Blog el paddock de Nira

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EL PADDOCK DE NIRA

I love Melbourne

Nira Juanco Alonso

Ya se puede decir que ha comenzado oficialmente la temporada 2012. La acreditación que te permite el acceso a los paddocks de todos los circuitos de todo el calendario ya está en mi poder! Es mi tesoro! Y el de todos los periodistas y fotógrafos que hacíamos hoy cola para recogerla. Nos sentíamos como niños el día de Reyes.


El equipo con las acreditaciones | Foto: Nira Juanco

No ha sido la única alegría del día. Llevo 4 años viniendo a Australia y hasta hoy no había visto ni un sólo koala, ni un sólo canguro ni nada que se le pareciera! Y hoy por fin los he visto y tocado. No, no eran de peluches y sí, he tenido que ir al zoo para disfrutar de ellos. Pero qué más da! Ahí estaba yo más feliz incluso que el piloto mexicano Sergio Pérez que ha estado a punto de llevarse el koala a casa.


El equipo con un koala | Foto: Nira Juanco

Pero no ha sido la única especie autóctona australiana con la que me he topado estos días. Ayer fui a correr por la costa y era todo perfecto, idílico. El atardecer, un cielo azul eléctrico hipnotizante, australianos con torso descubierto y cuerpos de vigilantes de la playa corriendo a mi lado...y de repente se me cruza un roedor asqueroso al que aquí deben de apreciar mucho porque venden hasta peluches de esa especie de rata en las tiendas! El caso es que me estropeó mi momento ejercicio porque el corazón y el pulso no se recuperaron del susto.

Siguiendo con el parte de incidentes, el lunes queríamos ir a montar en bici por los kilómetro y kilómetros de costa de Melbourne. ¿Y qué pasó? Que el único día que no abrían las tiendas de alquiler de bici era el lunes porque era festivo en Australia: día del trabajador (lo que a nosotros el 1 de mayo). Murphy y su dichosa ley.

Decidimos pues ir a pasear. Y dice la bocazas de mí: "oye chavales, estos días poneros crema que ya sabéis que aquí el sol quema muchísimo". Todos asentimos pero ahí nadie echó mano al bote. Y así volvimos y así estamos, especialmente Jacobo y yo, cual "gusiluz" capaces de alumbrar cualquier sala a oscuras. Desde entonces él y Alvarito (el cámara) van a todos lados con capucha protegiéndose hasta las cejas del sol y dando un poco de miedito. Además Alvarito vino en el avión con un granito en el ojo que se ha convertido en una ser con vida propia. Su infección ocular nos llevó a un centro médico y a comprobar que aquí los doctores van en bermudas y sandalias. Comodidad ante todo.

A lo mejor es que "vienen de" o "van a" la playa que aquí son todo un espectáculo. Por ejemplo los perros disponen de playa propia donde bañarse! O si quieres casarte en la playa a plena luz y rodeados de gente, éste es el lugar. Ayer sin ir más lejos, presenciamos una boda de una pareja de japoneses con orquesta de cuerda incluida y me sentí como en una peli americana de esas pastelosas...


Una boda en la playa de Melbourne | Foto: Nira Juanco


La orquesta de la boda en la playa


Entrada al circuito de Melbourne


Un canguro parlanchín


¡Vaya coche!


Vistas desde la playa

Creo que queda claro que me encanta Melbourne y que es el lugar ideal para empezar la temporada. Así que... QUE COMIENCE EL ESPECTÁCULO DE UNA VEZ!