19-03-2011, 16:00
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 19-03-2011, 16:05 por narnia.)
Alonso: "Estamos en el mejor circuito de karts del mundo"
4.000 personas han acompañado este mediodía al asturiano en el baustismo del circuito que lleva su nombre
19 de marzo de 2011 - 13:08
Atrás quedó un acceso fluido en la AS-17, bajo el cartel de la salida hacia el campo de golf de La Morgal, que, no obstante, delataba ya que por aquí había un brote de fiebre. El que ha propagado Alonso en su camino por la Fórmula-1. Su nombre no ha dejado de sonar en todos los rincones del complejo que lleva su nombre. La instalación ha parecido tambalearse ante los gritos de los más de 4.000 aficionados que han acudido a La Morgal, que han coreado su nombre y cuyos vehículos han invadido la pista del aeródromo, convertida en párking provisional. El piloto de Ferrari ha vuelto a vivir otro de esos momentos de emoción a los que ya se está empezando a habituar cada vez que pisa su tierra.
Fernando Alonso ha vuelto este mediodía a empuñar el volante de un kart. Uno de los suyos. De esos que llevan sus iniciales y las flechas plateadas que le han acompañado desde sus inicios. 125 centímetros cúbicos. 6 velocidades. Una locura. Y lo ha hecho en su nueva casa. En el circuito de sus sueños. El que debe de servir de trampolín a futuros pilotos del Principado, que no estará completado hasta que se ponga en marcha la escuela de educación vial y abra las puertas el museo, aún en obras, que albergará la obra y vida del campeón. Oficialmente, la excusa ha sido dar el último O. K. a la pista de carácter internacional, algo que ya hizo semanas atrás. En realidad, se ha tratado de brindar una hora de emoción y espectáculo a sus seguidores.
Hasta el cielo ha acompañado. El sol y unos 15 grados han recibido al bicampeón poco después de las once. Fernando ha entrado por un acceso posterior para evitar el jaleo de la puerta de la instalación, donde se arremolinaban ya un centenar de periodistas, cámaras y fotógrafos. Ya con el mono, minutos después de las doce, ha saludado al presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, y al presidente de la Federación Asturiana de Automovilismo, Carlos Gracias. A un lado, su hermana Lorena y su hombre de confianza y mánager, Luis García Abad.
Con tono distendido y paso firme, se ha dirigido a la línea de meta. Fernando ha ejercido de improvisado guía ante los invitados VIP explicando algo que conoce al dedillo, que ha destripado en sus numerosas, pero privadas y ajenas a los focos, visitas al complejo.
Después, cual miércoles en un gran premio, ha pasado el algodón a cada uno de los 1.700 metros de la pista, escrutando, esta vez ante 4.000 testigos y con precisión quirúrgica, cada curva, piano... Después, ha sido el turno de las palabras. Primero ha escuchado al presidente Vicente Álvarez Areces decir "que esta instalación nace con el objetivo de fomentar el automovilismo en Asturias". Después, ha sido su turno. Ha cogido el micrófono y ha dicho que "estamos en el mejor circuito de karts del mundo".
Esos han sido los prolegómenos a la imagen que ya corre por todo el mundo y que abrirá los informativos deportivos de todo el país. Su contacto con el ronroneo del kart. Y el olor a gasolina y a rueda quemada. Giros imposibles, derrapajes, velocidad de vértigo. Minutos de locura colectiva que han concluido con una carrera, plena de piques, junto a una treinta de jóvenes promesas del automovilismo asturiano.
Después, un visto y no visto. Nada de rueda de prensa -dicen que por imperativo de su equipo-, nada de contacto con autoridades, nada de sobremesa. Cumplido su compromiso, Alonso ha abandonado el complejo tan como ha llegado. A la carrera. El Gran Premio de Australia aparece a la vuelta de la esquina.
Video
El Comercio
4.000 personas han acompañado este mediodía al asturiano en el baustismo del circuito que lleva su nombre
19 de marzo de 2011 - 13:08
Atrás quedó un acceso fluido en la AS-17, bajo el cartel de la salida hacia el campo de golf de La Morgal, que, no obstante, delataba ya que por aquí había un brote de fiebre. El que ha propagado Alonso en su camino por la Fórmula-1. Su nombre no ha dejado de sonar en todos los rincones del complejo que lleva su nombre. La instalación ha parecido tambalearse ante los gritos de los más de 4.000 aficionados que han acudido a La Morgal, que han coreado su nombre y cuyos vehículos han invadido la pista del aeródromo, convertida en párking provisional. El piloto de Ferrari ha vuelto a vivir otro de esos momentos de emoción a los que ya se está empezando a habituar cada vez que pisa su tierra.
Fernando Alonso ha vuelto este mediodía a empuñar el volante de un kart. Uno de los suyos. De esos que llevan sus iniciales y las flechas plateadas que le han acompañado desde sus inicios. 125 centímetros cúbicos. 6 velocidades. Una locura. Y lo ha hecho en su nueva casa. En el circuito de sus sueños. El que debe de servir de trampolín a futuros pilotos del Principado, que no estará completado hasta que se ponga en marcha la escuela de educación vial y abra las puertas el museo, aún en obras, que albergará la obra y vida del campeón. Oficialmente, la excusa ha sido dar el último O. K. a la pista de carácter internacional, algo que ya hizo semanas atrás. En realidad, se ha tratado de brindar una hora de emoción y espectáculo a sus seguidores.
Hasta el cielo ha acompañado. El sol y unos 15 grados han recibido al bicampeón poco después de las once. Fernando ha entrado por un acceso posterior para evitar el jaleo de la puerta de la instalación, donde se arremolinaban ya un centenar de periodistas, cámaras y fotógrafos. Ya con el mono, minutos después de las doce, ha saludado al presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, y al presidente de la Federación Asturiana de Automovilismo, Carlos Gracias. A un lado, su hermana Lorena y su hombre de confianza y mánager, Luis García Abad.
Con tono distendido y paso firme, se ha dirigido a la línea de meta. Fernando ha ejercido de improvisado guía ante los invitados VIP explicando algo que conoce al dedillo, que ha destripado en sus numerosas, pero privadas y ajenas a los focos, visitas al complejo.
Después, cual miércoles en un gran premio, ha pasado el algodón a cada uno de los 1.700 metros de la pista, escrutando, esta vez ante 4.000 testigos y con precisión quirúrgica, cada curva, piano... Después, ha sido el turno de las palabras. Primero ha escuchado al presidente Vicente Álvarez Areces decir "que esta instalación nace con el objetivo de fomentar el automovilismo en Asturias". Después, ha sido su turno. Ha cogido el micrófono y ha dicho que "estamos en el mejor circuito de karts del mundo".
Esos han sido los prolegómenos a la imagen que ya corre por todo el mundo y que abrirá los informativos deportivos de todo el país. Su contacto con el ronroneo del kart. Y el olor a gasolina y a rueda quemada. Giros imposibles, derrapajes, velocidad de vértigo. Minutos de locura colectiva que han concluido con una carrera, plena de piques, junto a una treinta de jóvenes promesas del automovilismo asturiano.
Después, un visto y no visto. Nada de rueda de prensa -dicen que por imperativo de su equipo-, nada de contacto con autoridades, nada de sobremesa. Cumplido su compromiso, Alonso ha abandonado el complejo tan como ha llegado. A la carrera. El Gran Premio de Australia aparece a la vuelta de la esquina.
Video
El Comercio
" creo que he pasado toda mi vida, los nueve últimos años de mi carrera en la Fórmula 1 preparándome para este momento, para estar listo. Al fin ha llegado." Fernando Alonso (30/09/09)