22-06-2011, 14:50
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 22-06-2011, 15:33 por Magnetic2.)
(21-06-2011, 19:47)Arco Cigomático escribió: Menos mal para los "conspiracionistas" que hay 2 equipos a favorecer. Así, cuando se perjudica a uno se puede decir que es para beneficiar al otro. La cuestión es que siempre siempre a quien no se beneficia es a Ferrari."Debéis entender que para hacer trampas en este deporte, para adulterar la competición —para que podamos ganar el mundial—, la FIA debe respetar tres reglas de oro:
Como he dicho miles de veces, la FIA puede que manipule, pero lo hace en su propio interés, no perjudicando a un piloto (Fernando) y a una escudería (Ferrari) en concreto. Intentan salvar su negocio.
¿Alguien en su sano juicio cree que se hace un reglamento sabiendo qué equipo/piloto va a exprimirlo al máximo, para modificarlo cuando ese equipo/piloto hayan conseguido una holgada diferencia? Es para partirse de risa.
En fin, se supone que ahora habrá carreras más igualadas y si al final consigue ganar Vettel el campeonato se dirá que se le dio la ventaja suficiente al principio, si gana un Mclaren se dirá que se manipulo la competición para que ganara un equipo inglés y si gana Fernando se dirá que se hizo a pesar de todas las manipulaciones de la FIA, que nunca buscaron beneficiar a Ferrari. Una victoria milagrosa venciendo todas las vicisitudes conspiratorias.
Hace falta un entramado mental muy específico para conseguir mantener el puzzle conspiratorio ordenado y sin contradicciones. O más bien, si las piezas no encajan hacerlas encajar a lo Homer Simpson.
1) Nunca actuar o manifestarse en favor de nosotros de manera explícita, es decir con decisiones o medidas cuya intencionalidad puede ser demostrada, sino de manera implícita, ya que sembrar la duda no conlleva ningún riesgo.
2) Nunca actuar o manifestarse en contra de los demás —en particular de Alonso y Ferrari (la pareja más temible de los últimos 15 años)— de manera explícita (excepto en casos muy concretos, como la muesca del alerón trasero de Ferrari por ejemplo), sino de manera implícita, ya que nunca se podrá demostrar la intencionalidad de la decisión/medida.
3) Hacer creer, de vez en cuando, que actúan en contra de nosotros.
¿Capisci, mio figlio?".