(26-09-2013, 08:34)German Sanchez escribió: Interesante ver cómo por fin una página "importante" mas o menos generalista se hace eco aunque sólo sea de refilón del tongo o de que algo huele mal. No es mucho pero es un comienzo. Hasta ahora las quejas eran la mayoría por redes sociales y foros de aficionados.

"Visto lo visto en Singapur, no sólo sobre el circuito, sino también desde la elevada azotea del Marina Bay Sands Resort, la cosa pinta fea de nuevo para los de Il Cavallino Rampante, pues la distancia es ya de 60 puntos en lo que al Mundial de Pilotos se refiere. Así que vamos hacia un, sin duda, merecido cuarto título consecutivo de Sebastian Vettel, si el motor Renault o los 'PI-relli' no lo impiden.
Por Samuel Gómez

© Samuel Gómez


Adelantándome tres meses a las Navidades, época de júbilo y celebraciones, hablaré del niño; el niño bonito, el de la lotería del 6 de enero. El niño al que evidentemente, en mi opinión, lleva tres años tocándole el cupón premiado. Me pregunto cuántos números juega, imagino que muchas series completas seguro, si es familia de algún político muy 'jugón', de algún famoso/a, si ha sido señalado por la diosa fortuna o si directamente los bombos están trucados.

¿Juega también a esta lotería Christian Horner o Adrian Newey, quizás Helmut Marko que no Marco -este último aquel chaval majete que buscaba a su madre-? ¿O es el mismo Dietrich Mateschitz el que juega a la lotería de Bernie Ecclestone llamada Fórmula 1, en manos solo de la FIA? Por cierto ¿'FIA' es el acrónimo de 'Federación Internacional de APUESTAS'? ¿O quizás se deba llamar mejor 'ONCE', 'OrgaNization Cars Ecclestone'?.

Muchos aficionados de la Fórmula 1 hablamos, pensamos, barruntamos que algo anda 'tongao', según 'LoganF1'. Algo rueda turbio, poco cristalino, muy enfangado, de casino de Sheldon Adelson, con extraños olores en la Fórmula 1 desde hace tiempo, no por el niño, el nene de Red Bull, sino por la permisividad, la condescendencia, una clara y evidente indulgencia demostrada por ejemplo el año 2009 e incluso yo diría que antes de ese año, con la aparición de Toro Rosso.

Y también con el 'Team Brawn', sí, el creado, aparecido y comprado de la noche a la mañana, casi surgido de una lámpara mágica, tras la huida, la desaparición al sprint, tras la evanescencia fulminante del equipo Honda. Comprado al sorprendente precio de un solo 1 dólar y cuyo patrón era el grandote de Ross Brawn y sus 'nuevas' apariciones, inventos, evoluciones, como aquel doble difusor, que arrasó en las primeras carreras de esa temporada. Mientras, 'el tito Bernie' miraba a la rubia alta, o castaña pero alta, que así le gustan, las del tendido número 5 de la plaza de Las Ventas, en plan torero y con 'desplante' incluido, como diría el gran Joaquín Vidal, inolvidable crítico taurino de El País y eso que yo de toros poco, que soy formulero, pero 'entre los Red Bull y los Toro Rosso, pues camino del coso'.

Y continuando con 'la faena', vestidos de plata y oro, sin cambiar de tercio, caracoleando con la muleta de color rojo intenso, con paso firme y mano izquierda, qué decir de la temporada 2010 y 2011, pero sobre todo de la del 2012, donde se lidiaron toros, toros rojos que no Victorinos o Miuras, sino unos pastueños que 'ramoneaban', que pastaban cerquita del asfalto, incluso con agujeros en el fondo, en el plano y que venían metidos en un envase de chillones colores, siendo una verdadera y cierta 'lata' para algunos buenos aficionados a la F1, llamados Red Bull. A ellos se les veía correr como cohetes en la horizontal, como un 'roketer' de la NASA, como un misil tele-dirigido por la FIA.

Y en la temporada 2013 todo fue de gomas, que no de inventos-innovaciones de Adrian Newey, las fabricadas por 'PI-relli', que no es un número con muchos decimales, ni un matemático famoso; son las que calzan las caras y voluminosas llantas de los F1, de neumáticos que explosionan, revientan, se deshilachan, desintegran, pierden grip, tiran 'marbles' de tamaños casi de pelotas de golf, padecen graining y blistering mucho más acusados que en temporadas anteriores... Aunque parece ser que eso ya es pasado, que ahora aguantan y entonces llega una pregunta :¿a quién beneficia?

Y en buena lid, reconocer esos tres Títulos por supuesto, y el cuarto que parece cercano a llegar. Esos tres campeonatos tanto a nivel de piloto como de constructores. En la Fórmula 1 no se regala nada, nunca, pero bien es cierto que cosas raras las hubo y las habrá, 'meigas ahílas', fenómenos sobrenaturales, ufológicos en ocasiones, venidos de otras galaxias, sean o no tecnológicas, OVNIS -'Objetos y Vehículos No Identificados Suficientemente'-, normativas o de reglamento, igual que los balones para jugar al fútbol cuando yo era pequeño, que ya hace, -¡jo que si hace!-.

Y ya lo decía la canción, “cuatro jinetes vienen de Bonanza”, que hasta Chiquito la entonó y mira tú la casualidad, o no, que otros cuatro hay en Red Bull que son Horner, Marko, Mateschitz y Newey. Y aunque dicen que la sede la tienen en Milton Keynes, Gran Bretaña, vaya usted a saber si antes allí se hacían series o películas del Oeste, del 'Far West', de esas en las que 'él primero que disparaba, lo hacía dos veces', donde el 'Sheriff' lo ponían los malos, los cuatreros y lo llamaban también comisario.

Y por último tenemos a 'er niño los peine', que toca todos los palos y tiene a Mark Webber dando solo 'parmas'. Y debéis saber que las principales facetas del flamenco son el cante, el toque y el baile, así que reconducido a la Fórmula 1, diríamos que el cante lo dan casi siempre, el toque, rodando con el morro pegados al asfalto, y el baile se lo pegan al resto de los monoplazas, que ni cantan, ni rozan y claro está, tampoco bailan, ni ganas que les quedan pues cumplen estrictamente con el reglamento, o quizás sean 'mantas' al no hacerlo, o no sepan cómo interpretarlo al estilo que "da alas".

Y sí atendemos a los estacazos y garrotazos de algunos Grandes Premios y desgranamos o engranamos poco a poco a poco esos palos o variedades del flamenco, tendríamos por ejemplo las alegrías, cabales, cañas y cante de trilla, siguiendo por fandangos, garrotín y milongas, terminando por peteneras y saetas. Así como tientos y zapateados, al llegar normalmente a la meta y luego alzarse en lo más alto del podio; y todo lo anterior estaba referido al cante.

Es posible que también el resto sean un poco 'muñones', algo zoquetes, un poco lentitos, 'miaja fanegas', pero las distancias no han dejado de crecer desde aquel fatídico Gran Premio de Abu Dhabi del año 2010. Y tampoco olvidemos al equipo 'Red Bull II', conocido oficialmente por Toro Rosso, procedente ni más ni menos que de 'la Minardi'.

Y algunos dicen que tienen duende y geniecillo al volante, espíritu de ganador nato, pues 'pá mi', que todo anda, que deambula, en que el monoplaza a veces tiene conjura, maquinación, trampa, engaño y alguien desde luego siempre les 'echa un capote'. ¿Qué harían y dónde llegarían Alonso, Hamilton o Raikikkonen con ese monoplaza?

Nunca lo sabremos. Y todo esto claro está, es opinable, valorable o estimable, como cuando se va al cine, a un concierto o a los toros. Es quizás según el color con que se mire, cómo sonó la música, cómo fue la fiesta, 'la faena', o como decía la canción de Jarabe de Palo, pues "todo depende"…"

Fuente: http://www.caranddriverthef1.com/formula1/articulos/2013/09/25/81067-el-nino-bonito-el-nino-bernie

(26-09-2013, 08:34)German Sanchez escribió: Interesante ver cómo por fin una página "importante" mas o menos generalista se hace eco aunque sólo sea de refilón del tongo o de que algo huele mal. No es mucho pero es un comienzo. Hasta ahora las quejas eran la mayoría por redes sociales y foros de aficionados.

"Visto lo visto en Singapur, no sólo sobre el circuito, sino también desde la elevada azotea del Marina Bay Sands Resort, la cosa pinta fea de nuevo para los de Il Cavallino Rampante, pues la distancia es ya de 60 puntos en lo que al Mundial de Pilotos se refiere. Así que vamos hacia un, sin duda, merecido cuarto título consecutivo de Sebastian Vettel, si el motor Renault o los 'PI-relli' no lo impiden.
Por Samuel Gómez

© Samuel Gómez


Adelantándome tres meses a las Navidades, época de júbilo y celebraciones, hablaré del niño; el niño bonito, el de la lotería del 6 de enero. El niño al que evidentemente, en mi opinión, lleva tres años tocándole el cupón premiado. Me pregunto cuántos números juega, imagino que muchas series completas seguro, si es familia de algún político muy 'jugón', de algún famoso/a, si ha sido señalado por la diosa fortuna o si directamente los bombos están trucados.

¿Juega también a esta lotería Christian Horner o Adrian Newey, quizás Helmut Marko que no Marco -este último aquel chaval majete que buscaba a su madre-? ¿O es el mismo Dietrich Mateschitz el que juega a la lotería de Bernie Ecclestone llamada Fórmula 1, en manos solo de la FIA? Por cierto ¿'FIA' es el acrónimo de 'Federación Internacional de APUESTAS'? ¿O quizás se deba llamar mejor 'ONCE', 'OrgaNization Cars Ecclestone'?.

Muchos aficionados de la Fórmula 1 hablamos, pensamos, barruntamos que algo anda 'tongao', según 'LoganF1'. Algo rueda turbio, poco cristalino, muy enfangado, de casino de Sheldon Adelson, con extraños olores en la Fórmula 1 desde hace tiempo, no por el niño, el nene de Red Bull, sino por la permisividad, la condescendencia, una clara y evidente indulgencia demostrada por ejemplo el año 2009 e incluso yo diría que antes de ese año, con la aparición de Toro Rosso.

Y también con el 'Team Brawn', sí, el creado, aparecido y comprado de la noche a la mañana, casi surgido de una lámpara mágica, tras la huida, la desaparición al sprint, tras la evanescencia fulminante del equipo Honda. Comprado al sorprendente precio de un solo 1 dólar y cuyo patrón era el grandote de Ross Brawn y sus 'nuevas' apariciones, inventos, evoluciones, como aquel doble difusor, que arrasó en las primeras carreras de esa temporada. Mientras, 'el tito Bernie' miraba a la rubia alta, o castaña pero alta, que así le gustan, las del tendido número 5 de la plaza de Las Ventas, en plan torero y con 'desplante' incluido, como diría el gran Joaquín Vidal, inolvidable crítico taurino de El País y eso que yo de toros poco, que soy formulero, pero 'entre los Red Bull y los Toro Rosso, pues camino del coso'.

Y continuando con 'la faena', vestidos de plata y oro, sin cambiar de tercio, caracoleando con la muleta de color rojo intenso, con paso firme y mano izquierda, qué decir de la temporada 2010 y 2011, pero sobre todo de la del 2012, donde se lidiaron toros, toros rojos que no Victorinos o Miuras, sino unos pastueños que 'ramoneaban', que pastaban cerquita del asfalto, incluso con agujeros en el fondo, en el plano y que venían metidos en un envase de chillones colores, siendo una verdadera y cierta 'lata' para algunos buenos aficionados a la F1, llamados Red Bull. A ellos se les veía correr como cohetes en la horizontal, como un 'roketer' de la NASA, como un misil tele-dirigido por la FIA.

Y en la temporada 2013 todo fue de gomas, que no de inventos-innovaciones de Adrian Newey, las fabricadas por 'PI-relli', que no es un número con muchos decimales, ni un matemático famoso; son las que calzan las caras y voluminosas llantas de los F1, de neumáticos que explosionan, revientan, se deshilachan, desintegran, pierden grip, tiran 'marbles' de tamaños casi de pelotas de golf, padecen graining y blistering mucho más acusados que en temporadas anteriores... Aunque parece ser que eso ya es pasado, que ahora aguantan y entonces llega una pregunta :¿a quién beneficia?

Y en buena lid, reconocer esos tres Títulos por supuesto, y el cuarto que parece cercano a llegar. Esos tres campeonatos tanto a nivel de piloto como de constructores. En la Fórmula 1 no se regala nada, nunca, pero bien es cierto que cosas raras las hubo y las habrá, 'meigas ahílas', fenómenos sobrenaturales, ufológicos en ocasiones, venidos de otras galaxias, sean o no tecnológicas, OVNIS -'Objetos y Vehículos No Identificados Suficientemente'-, normativas o de reglamento, igual que los balones para jugar al fútbol cuando yo era pequeño, que ya hace, -¡jo que si hace!-.

Y ya lo decía la canción, “cuatro jinetes vienen de Bonanza”, que hasta Chiquito la entonó y mira tú la casualidad, o no, que otros cuatro hay en Red Bull que son Horner, Marko, Mateschitz y Newey. Y aunque dicen que la sede la tienen en Milton Keynes, Gran Bretaña, vaya usted a saber si antes allí se hacían series o películas del Oeste, del 'Far West', de esas en las que 'él primero que disparaba, lo hacía dos veces', donde el 'Sheriff' lo ponían los malos, los cuatreros y lo llamaban también comisario.

Y por último tenemos a 'er niño los peine', que toca todos los palos y tiene a Mark Webber dando solo 'parmas'. Y debéis saber que las principales facetas del flamenco son el cante, el toque y el baile, así que reconducido a la Fórmula 1, diríamos que el cante lo dan casi siempre, el toque, rodando con el morro pegados al asfalto, y el baile se lo pegan al resto de los monoplazas, que ni cantan, ni rozan y claro está, tampoco bailan, ni ganas que les quedan pues cumplen estrictamente con el reglamento, o quizás sean 'mantas' al no hacerlo, o no sepan cómo interpretarlo al estilo que "da alas".

Y sí atendemos a los estacazos y garrotazos de algunos Grandes Premios y desgranamos o engranamos poco a poco a poco esos palos o variedades del flamenco, tendríamos por ejemplo las alegrías, cabales, cañas y cante de trilla, siguiendo por fandangos, garrotín y milongas, terminando por peteneras y saetas. Así como tientos y zapateados, al llegar normalmente a la meta y luego alzarse en lo más alto del podio; y todo lo anterior estaba referido al cante.

Es posible que también el resto sean un poco 'muñones', algo zoquetes, un poco lentitos, 'miaja fanegas', pero las distancias no han dejado de crecer desde aquel fatídico Gran Premio de Abu Dhabi del año 2010. Y tampoco olvidemos al equipo 'Red Bull II', conocido oficialmente por Toro Rosso, procedente ni más ni menos que de 'la Minardi'.

Y algunos dicen que tienen duende y geniecillo al volante, espíritu de ganador nato, pues 'pá mi', que todo anda, que deambula, en que el monoplaza a veces tiene conjura, maquinación, trampa, engaño y alguien desde luego siempre les 'echa un capote'. ¿Qué harían y dónde llegarían Alonso, Hamilton o Raikikkonen con ese monoplaza?

Nunca lo sabremos. Y todo esto claro está, es opinable, valorable o estimable, como cuando se va al cine, a un concierto o a los toros. Es quizás según el color con que se mire, cómo sonó la música, cómo fue la fiesta, 'la faena', o como decía la canción de Jarabe de Palo, pues "todo depende"…"

Fuente: http://www.caranddriverthef1.com/formula1/articulos/2013/09/25/81067-el-nino-bonito-el-nino-bernie