03-01-2011, 16:35
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 03-01-2011, 22:13 por grandealonso.)
La prensa portuguesa ataca a Alonso
Tras el parón navideño Fernando Alonso acompañado de su mujer y unos amigos deciden pasar unos días en la isla Porto Santo para descansar antes de volver a Maranello.
Alonso y Raquel en una cena preparada por la FIA.
Fernando Alonso junto con su mujer y unos amigos decidieron pasar unos días en la isla de Porto Santo aprovechando los últimos días que el piloto de Ferrari tiene antes de volver a Italia para terminar de pulir detalles en el que será su nuevo monoplaza. Elijieron la isla potuguesa como lugar alejado de miradas curiosas que harían la estancia más agradable.
La isla, situada a 40 kilómetros de Madeira, parecía el lugar idóneo donde descansar unos días. La población local es escasa y la pasión por la F1 no es la misma que en el resto del continente por lo que los lugareños no serían una molestia notable. Siendo Fernando tan receloso de guardar su vida privada de los periodistas parecía un buen plan.
A la llegada al pequeño aeropuerto de la isla un grupo de fotógrafos y paparazzis esperaba en primera línea para hacer lo que defienden como "su trabajo". Disparando sus cámaras una y otra vez a cada movimiento del asturiano esperaron a que se acercara a ellos con la intención de que Fernando hiciera algunas declaraciones.
Con toda naturalidad y voz tranquila Alonso se dirigió a la prensa para decirles que no quería fotógrafos a su alrededor durante su estancia. "Chicos, primer fotógrafo o primera cámara que vea estos días, yo me voy mañana y digo a todo el mundo que Porto Santo es un desastre. ¿Vale? Está bien, tranquilidad.", dijo Fernando con calma.
Tras estas palabras la prensa lusitana, lejos de respetar su decisión, lo estuvieron siguiendo durante su estancia para fotografiar cada uno de sus movimientos y han sacado los comentarios fuera de contexto. Lo triste es que no solo los portugueses se han cebado con estas palabras, sino que gran parte de la prensa nacional han aprovechado para tomar partido de las mismas.
Lo han acusado de amenazar con partirle las muñecas a los fotógrafos cuando no fueron esas las palabras. Fernando hace algunos gestos con naturalidad mientras habla y los portugueses, bien por desconocimiento del idioma, bien por sensacionalismo, aprovechan para achacar esos gestos como amenazas. Lo acusan de dirigirse a ellos de forma malhumorada cuando en el video difundido por la RTP se le ve calmado. Simplemente ha pedido intimidad en su vida privada. Algo totalmente razonable.
Sabemos que en las fechas que estamos la F1 no da para muchas páginas en los diarios, pero tergiversar declaraciones para poder llenar un hueco en una página es lamentable. Por suerte, el que se sienta en el monoplaza es Fernando Alonso, bicampeón de F1, y el que está fuera de las pistas con su familia es Fernando Alonso Díaz. El uno es un personaje público y el otro una persona con su vida privada.
grandealonso
Tras el parón navideño Fernando Alonso acompañado de su mujer y unos amigos deciden pasar unos días en la isla Porto Santo para descansar antes de volver a Maranello.
Alonso y Raquel en una cena preparada por la FIA.
Fernando Alonso junto con su mujer y unos amigos decidieron pasar unos días en la isla de Porto Santo aprovechando los últimos días que el piloto de Ferrari tiene antes de volver a Italia para terminar de pulir detalles en el que será su nuevo monoplaza. Elijieron la isla potuguesa como lugar alejado de miradas curiosas que harían la estancia más agradable.
La isla, situada a 40 kilómetros de Madeira, parecía el lugar idóneo donde descansar unos días. La población local es escasa y la pasión por la F1 no es la misma que en el resto del continente por lo que los lugareños no serían una molestia notable. Siendo Fernando tan receloso de guardar su vida privada de los periodistas parecía un buen plan.
A la llegada al pequeño aeropuerto de la isla un grupo de fotógrafos y paparazzis esperaba en primera línea para hacer lo que defienden como "su trabajo". Disparando sus cámaras una y otra vez a cada movimiento del asturiano esperaron a que se acercara a ellos con la intención de que Fernando hiciera algunas declaraciones.
Con toda naturalidad y voz tranquila Alonso se dirigió a la prensa para decirles que no quería fotógrafos a su alrededor durante su estancia. "Chicos, primer fotógrafo o primera cámara que vea estos días, yo me voy mañana y digo a todo el mundo que Porto Santo es un desastre. ¿Vale? Está bien, tranquilidad.", dijo Fernando con calma.
Tras estas palabras la prensa lusitana, lejos de respetar su decisión, lo estuvieron siguiendo durante su estancia para fotografiar cada uno de sus movimientos y han sacado los comentarios fuera de contexto. Lo triste es que no solo los portugueses se han cebado con estas palabras, sino que gran parte de la prensa nacional han aprovechado para tomar partido de las mismas.
Lo han acusado de amenazar con partirle las muñecas a los fotógrafos cuando no fueron esas las palabras. Fernando hace algunos gestos con naturalidad mientras habla y los portugueses, bien por desconocimiento del idioma, bien por sensacionalismo, aprovechan para achacar esos gestos como amenazas. Lo acusan de dirigirse a ellos de forma malhumorada cuando en el video difundido por la RTP se le ve calmado. Simplemente ha pedido intimidad en su vida privada. Algo totalmente razonable.
Sabemos que en las fechas que estamos la F1 no da para muchas páginas en los diarios, pero tergiversar declaraciones para poder llenar un hueco en una página es lamentable. Por suerte, el que se sienta en el monoplaza es Fernando Alonso, bicampeón de F1, y el que está fuera de las pistas con su familia es Fernando Alonso Díaz. El uno es un personaje público y el otro una persona con su vida privada.
grandealonso