Próxima Parada: Gp de Gran Bretaña

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Esta temporada es especial para el circuito de Silverstone, que estrena nuevas modificaciones en el trazado. Si el año pasado se introdujo la nueva zona 'Arena', con una variedad de curvas lentas y una gran recta final, este año cambia el lugar de la parrilla de salida, así como el edificio de boxes. La recta anterior a la curva Copse pasa a un segundo plano dejando la meta a la recta formada entre Club y Abbey. Con una nueva infraestructura de pitlane, desde la dirección del trazado británico esperan que todos estos cambios sean finalmente positivos. La única zona de DRS estará situada en la recta Wellington, colocada en el primer sector. Las probabilidades de lluvia son altas para el viernes (70%), y bajas para el sábado y el domingo. La mayor preocupación para los equipos no son las precipitaciones, sino la temperatura que habrá el fin de semana, inferior incluso a los 18 grados, lo que dificultará el calentamiento del neumático duro traído por Pirelli. Además del compuesto de color plata, la marca italiana lleva a este GP de Inglaterra el compuesto blando, amarillo visualmente.

El trazado inglés es famoso por la alta velocidad registrada en éste. Es un circuito formado principalmente por rectas y curvas rápidas, por ejemplo la zona de Becketts, una sucesión de giros muy veloces y extremadamente abiertos. La nueva zona Arena hizo que el año pasado Alonso consiguiera la vuelta rápida absoluta, con un crono inferior a la anterior configuración. Aunque esté compuesto por un gran número de largas rectas, adelantar es tarea difícil. Silverstone está formado por 18 curvas y 5.891 metros en total, lo que le corona como el segundo circuito más lento de todo el campeonato, seguido de Spa-Francorchamps. El domingo se darán 52 vueltas y los pilotos recorrerán una distancia de 306,227 km. Es un trazado de alta carga aerodinámica y con un desgaste de neumáticos que será moderado si las temperaturas no son muy calurosas.


Fuente: Cars and Drivers The F1.com