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Victor Seara: Alonso, el líder.
#1
Alonso, el líder.

Final de fiesta para la reunión anual de Ferrari en Madonna di Campiglio. Los últimos tres días fueron frenéticos para mí y eso se ha terminado notando en este blog. Primero llegó el último día en la estación de esquí, el viernes, el cual es el “día de las carreras” en Madonna. Se comienza con una competición de esquí por la mañana, y se termina con las actividades al aire libre con la carrera de karts y de coches sobre el hielo. Luego, la semana culmina con la multitudinaria despedida en una conocida discoteca de la zona. En todos esos sitios, hubo un claro ganador: Fernando Alonso. Tanto fuera como dentro de las heladas pistas en que transcurrieron todas las competiciones, ganó él. Y en los concurridos y cálidos interiores de los locales frecuentados, volvió a ganar.

El viaje de regreso fue un poco agotador. Desde Madonna hay que hacer cuatro horas de autobús hasta el aeropuerto de Malpensa, y después, en mi caso, dos vuelos. En total tres horas de avión mas esperas, lo que sumado al ajetreo de toda la semana, me terminaron pasando algo de factura ¿Mi dolencia ciática? Sigue, pero levemente mermada. De todos modos, haga lo que haga, siempre recuerdo regresar desde Madonna con un cansancio como si volviese de un GP. Y eso fue mas o menos, lo que hemos vivido. Incluso diría, como he apuntado antes, que hubo un ganador.

Antes de llegar a la concentración invernal pensaba que el gran ganador de esta semana iba a ser Valentino Rossi. Lo admito, no le conocía a fondo, pero por suponer a causa de lo que me producían las imágenes de sus proezas dentro de las pistas (y en las adyacencias de las mismas) me he equivocado. No es que el italiano debiese estar todo el tiempo haciendo gracias y saludando a la gente, pero en todo ello y en todo momento, Fernando Alonso le superó claramente: “No me siento el líder del equipo, me siento un líder” había dicho el jueves en rueda de prensa. Con algunas cosas estudiadas para la ocasión, salió reforzado dentro del equipo, aunque solo haya sido una “reunión de compañeros patrocinados por la misma marca”.

Solo en la carrera de esquí perdió. Y no es porque no lo haya intentado. Allí ganó un arriesgado Badoer, seguido por el siempre veloz Fisichella sobre la nieve. Unas horas mas tarde, Alonso dejó claro que había decidido ganar las dos carreras, la de karts primero, y la de coches más tarde. Ya lo anticipaba el speaker de la carrera: “Esto es una exhibición, pero todos quieren ganar”. Y tanto. Alonso no dio opción a nadie, ni siquiera a Rossi, que había asegurado dos días atrás que no correría ninguna de las dos carreras, y al final, se terminó animando a las dos competiciones. En la de kart, hasta sufrió un encontronazo con Jules Bianchi, probador de Ferrari, cuando comenzó a perder terreno, presumiblemente mermado por su dolencia en el brazo derecho, al cual no puede elevar mas de la altura del codo sin grandes dificultades.

Pero no solo allí se demostró quien es el líder del equipo. Lo mejor, y el broche de oro, llegó en la discoteca Zángola, al filo de la medianoche. Una vez que el habitual showman Nigel –RRPP de Ferrari- llevó a cabo su espectacular imitación de Eminem, se anunció la llegada de un misterioso mago. Y ese mago no era otro que Fernando Alonso, que subió al escenario a hacer uno de sus magníficos trucos, invitando a Roberta Valorossi (actualmente asistenta de prensa de Fernando y antigua de Rossi en MotoGP) y al mismo Valentino. Ambos ayudaron al gran mago a llevar a cabo el truco, que consistió en encontrar el dos de copas, carta elegida por el piloto de MotoGP, y a la cual el mago debía adivinar y encontrar, lo que al final hizo –el mago- dentro de un oso de peluche. La ejecución del truco fue perfecta, pero mejor fue la ejecución del acto dentro del cual estaba el truco: la mejor forma de demostrar a Rossi que el líder dentro de universo Ferrari es él, mas allá de las simpatías que provoque –justificadas- el italiano.

Se terminó el primer GP del año. Alonso ha ganado en la patria de Valentino Rossi. Para rematar la faena de un día exitoso, Fernando terminó la noche de DJ. Encaramado en el puesto del pinchadiscos, hizo bailar a todo el mundo, habló por el micro convocando a todos, especialmente a Giancarlo Fisichella, quien y se fotografió con propios y extraños sin miramientos ¿Rossi? Desaparecido después del truco de magia. Muy lejos de esos festejos que dan la vuelta al mundo cuando gana una carrera. Por cierto, me han contado que el oso de peluche terminó en otra discoteca como souvenir de alguien. Allí también se animó Fernando a seguir pinchando. ¿Felipe Massa y Nicky Hayden? Bien, estuvieron bastante desaparecidos. Solo el estadounidense se marcó un baile a ritmo de rap. Lo intentó, pero no llegó a cuajar. Massa se atrevió a cantar un estribillo en medio de un tumultuoso momento en el escenario.

Se terminó Madonna di Campiglio. Ahora, llegan momentos de “trabajo” un poco más serios. Pero démosle buena importancia a lo que deó claro Alonso allí: No es un líder, es “el” líder. Aunque con sus palabras diga lo contrario.

http://blogs.terra.es/blogs/formula1/arc...7-der.aspx
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#2
Estaba agusto ¿verdad?, como si estuviese en su casa con sus amigos y familiares
ALONSO ES LA DESCRIPCIÓN DEL PILOTO PERFECTO.

Allí dónde el amor venza al miedo, solo allí nos encontraremos.

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