25-04-2012, 00:50
LA HORA DE LA VERDAD
Estamos en la encrucijada, señores. De un lado el camino de la derrota, las mejoras no dan los resultados del tunel de viento, los escapes no permiten pegarse mas al asfalto, la traccion es inexistente. De otra lado el camino de la victoria, las mejoras aúpan a los bólidos rojos a la pelea por el campeonato, los escapes lanzan la estela de la victoria, la traccion es el rugido de un leon que despierta. ¿Que no deparará Mugello? No hay mas caminos este año. Estamos en la encrucijada, sí, señores y dos guerreros de la velocidad miran a izquierda y derecha para otear su destino, sin saber qué final les deparará esta encrucijada.
Un hombre, un guerrero, el jefe de los ejércitos del caballo ha cumplido su promesa, ha contenido al enemigo sin sucumbir, su resistencia ha sido titánica y ha dado tiempo, el tiempo que le pidieron que aguantase prometiéndole el éxito, el futuro, la victoria.
Una promesa ha de cumplirse, se dice el general rojo. Un segundo, tan solo un segundo.
El campo de batalla les aguarda en Barcelona, sus hombres aprietan las filas y saludan al general, en él han puesto sus vidas. Alonso, el general rojo, les ha prometido la victoria, en esta la hora de la verdad. Si ellos cumplen su promesa el general cumplrá la suya. Siempre lo hace.
Estamos en la encrucijada, señores. De un lado el camino de la derrota, las mejoras no dan los resultados del tunel de viento, los escapes no permiten pegarse mas al asfalto, la traccion es inexistente. De otra lado el camino de la victoria, las mejoras aúpan a los bólidos rojos a la pelea por el campeonato, los escapes lanzan la estela de la victoria, la traccion es el rugido de un leon que despierta. ¿Que no deparará Mugello? No hay mas caminos este año. Estamos en la encrucijada, sí, señores y dos guerreros de la velocidad miran a izquierda y derecha para otear su destino, sin saber qué final les deparará esta encrucijada.
Un hombre, un guerrero, el jefe de los ejércitos del caballo ha cumplido su promesa, ha contenido al enemigo sin sucumbir, su resistencia ha sido titánica y ha dado tiempo, el tiempo que le pidieron que aguantase prometiéndole el éxito, el futuro, la victoria.
Una promesa ha de cumplirse, se dice el general rojo. Un segundo, tan solo un segundo.
El campo de batalla les aguarda en Barcelona, sus hombres aprietan las filas y saludan al general, en él han puesto sus vidas. Alonso, el general rojo, les ha prometido la victoria, en esta la hora de la verdad. Si ellos cumplen su promesa el general cumplrá la suya. Siempre lo hace.