02-11-2012, 09:16
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 02-11-2012, 10:41 por Alano_Spanol.)
Así lo vió Españita: Las lloronas de Woking
Safety-car.net |lunes, julio 11 2005 a las 18:30
Enviado por: Españita
El caudal de lágrimas vertidas por los integrantes de la escudería McLaren comienza a parecerme patético. Cuando tu rival apuesta por la fiabilidad y tú por las prestaciones, sucede lo que estamos viendo; y lejos de pensar que ese talento finlandés de la expresividad tiene mala suerte, yo diría que se puede dar con un canto en los dientes. Sólo hay que tomar en cuenta que sobre dos carreras donde ha roto sendos propulsores, ha quedado segundo y tercero.
Mala suerte dicen... mala suerte... En Renault mejoran la especificación del motor cambiando los pistones por unos más resistentes dejando igual las prestaciones, mientras McLaren monta un nuevo Mercedes al que le añeden veinte caballos. Para que jugando con estos riesgos te salga perfecta la jugada de la fiabilidad, tienes que ir sobrado como antaño Ferrari. A los italianos, por aquellas fechas, los neumáticos les otorgaban más que lo que ahora les quitan, y eso, combinado con un excelente chasis, permitía rendir caballos guardando un buen número de revoluciones del motor. Los ingleses que no se quejen tanto; si no rompen, es un abuso.
Gimotean ahora que: ‘pobre Kimi...’ cuando para proporcionarle un vehículo muy superior al resto toman todos los riegos habidos y por haber. Hasta la fecha, la batalla es para una Renault que cuenta con Fernando Alonso como parte perfectamente integrada en una estrategia que conjuga rendimiento y fiabilidad. Si McLaren termina sin incidentes el fin de semana, es obvio que sus dos pilotos parten con mucha ventaja sobre el resto. En tales circunstancias y según el circuito, Renault sólo puede aspirar a estar lo menos lejos posible de sus oponentes. Para igualarse, los franceses cuentan con un ordenador de a bordo made in Oviedo que permite calificaciones al filo de la navaja y envidiables carreras sólo entorpecidas por las repentinas tendinitis que sufren los comisarios de Silverstone cuando hay que mostrar banderas azules a los rivales del asturiano. Si el McLaren de Montoya se disponía a rebasar doblados, pareciera que la misma muerte acechase a los rezagados, mas cuando cerca llegaba el asturiano, los amedrentados tornaban en insolentes bajo el consentimiento de los fatigados agitadores de banderas. Es una pena esta victoria de Montoya cuando a pesar de pilotar el McLaren era más lento que Fernando Alonso.
Este capítulo de 'Jenson Button y su padre van a las carreras' —lamentable realización de los hijos de la Gran Bretaña. Llegué a pensar nos pondrían una cámara subjetiva de los pies de Jenson con chanclas guiris y calcetines del abuelo. Por cierto, ¿de qué se ríe tanto el padre del artista? En fin, cosas de Guirilandia— me deja muy mal sabor de boca si tenemos en cuenta que a la superioridad mecánica hasta la fecha, los de Woking han añadido una mejor arrancada. Para contraatacar, en Enstone y Viry, deberían considerar la posibilidad de instalar un diesel al monoplaza de Fisichella y comprobar si de una vez y para siempre deja de calar el coche en boxes. No sé, a veces pienso que Fernando pelea contra tres.
Tampoco puedo dejar de comentar el regusto que me producen las calificaciones de ”ese no es mi problema”. Hay que agradecer al avaro de firmas y adorador de ventajas que no se retirase el año pasado. No sería justo que su trouppe de fanáticos siguiese pensando a estas alturas, que él, sobre un Minardi, estaría en mitad de parrilla. Y lo que son las cosas, lo está con un Ferrari... tan superior a los demás que era... Si Schumacher es el mejor, no sé que será Alonso. Probablemente una especie de ente tan superdotado para el pilotaje como para la atracción irracional de odios y envidias.
Españita
![[Imagen: espaita.jpg]](http://img692.imageshack.us/img692/7559/espaita.jpg)
Safety-car.net |lunes, julio 11 2005 a las 18:30
Enviado por: Españita
El caudal de lágrimas vertidas por los integrantes de la escudería McLaren comienza a parecerme patético. Cuando tu rival apuesta por la fiabilidad y tú por las prestaciones, sucede lo que estamos viendo; y lejos de pensar que ese talento finlandés de la expresividad tiene mala suerte, yo diría que se puede dar con un canto en los dientes. Sólo hay que tomar en cuenta que sobre dos carreras donde ha roto sendos propulsores, ha quedado segundo y tercero.
Mala suerte dicen... mala suerte... En Renault mejoran la especificación del motor cambiando los pistones por unos más resistentes dejando igual las prestaciones, mientras McLaren monta un nuevo Mercedes al que le añeden veinte caballos. Para que jugando con estos riesgos te salga perfecta la jugada de la fiabilidad, tienes que ir sobrado como antaño Ferrari. A los italianos, por aquellas fechas, los neumáticos les otorgaban más que lo que ahora les quitan, y eso, combinado con un excelente chasis, permitía rendir caballos guardando un buen número de revoluciones del motor. Los ingleses que no se quejen tanto; si no rompen, es un abuso.
Gimotean ahora que: ‘pobre Kimi...’ cuando para proporcionarle un vehículo muy superior al resto toman todos los riegos habidos y por haber. Hasta la fecha, la batalla es para una Renault que cuenta con Fernando Alonso como parte perfectamente integrada en una estrategia que conjuga rendimiento y fiabilidad. Si McLaren termina sin incidentes el fin de semana, es obvio que sus dos pilotos parten con mucha ventaja sobre el resto. En tales circunstancias y según el circuito, Renault sólo puede aspirar a estar lo menos lejos posible de sus oponentes. Para igualarse, los franceses cuentan con un ordenador de a bordo made in Oviedo que permite calificaciones al filo de la navaja y envidiables carreras sólo entorpecidas por las repentinas tendinitis que sufren los comisarios de Silverstone cuando hay que mostrar banderas azules a los rivales del asturiano. Si el McLaren de Montoya se disponía a rebasar doblados, pareciera que la misma muerte acechase a los rezagados, mas cuando cerca llegaba el asturiano, los amedrentados tornaban en insolentes bajo el consentimiento de los fatigados agitadores de banderas. Es una pena esta victoria de Montoya cuando a pesar de pilotar el McLaren era más lento que Fernando Alonso.
Este capítulo de 'Jenson Button y su padre van a las carreras' —lamentable realización de los hijos de la Gran Bretaña. Llegué a pensar nos pondrían una cámara subjetiva de los pies de Jenson con chanclas guiris y calcetines del abuelo. Por cierto, ¿de qué se ríe tanto el padre del artista? En fin, cosas de Guirilandia— me deja muy mal sabor de boca si tenemos en cuenta que a la superioridad mecánica hasta la fecha, los de Woking han añadido una mejor arrancada. Para contraatacar, en Enstone y Viry, deberían considerar la posibilidad de instalar un diesel al monoplaza de Fisichella y comprobar si de una vez y para siempre deja de calar el coche en boxes. No sé, a veces pienso que Fernando pelea contra tres.
Tampoco puedo dejar de comentar el regusto que me producen las calificaciones de ”ese no es mi problema”. Hay que agradecer al avaro de firmas y adorador de ventajas que no se retirase el año pasado. No sería justo que su trouppe de fanáticos siguiese pensando a estas alturas, que él, sobre un Minardi, estaría en mitad de parrilla. Y lo que son las cosas, lo está con un Ferrari... tan superior a los demás que era... Si Schumacher es el mejor, no sé que será Alonso. Probablemente una especie de ente tan superdotado para el pilotaje como para la atracción irracional de odios y envidias.
Españita