RUSH: El debate

[Alano_Spanol]

1976 (II) LAUDA DOMINA
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El primer cuarto de temporada tuvo un marcado color rojo. Las dos primeras pruebas en el hemisferio sur fueron favorables a Lauda.

El campeón ganaba en Brasil. Un GP, el brasileño, que abría la temporada tras renunciar Argentina por la delicada situación política que vivía.
Las réplicas de la renuncia de Hesketh continuaban.

Harvey Posthlewaite fichaba por Williams, que además se quedaba con las creaciones del diseñador.
También se unían Alfa Romeo y Matra al grupo de motores de 12 cilindros.
La marca francesa con Ligier y los motores italianos en Brabham.

Una de las principales novedades fue el cambio de seis velocidades que estrenaba James Hunt en su McLaren.
Eso le permitió desde el primer momento estar arriba luchando por los mejores tiempos.

Así se hizo con la pole por delante de Lauda y Jean Pierre Jarier y su Shadow. Regazzoni hacía una gran salida y se colocaba en cabeza por delante de Lauda, Hunt y Jarier.
En la vuelta nueve el suizo pinchaba. Dejaba pasar a su compañero de equipo y se defendía del de McLaren y del de Shadow.
Eso le dio a Lauda cinco segundos de ventaja. A mitad de carrera Hunt sufría problemas y dejaba vía libre a Jarier. Esto desató al francés que se lanzó a la caza del campeón austriaco.

Le tenía casi cazado a diez vueltas de llegar a la meta. Pero poco después una mancha de aceite le hacía salirse, como a Hunt, dejando vía libre a Lauda que ganaba el primer GP del año.
Depailler con Tyrrell era el segundo y Tom Pryce con Shadow completaba el podio.

Sudáfrica albergaba la segunda cita con muchas novedades en el país africano.
Ronnie Peterson abandonaba Lotus, tras el desastroso comienzo que tuvieron los nuevos monoplazas de Colín Chapman en Brasil, y volvía a March.
Chapman le sustituía con la nueva estrella sueca, Gunnar Nilsson, que amenazaba con eclipsar a su compatriota. Mario Andretti y Chris Amon también estaban en el GP.

Los entrenamientos del sábado siguieron la pauta de Brasil y de nuevo Hunt se hacía con la pole por delante de Lauda. John Watson con el Penske y Jochen Mass con el otro McLaren se hacían con la 2ª línea.
Para no desentonar con Brasil, de nuevo Hunt desperdiciaba su privilegiada posición saliendo mal.



Lauda, sin embargo, salía como un cohete mientras Hunt se dejaba seis segundos hasta que lograba pasar a Brambilla.
Pero una vez que adelantaba al italiano, no sólo no conseguía recortar distancias, si no que el austriaco las aumentaba. Hasta mitad de carrera. Ahí una conjunción de problemas ponían en jaque a Lauda.
Primero un pinchazo lento. Fruto de ese desequilibrio empezó a sufrir problemas de frenos. Y para colmo, una válvula de gasolina se le quedó abierta amenazando al de Ferrari con quedarse sin combustible.



Hunt comenzó a recortar. Mientras Lauda, magistralmente, acomodaba su ritmo a las condiciones.
El británico se echaba encima pero le costaba cogerle. Finalmente Lauda sumaba su segunda victoria consecutiva con un segundo de ventaja sobre su rival.
Jochen Mass lograba el tercer puesto tras batir a Scheckter. El sudafricano se lució en casa pero no llegó al podio.

El maravilloso trazado urbano de Long Beach acogía la tercera cita de la temporada. Última antes de que un nuevo conjunto de reglas se implantasen en España.

Los Ferrari se mostraron muy poderosos desde los primeros compases y Regazzoni se hacía con la pole por delante de Depailler.
Lauda, con problemas, era cuarto detrás de Hunt. El suizo de Ferrari salió bien y dominó de cabo a rabo ganando sin mayores problemas.

Por detrás, Lauda decidía no entrar en la lucha con Hunt y Depailler. No creía que su monoplaza estuviera en condiciones y prefirío cuidarlo.
Hunt se salía al intentar pasar al Tyrrell del francés y éste sufría un trompo. La actitud conservadora de Lauda le daba buenos frutos y secundaba a Regazzoni en el podio completando el doblete.
Depailler, que remontaba desde la séptima plaza, era tercero.




Destacar la sexta plaza de Emerson Fittipaldi y su Copersucar. Tras dos GP desastrosos, el brasileño sacaba su buen hacer en el difícil trazado urbano californiano.
Lauda con dos victorias y un segundo puesto lideraba con holgura el mundial.

Lauda 24, Depailler 10, Regazzoni 9, Mass 7, Hunt 6. Los cambios en el reglamento se aplicarían en el siguiente GP. El de España. Iba a empezar el baile.




1976 (III) UN BILLETE DE METRO
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El GP de España iba a suponer el comienzo de las hostilidades en los despachos.
La prohibición de las tomas de aire elevadas, coches algo más estrechos y la reducción del tamaño de los alerones traseros, eran las nuevas reglas más visibles.

Eso animó y mucho el parque cerrado previo a la carrera. Allí se atisbaban las mejoras y modificaciones de los equipos.

Y una sobresalía sobre todas. El nuevo Tyrrell P34. O lo que es lo mismo: ‘El Seis Ruedas’.



También el nuevo Ferrari T2, con el equipo italiano pensando en seguir dominando, con tomas de aire en los laterales del cockpit.
McLaren con su M23 buscando recuperar tiempo perdido y muchas incógnitas en los demás equipos. la retirada de Parnelli había llevado definitivamente a Mario Andretti a Lotus.

Por parte española, De Villota y Zapico no lograron entrar en la parrilla de salida.

Hubo ya amagos de reclamaciones en las primeras verificaciones. Sobre todo al McLaren. Buscando la máxima eficacia, habían intercalado una pieza entre el motor y el cambio.
Esto retrasaba el punto de anclaje del alerón trasero. Unido a ello la forma de flecha del mismo ya le permitía ganar algunos centímetros.

Y con ello llegaron los chismorreos, las miradas inquisidoras, las reuniones furtivas, las dudas. Pero no pasó nada. Al menos con eso.

La preocupación en Ferrari era, no obstante, el estado físico de Niki Lauda. El austriaco había sufrido un accidente con un tractor y se había lastimado la espalda y dos costillas.
Aún así el sábado plantó cara y se hizo con la primera línea sólo batido por Hunt. Detrás el otro McLaren de Jochen Mass y el ‘Seis Ruedas’ de Patrick Depailler.
Un excelente debut para el nuevo y sorprendente Tyrrell.

Niki Lauda batió en la salida a Hunt y se mantuvo en cabeza durante 31 vueltas con bastante calor en Madrid. No aguantó más. Los dolores le obligaron a ralentizar su ritmo.
Pero aún así fue suficiente para ser segundo tras el abandono de Mass que impidió el doblete de McLaren.

Tercero fue Gunnar Nilsson en un Lotus cada día mejor y Depailler dejó muy buena impresión con su Tyrrell, rodó tercero, hasta que los frenos, o mejor dicho su ausencia, le mandaron fuera de pista.
Daniele Audettto, que había sustituido a Luca Montezemolo como responsable de Ferrari, subió al podio a recoger el trofeo. Lauda casi no había podido bajarse del monoplaza por sus propios medios.


Pero llegaron las verificaciones y los comisarios del RACE decidieron quitarle la victoria a James Hunt. La razón: Un tren trasero 1,8 centímetros más ancho de lo estipulado.

El paddock entraba en ebullición. Teddy Mayer, responsable de McLaren, gritaba y gesticulaba cosas irreproducibles.
“No se condena a nadie por robar un billete de metro”, decía. En clara alusión a la medida que le había costado la victoria.

McLaren anunciaba su intención de apelar. Dos meses después se escucharían sus razones. De momento Lauda había dado otro golpe de mano al campeonato.
Él ganaba y ninguno de sus rivales puntuaba. Lauda 33, Depailler 10, Regazzoni 9, Mass 7, Hunt 6.