01-12-2010, 20:31
Ante de nada, pido perdón por haber tenido un tanto descuidado este blog durante un par de semanas. El final de la temporada, tanto de coches como de motos, ha sido intenso en AS y necesitaba un pequeño descanso. Así que he pasado unos días de vacaciones con el amigo Mela viajando en moto por Estados Unidos, con lo que me ha resultado imposible actualizar este espacio. Mis disculpas por tanto… y a lo que vamos.
Hace unos días, una persona muy cercana al círculo de Renault me hacía ciertas confidencias sobre la información que manejan acerca del desarrollo del Red Bull para el próximo año. Como proveedores de motores para el equipo campeón del mundo, los técnicos de la marca del rombo trabajan en sintonía con los de la escudería de la bebida energética. Y los datos que tienen apuntan a que en RBR no se han relajado lo más mínimo tras su triunfal 2010, más bien todo lo contrario.
Adrian Newey tiene sobre la mesa de dibujo un monoplaza que podría dar muchas sorpresas, o sustos, de nuevo el año que viene. La interpretación que puede hacer de las nuevas reglas mantiene en vilo a sus rivales, hasta el punto de que el propio Montezemolo ha exigido ya que la normativa sea muy clara para evitar que alguien se pueda sacar un conejo de la chistera… y que la genialidad no sea suya, claro está. Es una advertencia a las lagunas que podría presentar el alerón trasero móvil que los coches montarán el año que viene, con el objetivo (al menos teórico) de facilitar los adelantamiento cuando dos pilotos rueden a menos de un segundo de distancia.
Que Newey es responsable de un elevado porcentaje de los sensacionales resultados de Vettel y Webber es algo que nadie pone ya en duda. El motor Renault no es el mejor de la parrilla, eso también es obvio, pero la clave del asunto es que en Red Bull son capaces de exprimir su potencial hasta extremos que ningún otro equipo puede hacerlo con sus propulsores. En el caso concreto de Renault, el coche de Newey aventaja en veinte puntos porcentuales al propio equipo del rombo en su capacidad de aprovechar la potencia disponible. Una auténtica barbaridad en un mundo en el que la distancia que separa el éxito del fracaso suele ser insignificante…
Lo que asusta es atisbar en el horizonte la posibilidad de que la tendencia puede mantenerse en un futuro inmediato. El consuelo que nos queda es que los rivales de Red Bull ya están escarmentados y supongo que se aplicarán el cuento, que intentarán evitar que Newey, más que sus pilotos, les saque vuelta a la hora de diseñar el coche, el momento crítico en el que se fragua el éxito de toda una temporada.
Iremos viendo cómo se desarrollan los acontecimientos, pero lo que ya parece evidente es que el invierno será de trabajo duro en los cuarteles generales de todos aquéllos que pretendan poner en entredicho la hegemonía de Red Bull.
http://blogs.as.com/raul_romojaro/
Hace unos días, una persona muy cercana al círculo de Renault me hacía ciertas confidencias sobre la información que manejan acerca del desarrollo del Red Bull para el próximo año. Como proveedores de motores para el equipo campeón del mundo, los técnicos de la marca del rombo trabajan en sintonía con los de la escudería de la bebida energética. Y los datos que tienen apuntan a que en RBR no se han relajado lo más mínimo tras su triunfal 2010, más bien todo lo contrario.
Adrian Newey tiene sobre la mesa de dibujo un monoplaza que podría dar muchas sorpresas, o sustos, de nuevo el año que viene. La interpretación que puede hacer de las nuevas reglas mantiene en vilo a sus rivales, hasta el punto de que el propio Montezemolo ha exigido ya que la normativa sea muy clara para evitar que alguien se pueda sacar un conejo de la chistera… y que la genialidad no sea suya, claro está. Es una advertencia a las lagunas que podría presentar el alerón trasero móvil que los coches montarán el año que viene, con el objetivo (al menos teórico) de facilitar los adelantamiento cuando dos pilotos rueden a menos de un segundo de distancia.
Que Newey es responsable de un elevado porcentaje de los sensacionales resultados de Vettel y Webber es algo que nadie pone ya en duda. El motor Renault no es el mejor de la parrilla, eso también es obvio, pero la clave del asunto es que en Red Bull son capaces de exprimir su potencial hasta extremos que ningún otro equipo puede hacerlo con sus propulsores. En el caso concreto de Renault, el coche de Newey aventaja en veinte puntos porcentuales al propio equipo del rombo en su capacidad de aprovechar la potencia disponible. Una auténtica barbaridad en un mundo en el que la distancia que separa el éxito del fracaso suele ser insignificante…
Lo que asusta es atisbar en el horizonte la posibilidad de que la tendencia puede mantenerse en un futuro inmediato. El consuelo que nos queda es que los rivales de Red Bull ya están escarmentados y supongo que se aplicarán el cuento, que intentarán evitar que Newey, más que sus pilotos, les saque vuelta a la hora de diseñar el coche, el momento crítico en el que se fragua el éxito de toda una temporada.
Iremos viendo cómo se desarrollan los acontecimientos, pero lo que ya parece evidente es que el invierno será de trabajo duro en los cuarteles generales de todos aquéllos que pretendan poner en entredicho la hegemonía de Red Bull.
http://blogs.as.com/raul_romojaro/