La mano izquierda de Dios
http://diariomotor.com/blogs/f1/2012/09/...a-de-dios/
Nürburgring-El Infierno Verde. http://elinfiernoverde.blogspot.com.es/
[Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] 15/09/2012].
El optimismo vende mal en los tiempos que corren, así que voy a ser objetivo con los hechos que rodean en la actualidad al que debió ser el Campeón Mundial de F1 en 2008, a Robert Kubica, aunque advierto que voy a mirarlos a mi manera, enfocando en el lado que ha pasado desapercibido por lo que entiendo un exceso comprensible de cautela.
Dicho esto, a priori, podría parecer que tal vez no sería hoy el día más adecuado para hablar del de Cracovia, puesto que como es sabido, Robert ha estrellado su coche en el Rally de San Martino, pero hasta éste es un hecho que tiene su vertiente buena, ya que incluso Sébastien Loeb, Jari-Matti Latvala, Petter Solberg o Dani Sordo, se salen de la ruta cuando van a toda pastilla.
Admitamos pues, que el polaco intentaba repetir su éxito de hace una semana en el Rally de Gomitolo di Lana, y que por tanto sigue mostrando actitud ganadora en cuanto se sube a un coche de carreras, y empecemos a ver también que donde algunos se lamentan de su incapacidad para manejar la mano derecha, se podría entender que posiblemente Kubica haya invertido buena parte de su recuperación en convertirse en zurdo.
Hay razones que avalan esta suposición. La elección del Subaru Impreza WRC con cambio por levas en el volante, es una de ellas, y podría ser un buen argumento para mi propuesta. Si existe imposibilidad motora en el brazo y mano derechos, lo razonable para un tipo que quiere seguir corriendo y que aspira a subirse a un monoplaza, sería cambiar los trastos de la responsabilidad en los movimientos esenciales de una extremidad a la otra. No sería ni el primero ni el último que lo ha conseguido.
La sensibilidad necesaria depende del cerebro y es posible reeducarlo, y si atendemos al triunfo logrado en el Rally de Gomitolo di Lana, todo indica que Robert está enfrentándose a esta asignatura y resolviéndola con notable alto.
No estoy diciendo con ésto que Kubica lo tenga fácil, ni mucho menos, pero sí que lo está intentando, porque si fuese imposible, como afirman algunos, ni siquiera hubiera dado el primer paso. Y aquí está el quid de la cuestión que más me desequilibra, porque de ser verdad lo que dicen los que ya le han desterrado del paddock y sus aledaños, Robert habría sido el mayor interesado en despejar las dudas.
Si le gustan los rallys, ¿por qué no admitir que se retira de la F1 y se cobija en esta otra disciplina? ¿Por qué mantener la llama encendida de un posible retorno si éste resulta inviable? ¿Por qué tomarse la licencia de mantener a los aficionados en una situación de completa incertidumbre…?
Hay demasiadas piezas que no me encajan, lo confieso. La lectura sencilla me muestra a un hombre incapaz de superar sus graves lesiones. La compleja me lleva a engranar los hechos que suceden a la vista de todos, en un rosario de circunstancias que suenan a un hombre, tal vez otro, que está mutando, que se está adaptando, que está, en definitiva, cumpliendo con un elaborado compromiso personal para ser capaz de seguir siendo el mismo siendo sin embargo distinto, porque necesita ser distinto para seguir siendo el mismo.
A estas alturas de la película no me cabe duda de que el de Cracovia es un ser profundamente optimista, pero para definir completamente el cuadro convendría que supiésemos del TMS (Transcranial Magnetic Stimulation), y de que es posible que un individuo diestro se convierta en zurdo artificialmente o por pura necesidad, de la misma manera que los zurdos se han tenido que acoplar, durante siglos, al modelo diestro… Y aquí vienen las preguntas importantes: ¿si Kubica fuese zurdo natural, habríamos dado tanta importancia a la pérdida de movilidad en su mano y brazo derechos? Y, Dios escribe derecho sobre renglones torcidos, sí, ¿pero de izquierda a derecha, o de derecha a izquierda?
Os leo como os venga a mano.