bastante agridulce. Narcotizados por lo espectacular que resultaba la cuarta victoria de un piloto diferente en las cuatro primeras carreras del año, en este caso Sebastian Vettel, el rendimiento de las Pirelli seguía presentando más sombras que luces en su cuarta puesta en escena, o eso parecía.

Tan sólo a siete días del triunfo de Nico Rosberg en el G.P. de China, sobre el circuito de Shanghai, y con la espada de Damocles que suponían las revueltas populares que habían puesto en entredicho la prueba hasta un par de días antes de que el trazado de Sakhir albergara los entrenamientos, el Gran Premio de Bahrein se celebraba en las fechas previstas.

La calificación del sábado proponía para la carrera un mano a mano entre los hombres de Red Bull y los de McLaren. Sebastian Vettel había conseguido la pole, seguido por Lewis Hamilton, Mark Webber y Jenson Button, pero una vez encendido el semáforo verde, la lógica se imponía de nuevo y el bicampeón del mundo arreaba desde la primera curva hacia una victoria casi segura, gracias a esa cláusula sagrada que se aplica con tesón sobre quien sale delante en F1, otorgándole el beneficio del aire limpio que rodea a su vehículo de manera constante, y evitando por consiguiente, el pernicioso estrés sobre los neumáticos.

Al hilo hay que recordar que las pruebas llebadas a cabo por Red Bull con dos monoplazas sustancialmente diferentes en China, habían permitio a Adrian Newey, y en muy pocos días, sea dicho de paso, ofrecer a Sebastian un vehículo más adecuado a su forma de conducir, en el que el alemán se iba a encontrar tremendamente cómodo.

Si a ello sumamos el palmario desastre firmado por McLaren y la falta de punch de Ferrari, la carrera parecía estar servida desde los primeros giros, pero por fortuna andaba por ahí Kimi Raikkonen y su inmaculado cuidado de las gomas de su Lotus E20, factor a tener muy en cuenta, porque por encima de todo, el G.P. de Bahrein iba a ser una prueba propicia a Renault, en la que las Pirelli iban a cantar más que la Castafiore. Pero no adelantemos acontecimientos.

Desde comienzos de los entrenamientos (el viernes) se entrevió la posibilidad de que la firma de compuestos hubiera errado en sus estimaciones, lo que originó muchos quebraderos de cabeza en las escuderías y por supuesto entre los pilotos.

Así las cosas, la excesiva degradación de los neumáticos dio lugar a multitud de cambios de posiciones durante las primeras vueltas, situación que se estabilizó para el giro 15, momento en que Vettel seguía comandando la prueba (sólo había cedido el puesto y de forma breve, a Paul di Resta, en el 12), seguido por Romain Grosjean, quien parecía haber despejado todas las dudas que había levantado en el inicio de sesión, y de un plumazo. A la cola del vehículo del suizo, el otro Lotus, el de Kimi, que había ido deshaciéndose de sus rivales tras salir decimoprimero. Tras ellos, Mark Webber y los McLaren gritando a naufragio, seguidos a muy corta distancia por Fernando Alonso y su Ferrari.

Para la mitad de la carrera propuesta a 57 vueltas, las posiciones delanteras parecían inalterables aunque para ese momento el campeón del mundo de 2007 había superado a su compañero, y en la zona media y baja continuaban las escaramuzas y los cambios de posiciones, en un escenario que se habría vuelto más soso aún a partir del giro 41, si no fuera porque Kimi, en pariencia holgado y con buen calzado en su monoplaza, comenzó unas vueltas más tarde un trepidante ataque sobre el bicampeón del mundo, que sólo cesó cuando las Pirelli del Lotus del finlandés aconsejaron que éste cejara en su propósito.

El podio quedaba firmado por Vettel, Raikkonen y Grosjean. Webber terminaba cuarto, delante de un excesivo Rosberg que había puesto en peligro en sendas ocasiones a Lewis y a Fernando, respectivamente. Tras él, Paul di Resta, Alonso haciendo séptimo, Hamilton salvando los muebles después de haber zarpado segundo, Massa en apariencia reivindicado, y cerrando la tabla de puntos, un Michael Schumacher que no consiguió meterse en la carrera.

En líneas generales se podría decir ahora que sabemos, que el G.P. de Bahrein bien podría no haberse celebrado como pedían a voces el pueblo bahreiní y una buena muestra de aficionados, porque Pirelli, sin duda apostando a que habría hueco en el calendario, llevó a Sakhir unas gomas totalmente inadecuadas, quién sabe si un remanente extra de las usadas en China, en todo caso una tomadura de pelo con forma de ruedas.

Os leo.

http://diariomotor.com/blogs/f1/2013/02/...e-bahrein/
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#57
Jaime y los otros

Jose Tellaetxe el 17 de febrero de 2013

[Imagen: N1508.jpg]

Hemos dejado atrás diez días bastante intensos en los que Martin Whitmarsh ha afirmado sin rubor que hay mucho manta suelto por la parrilla porque ésta anda canina de pelas; en los que Trulli y Glock han admitido que cedieron sus asientos por el bien (económico, se entiende) de sus respectivos ex equipos; en los que Gerard Berger ha reconocido abiertamente que el acceso a la F1 supone una castaña; y en los que como colofón, Jaime Alguersuari ha tenido la ocurrencia de decir que se siente un poco o un mucho, víctima del sistema.

Es cierto que Martin Brundle también se ha sumado a la riada de comentarios, sacando pecho donde un tipo con dos dedos de frente jamás debería hacerlo: hablando de oportunidades, con las toneladas de ellas que ha desperdiciado en F1 el británico...

En fin, que me distraigo. Cualquiera con una mínima experiencia haciendo puzzles, sería capaz de juntar este grupo de piezas que acabo de dibujar en el primer párrafo, para completar un cuadro en el que también encajarían el reciente abandono de HRT, la tendencia hacia el disfrute del deporte a través de la modalidad de pago, que New Jersey siga en el alero o el éxodo de aficionados vencidos por el aburrimiento, y un largo etcétera de circunstancias que vienen a reafirmar que nuestro querido deporte no está pasando precisamente por uno de sus mejores momentos.

Lejos de buscar culpables, lo sensato sería admitir que en este pandemonio haylos —conozco uno muy a mano, octogenario, canoso, corto de estatura, que cobra incluso por pestañear—, como también existen víctimas, directas, indirectas y colaterales, y aunque a decir de algunos, además esté Jaime en un lugar indefinido, yo a Jaime le veo perfectamente enfocado en el actual estado de cosas, sufriendo en carnes propias lo que tiene de sucio el negocio, esa subasta a la que se refería y que sabemos de sobra que siempre está amañanada por el bien del espectáculo.

Pero aunque lo parezca, no pretendo hablar de Jaime más de lo necesario, ya que considero que aún es joven y lo suficientemente bueno, como para saber aprovechar cualquiera de las oportunidades que seguro le salen al paso en un futuro no muy lejano, y es que leyendo las cosas que se dicen sobre él en foros, listas y Twitter, estoy viendo a Fernando cuando abandonó McLaren a finales de 2007 para embarcarse en la que se prometía su tumba como piloto.

Tenemos las hemerotecas por ahí. Las listas, los foros y Twitter, por no mencionar este mismo blog desde el que os estoy escribiendo, dan para acercarse a aquel contexto que duró dos años largos en los que el asturiano siempre, hiciera lo que hiciera, era un bocachanclas que había mordido la mano que le habría permitido alcanzar su tercer entorchado a poco que hubiera sabido ser un poco más humilde. Su fichaje por Ferrari era un miserable bulo, su prepotencia no tenía límites. Lo que le estaba pasando, lo tenía bien merecido...

Fernando salió de aquello y estoy seguro de que Jaime saldrá de todo esto que le está sucediendo, porque en el fondo, y mal que les pese a las pirañas que sufren de frenesí en cuanto huelen a sangre, con veintidós años hay mucho futuro por delante, y la F1 cambiará por la cuenta que la tiene, y Martin Whitmarsh dirá cosas diferentes, y Trulli y Glock serán historia, como Brundle, y Berger verá el deporte de otra manera, y los españoles entenderemos a toro pasado, como ocurre siempre, lo tristes que resultamos cuando nos ponemos serios y profundamente coherentes con los nuestros y sus entornos, mientras a los otros les tendemos alfombras rojas para que paseen a gusto sus miserias, que las tienen.

Os leo.

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#58
FW35 The Grove challenger

Jose Tellaetxe el 19 de febrero de 2013

[Imagen: N1509.jpg]

Si la belleza puntuara en F1, daría ex aequo el campeonato, y ahora mismo, al STR8 de Toro Rosso y al FW35 de Williams que ha sido presentado hoy mismo en el cirtuito de Montmeló, al inicio de los segundos entrenamientos oficiales de pretemporada. Y su tuviera que deshacer el empate técnico, aunque confieso que pestañaría un poco, también admito que seguramente me decantaría por la máquina de Grove para este año.

Dicho lo cual, el monoplaza de Williams es el último de los participantes que hace acto de aparición, oficialmente, se entiende, con lo que podemos par por cerrada la parrilla 2013 constatando que como se preveía, las líneas maestras de la práctica totalidad de vehículos coinciden.

Así las cosas, el FW35, consecuencia lógica de su antecesor el FW34, se adapta al nuevo contexto y nos presenta un morro elevado que ofrece en la parte delantera un generoso espacio abierto enfocado a recibir el flujo delantero, que previo paso por el splitter, recorrerá los laterales del coche con dirección hacia una zaga limpia de formas y muy amplia de dimensiones interiores. En este sentido, los pontones parecen muy bien esculpidos en aras a servir correctamente a la tarea de aprovechar los flujos bajos y circundantes de la carrocería, para encauzarlos sin obstáculos hacia unas salidas de escapes —que se dibujan al estilo Coanda en acequia curvada, más adelantadas que en el caso del Williams de 2012—, desde donde serán gobernados para ser enfocados hacia la parte alta del difusor y el vano del alerón trasero.

Distinguida por una terminación del cubrecapot muy similar a la ya vista en el FW34, redondeada y dotada de una gran aleta, la carrocería alta parece haber sido dibujada de una pieza. Así, desde la punta de la nose hasta la finalización de los pontones, pasando obviamente por los aledaños del habitáculo y la carcasa trasera, sólo divisamos curvaturas limpias que parecen servir para llevar los flujos superiores al encuentro de los inferiores en la parte final del monoplaza, sobre la parte visible del fondo plano, el área del difusor, y por supuesto el espacio que surge bajo el ala posterior y sus soportes.

Dotado de push-rod trasera y pull-rod delantera, el FW35 se insinúa sobre el papel como una bonita apuesta por la velocidad punta y de paso por curva, lo que sin duda sintoniza con las prestaciones del RS27 de Renault que lleva en su interior, un motor que como sabemos, no es el más potente pero sí el más versátil de la parrilla, lo que hace necesario un buen trabajo aerodinámico para poder exprimirlo.

A falta de ver cómo evoluciona sobre la pista y cómo se desenvuelve con las Pirelli, al de Grove de este año le voy a dar un notable alto porque me recuerda al F138 de Ferrari, y porque un Williams es siempre un Williams, y si además es precioso, más aún si cabe.

Os leo.

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#59
Hi, guy!

Jose Tellaetxe el 19 de febrero de 2013

[Imagen: N1510.jpg]

Echaba de menos el momento en que Fernando se subiera a ese F138 que nos va a dar el campeonato, y por fin ha ocurrido. Hoy, en Montmeló, tal que a 19 de febrero, sobre una Ferrari endemoniadamente rossa, el Nano se ha puesto al volante de nuevo.

Lo sabéis, lo sé, pero sabiéndolo yo, lo paso a limpio para que no se me olvide porque aunque como todos los años por estas mismas fechas, percibo un no sé qué en el ambiente que me dice que sí, que éste es el bueno, que podré ver un tercer as sobre su casco, esta vez pretendo sentir en noviembre que he dado en el clavo en febrero, y a tal fin he desempolvado mi sonajero de huesos de dragón enano y piedras mágicas, he acariciado la arena rojiza de Burma Parphia, he rezado brevemente a mis muertos y por mis vivos, y acto seguido me he ceñido a la cabeza mi pañuelo azul de chamán, tras haber besado el algodón que toca mi frente mientras observaba la media luna que ilumina Gorliz, por ver si en ella alcanzaba a ver recortada la silueta de Peter Pan.

También he abierto un paquete de tabaco de pipa y oliendo su contenido como hacía mucho que no hacía, he tomado unas hebras, las he mullido en la cazoleta de mi vieja Stanwell Calabash para prenderlas fuego con cerilla y dar luego una bocanada profunda que sabe a esperanza en el cielo de mi boca, recordándome por tres veces consecutivas, que tengo derecho a sentirme bien soñando con que a partir de Australia y hasta Brasil, voy a disfrutar como un jabato sin hacer caso del señor Coanda y sus analectas, sin atender a cuántos puntos de aerodinámica hemos ganado o perdido en Maranello, y pasando olímpicamente de si nos harán falta más británicos en la Scuderia o con lo que hay ya tenemos bastantes.

He debido hacerme mayor sin darme cuenta, y ya lo siento, pero quiero y necesito volver a sentirme chiquillo con todo esto. De manera que entendedme: echaba en falta ver otra vez a Fernando conduciendo, y hoy, en El Circuit, ha sucedido, y por ello declaro unilateralmente que ahora sí, que la temporada definitivamente se ha puesto en marcha.

Hi, guy!

http://elinfiernoverde.blogspot.com.es/2...i-guy.html
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#60
La princesa prometida

Jose Tellaetxe el 20 de febrero de 2013

[Imagen: N1511.jpg]

Como en las malas películas de terror, en Montmeló, el monstruo ha entrado demasiado pronto en escena, estropeándonos el suspense y el ratito de miedo por el que hemos pagado en ventanilla.

Aunque parezca mentira, Pirelli, que en sentido estricto debería permitir que las escuderías dieran espectáculo incluso en pretemporada, se propone de nuevo en 2013 como la bailarina por la que suspiraba el soldadito de plomo en el cuento, un imponderable narrativo, un algo que no sé cómo demonios definir, que impide en todo caso que los equipos puedan evaluar correctamente sus vehículos, pasando así de ser una herramienta al servicio de, a convertirse por arte y amplitud de miras de la FIA, en el elemento clave al que toda la parrilla rinde pleitesía.

No estamos ante un problema menor por mucho que lo parezca, o por mucha insistencia que muestren algunos en seguir afirmando que en todas las épocas de este deporte, los ingenieros y pilotos se han visto en la obligación de entender las gomas, porque una cosa es entender cómo funcionan para que el monoplaza obtenga con ellas su pleno rendimiento, y otra muy distinta, que haya que luchar con los neumáticos, a dentelladas si hace falta, porque por esas cosas que tienen los nuevos tiempos que corren, la mecánica, buena parte de la aerodinámica y por supuesto las manos del piloto, pasan a un segundo plano en cuanto se manifiestan las peculiaridades de las Pirelli.

Y es que no estamos en los cincuenta o sesenta del siglo pasado, ni siquiera en los setenta y ochenta, o incluso en buena parte de los noventa. Tenemos los pies clavados en pleno siglo XXI y existen herramientas suficientes como para que los datos ofrecidos por el fabricante no requieran de una ardua experimentación sobre el terreno.

Bastaría incorporar la información que facilita o más bien, debería facilitar la milanesa a los equipos, para que ninguno de ellos se viera en la tesitura de terminar dando cabezazos contra el hormigón de los boxes en cuanto las pruebas en pista comienzan a arrojar incalificables sorpresas. Y lo digo desde la convicción de que puesto que Pirelli ya tiene previstas las gomas que se van a usar en los primeros cuatro Grandes Premios del año, cabe preguntarse en base a qué demonios de empirismo ha tomado sus decisiones si Fernando acaba de decirnos que las gomas de pretemporada se degradan demasiado rápido como para obtener datos fiables del coche, y Vettel le ha secundado afirmando que resulta sumamente dificil gestionar los compuestos.

¿Qué sabe Pirelli que no saben los departamentos de ingeniería? ¿Cómo puede estar segura de que funcionarán en Australia, Bahrein, China y Malasia, si en Barcelona, en la segunda semana de tests, no hay por dónde cogerlas? ¿Las quejas de Hembery sobre el trazado de Jerez eran honestas, o suponían una tirita preventiva? ¿Va a haber quejas también sobre las características de Montmeló, o cambiará el suministrador único la calidad de sus compuestos antes de Melbourne, convirtiendo en agua de borrajas todo el esfuerzo realizado por las escuderías en febrero y marzo, y en una nueva lotería el inicio de la temporada?

Juro que no entiendo absolutamente nada, lo que me lleva a preguntar qué pensaríamos si los suministradores de combustible, por poner un ejemplo que espero sea comprensible, no pudieran certificar —R.A.E.; Certificar. (Del lat. certificāre). 1. tr. Asegurar, afirmar, dar por cierto algo— ni la viscosidad de la gasolina, ni su ratio de consumo, ni su volúmen por centímetro cuadrado, etcétera, y dejaran que fueran los equipos los que lo fuesen descubriendo por simple ejercicio de prueba y error, en aras de favorecer el espectáculo, cómo no, en un tiempo tan vital para el desarrollo del calendario como es la pretemporada.

¿A qué juegan Pirelli y la FIA? Porque si es a interpertar a la princesa prometida, me apetece señalar que tiene demasiados aires de bruja como para tomársela en serio en su papel de protagonista.

Os leo.

http://diariomotor.com/blogs/f1/2013/02/...prometida/
#LoMejorEstaPorLlegar 
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