12-01-2011, 09:18
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 12-01-2011, 09:30 por narnia.)
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La nieve, desde la barrera
Una leve rotura muscular impide a Alonso esquiar en la primera jornada en Madonna di Campiglio
08:03
ÁLVARO FAES Niebla y nieve en el paraíso bajo cero de Ferrari. Sólo unos pocos valientes se atreven a adentrarse en las pistas. Ganan altura y el telecabina se pierde entre la niebla. Esquían a tientas y aparecen al mediodía para el almuerzo en el Cascina Zeledra, a 1.700 metros. Un refugio entre pinos centenarios acostumbrados a soportar sin quebrarse toneladas de nieve. En la mesa, pasta, tiramisú y café. Espresso, por supuesto. En una mesa, Fernando Alonso apura el plato y le explica algo a Giancarlo Fisichella. Risas.
Termina la comida y el asturiano se retira al hotel. No se ha lanzado a la nieve aunque el año pasado una de las atracciones fue verle bajar como una bala por las laderas dolomíticas. Está lesionado. Una pequeña rotura de fibras y el consejo de los médicos le dejan sin ponerse el mono de esquiador. La cita buena de la semana es el viernes, el momento del eslalon gigante. No quiere perderse la competición con sus compañeros de escudería, aunque el «pinchacito» en la pierna le pide reposo.
«Llevo una semana sentado en el sofá», dice mientras desciende las escaleras hacia la puerta. No es del todo cierto porque, aunque sin su amada bicicleta y sin sus pachanguitas de fútbol, sí que ha trabajado en el gimnasio para ajustar su peso a las necesidades del coche por el regreso del kers.
No está Alonso ni mucho menos preocupado por la lesión. Dice que es algo habitual de los inviernos, sólo que en otras ocasiones el asunto no trasciende.
El asturiano anda tranquilo. Aquí conoce a todos, no hay de quien desconfiar. Devoró pasta en la mesa de Ferrari, junto a su mánager, Fisichella y Marc Gené. En la otra punta, Felipe Massa, escoltado por su hermano Dudu y los tres amigos que ya se han convertido en habituales de la semana blanca ferrarista. Hay escaso contacto entre los clanes de ambos pilotos.
Muy cerca anda la tropa de Ducati, con el estadounidense Nicky Hayden a la cabeza. Marlboro, patrocinador silencioso (no puede colocar su logo por la prohibición de anunciar tabaco) de Ferrari y Ducati, reúne a lo mejor de Moto GP y a la crema de la Fórmula 1.
Esta semana la estrella es Valentino Rossi. Ayer tuvo que madrugar (lo odia) para su primera rueda de prensa. «¿Qué tal tu primer día de rosso?», le preguntan desde una esquina. «Mal, no esperaba que me fuerais a preguntar tanto tiempo», la broma del muchacho de Tavulia da muestra de su carácter.
Rossi no se animó a subir al refugio para el almuerzo. Se quedó en el hotel. Por supuesto, tampoco esquió. Está en plena rehabilitación de una lesión en el hombro de la que le operaron en noviembre. «Hasta mayo no estaré perfecto», dice quien afronta como italiano el reto de hacer campeona del mundo a una moto italiana.
Adiós al duelo con Alonso en la nieve y también al esperado sobre el hielo. El nonacampeón de motos avisa de que no estará para la carrera de 4x4 en el lago helado de Madonna di Campiglio. Es probable que se vaya antes. En su primer día en la montaña Vale estuvo escurridizo. Incluso llegó a la «concentración» de Madonna con un notable retraso sobre el horario previsto. Según llegó, y en medio de una nube de fotógrafos, lo primero que hizo fue abrazarse con Fernando Alonso. Dos estrellas en casas hermanas.
http://www.lne.es/deportes/2011/01/12/ni...18526.html
Alonso arranca al ralentí
El primer contacto con la nieve en la estación de Madonna di Campiglio comienza con las ausencias del piloto de Ferrari y de Rossi El asturiano, más delgado que nunca, arrastra una pequeña lesión muscular
12 de enero de 2011
E. ALONSO | GIJÓN..-
Fabrizio Borra, fisioterapeuta y persona de máxima confianza, y Edoardo Bendinelli, fisioterapeuta y también cuñado -está casado con su hermana Lorena-, son, sin duda, dos de las personas más ligadas a los éxitos de Fernando Alonso. Trabajan lejos de los focos, siempre en un segundo plano, pero, cuando el doble campeón del mundo necesita estar al 100%, allí están ambos.
No es una tarea fácil. El piloto asturiano debe estar preparado a fondo. Preparado para las exigencias de las curvas, la inercia, la presión del asiento... Pero, además, esta temporada debe parecer, y estar, más esbelto si cabe. Vamos, más delgado, más fino. Y todo ello le ha pasado factura en forma de pequeña molestia muscular en su pierna derecha.
La jornada de ayer en Madonna di Campiglio discurrió bajo un ambiente distendido, con el primer contacto con la nieve y con dos notables ausencias. Dos que podrían cambiar sus papeles. Fernando Alonso, que guarda entre sus pertenencias una Desmosedici RR de 989 centímetros cúbicos y 200 caballos de potencia, réplica de la de MotoGP, con la que Ducati le obsequió, y Valentino Rossi, que espera para subirse quizás algún día de nuevo a un Ferrari.
El italiano saludó al asturiano en el refugio a la hora del desayuno, en uno de los escasos descansos de la semana festiva de Ferrari, Ducati y el patrocinador principal de ambos, Philip Morris, en la mítica estación de los Dolomitas, que sirve de inicio oficioso de la pretemporada. Pero Fernando, en esta ocasión y a diferencia de lo ocurrido el año pasado, no se calzó ni las botas de esquí. Al menos en esta primera jornada.
Horas de descanso
Borra, su preparador físico en Minardi, Renault, McLaren y ahora en Ferrari, le diseñó un plan muy poco del gusto del piloto. Como cualquier otro deportista, puede caminar, ir de visita, pero no correr ni hacer cualquier tipo de esfuerzo físico. Desde el entorno del Alonso se había mantenido en secreto su problema físico ya que no tiene mayor trascendencia a estas alturas del año, a dos meses del inicio del Mundial y con casi tres semanas de margen antes de sentarse en el nuevo monoplaza. Pero ayer no tuvo más remedio que darle publicidad cuando el de Ferrari se dedicó a descansar y dejó aparcados los esquíes.
La jornada tampoco invitaba mucho al esquí ya que la niebla, acompañada por una nevada sin interrupción, tomó la estación dolomítica. Borra, que prepara cualquier asunto relacionado con el estado físico del piloto, recomendó al ovetense descanso y los máximo cuidados para su pequeña lesión en la pierna derecha.
Pese al parón invernal, Fernando no ha dejado a un lado el trabajo físico. Ni en sus vacaciones en la isla portuguesa de Porto Santo. Sus allegados garantizan que el asturiano ha cumplido. El objetivo ha sido adelgazar, al menos, tres kilos, de los 68 a los 65 -justo a la inversa de lo ocurrido el año pasado-, para compensar los 30 kilos del Kers, de nuevo en liza esta temporada, y poder utilizar lastres allí donde sea necesario. ¿La receta? Nada especial. Mucha bicicleta, ya que es al especialidad deportiva que más se ajusta a su programa, y una dieta equilibrada, en la que reinan las verduras, la pasta y las ensaladas sobre la carne y el pescado.
Por lo que también habrá que esperar será por el esperado duelo entre Alonso y Rossi, aún renqueante de la operación del hombro derecho a la que fue sometido a mediados de noviembre. Lógicamente, el italiano tampoco esquió ayer ni está para fiestas porque lo que más le preocupa ahora es recuperarse cuanto antes para poner a punto la nueva Ducati GP11, que será presentada hoy.
Por su parte, Stefano Domenicalli, el capo de Ferrari, hablará hoy de los cambios en el organigrama de la 'Scuderia': la llegada de Neil Martin y Pat Fry y la salida de Chris Dyer.
http://formula1.elcomerciodigital.com/no...10112.html
La nieve, desde la barrera
Una leve rotura muscular impide a Alonso esquiar en la primera jornada en Madonna di Campiglio
08:03
ÁLVARO FAES Niebla y nieve en el paraíso bajo cero de Ferrari. Sólo unos pocos valientes se atreven a adentrarse en las pistas. Ganan altura y el telecabina se pierde entre la niebla. Esquían a tientas y aparecen al mediodía para el almuerzo en el Cascina Zeledra, a 1.700 metros. Un refugio entre pinos centenarios acostumbrados a soportar sin quebrarse toneladas de nieve. En la mesa, pasta, tiramisú y café. Espresso, por supuesto. En una mesa, Fernando Alonso apura el plato y le explica algo a Giancarlo Fisichella. Risas.
Termina la comida y el asturiano se retira al hotel. No se ha lanzado a la nieve aunque el año pasado una de las atracciones fue verle bajar como una bala por las laderas dolomíticas. Está lesionado. Una pequeña rotura de fibras y el consejo de los médicos le dejan sin ponerse el mono de esquiador. La cita buena de la semana es el viernes, el momento del eslalon gigante. No quiere perderse la competición con sus compañeros de escudería, aunque el «pinchacito» en la pierna le pide reposo.
«Llevo una semana sentado en el sofá», dice mientras desciende las escaleras hacia la puerta. No es del todo cierto porque, aunque sin su amada bicicleta y sin sus pachanguitas de fútbol, sí que ha trabajado en el gimnasio para ajustar su peso a las necesidades del coche por el regreso del kers.
No está Alonso ni mucho menos preocupado por la lesión. Dice que es algo habitual de los inviernos, sólo que en otras ocasiones el asunto no trasciende.
El asturiano anda tranquilo. Aquí conoce a todos, no hay de quien desconfiar. Devoró pasta en la mesa de Ferrari, junto a su mánager, Fisichella y Marc Gené. En la otra punta, Felipe Massa, escoltado por su hermano Dudu y los tres amigos que ya se han convertido en habituales de la semana blanca ferrarista. Hay escaso contacto entre los clanes de ambos pilotos.
Muy cerca anda la tropa de Ducati, con el estadounidense Nicky Hayden a la cabeza. Marlboro, patrocinador silencioso (no puede colocar su logo por la prohibición de anunciar tabaco) de Ferrari y Ducati, reúne a lo mejor de Moto GP y a la crema de la Fórmula 1.
Esta semana la estrella es Valentino Rossi. Ayer tuvo que madrugar (lo odia) para su primera rueda de prensa. «¿Qué tal tu primer día de rosso?», le preguntan desde una esquina. «Mal, no esperaba que me fuerais a preguntar tanto tiempo», la broma del muchacho de Tavulia da muestra de su carácter.
Rossi no se animó a subir al refugio para el almuerzo. Se quedó en el hotel. Por supuesto, tampoco esquió. Está en plena rehabilitación de una lesión en el hombro de la que le operaron en noviembre. «Hasta mayo no estaré perfecto», dice quien afronta como italiano el reto de hacer campeona del mundo a una moto italiana.
Adiós al duelo con Alonso en la nieve y también al esperado sobre el hielo. El nonacampeón de motos avisa de que no estará para la carrera de 4x4 en el lago helado de Madonna di Campiglio. Es probable que se vaya antes. En su primer día en la montaña Vale estuvo escurridizo. Incluso llegó a la «concentración» de Madonna con un notable retraso sobre el horario previsto. Según llegó, y en medio de una nube de fotógrafos, lo primero que hizo fue abrazarse con Fernando Alonso. Dos estrellas en casas hermanas.
http://www.lne.es/deportes/2011/01/12/ni...18526.html
Alonso arranca al ralentí
El primer contacto con la nieve en la estación de Madonna di Campiglio comienza con las ausencias del piloto de Ferrari y de Rossi El asturiano, más delgado que nunca, arrastra una pequeña lesión muscular
12 de enero de 2011
E. ALONSO | GIJÓN..-
Fabrizio Borra, fisioterapeuta y persona de máxima confianza, y Edoardo Bendinelli, fisioterapeuta y también cuñado -está casado con su hermana Lorena-, son, sin duda, dos de las personas más ligadas a los éxitos de Fernando Alonso. Trabajan lejos de los focos, siempre en un segundo plano, pero, cuando el doble campeón del mundo necesita estar al 100%, allí están ambos.
No es una tarea fácil. El piloto asturiano debe estar preparado a fondo. Preparado para las exigencias de las curvas, la inercia, la presión del asiento... Pero, además, esta temporada debe parecer, y estar, más esbelto si cabe. Vamos, más delgado, más fino. Y todo ello le ha pasado factura en forma de pequeña molestia muscular en su pierna derecha.
La jornada de ayer en Madonna di Campiglio discurrió bajo un ambiente distendido, con el primer contacto con la nieve y con dos notables ausencias. Dos que podrían cambiar sus papeles. Fernando Alonso, que guarda entre sus pertenencias una Desmosedici RR de 989 centímetros cúbicos y 200 caballos de potencia, réplica de la de MotoGP, con la que Ducati le obsequió, y Valentino Rossi, que espera para subirse quizás algún día de nuevo a un Ferrari.
El italiano saludó al asturiano en el refugio a la hora del desayuno, en uno de los escasos descansos de la semana festiva de Ferrari, Ducati y el patrocinador principal de ambos, Philip Morris, en la mítica estación de los Dolomitas, que sirve de inicio oficioso de la pretemporada. Pero Fernando, en esta ocasión y a diferencia de lo ocurrido el año pasado, no se calzó ni las botas de esquí. Al menos en esta primera jornada.
Horas de descanso
Borra, su preparador físico en Minardi, Renault, McLaren y ahora en Ferrari, le diseñó un plan muy poco del gusto del piloto. Como cualquier otro deportista, puede caminar, ir de visita, pero no correr ni hacer cualquier tipo de esfuerzo físico. Desde el entorno del Alonso se había mantenido en secreto su problema físico ya que no tiene mayor trascendencia a estas alturas del año, a dos meses del inicio del Mundial y con casi tres semanas de margen antes de sentarse en el nuevo monoplaza. Pero ayer no tuvo más remedio que darle publicidad cuando el de Ferrari se dedicó a descansar y dejó aparcados los esquíes.
La jornada tampoco invitaba mucho al esquí ya que la niebla, acompañada por una nevada sin interrupción, tomó la estación dolomítica. Borra, que prepara cualquier asunto relacionado con el estado físico del piloto, recomendó al ovetense descanso y los máximo cuidados para su pequeña lesión en la pierna derecha.
Pese al parón invernal, Fernando no ha dejado a un lado el trabajo físico. Ni en sus vacaciones en la isla portuguesa de Porto Santo. Sus allegados garantizan que el asturiano ha cumplido. El objetivo ha sido adelgazar, al menos, tres kilos, de los 68 a los 65 -justo a la inversa de lo ocurrido el año pasado-, para compensar los 30 kilos del Kers, de nuevo en liza esta temporada, y poder utilizar lastres allí donde sea necesario. ¿La receta? Nada especial. Mucha bicicleta, ya que es al especialidad deportiva que más se ajusta a su programa, y una dieta equilibrada, en la que reinan las verduras, la pasta y las ensaladas sobre la carne y el pescado.
Por lo que también habrá que esperar será por el esperado duelo entre Alonso y Rossi, aún renqueante de la operación del hombro derecho a la que fue sometido a mediados de noviembre. Lógicamente, el italiano tampoco esquió ayer ni está para fiestas porque lo que más le preocupa ahora es recuperarse cuanto antes para poner a punto la nueva Ducati GP11, que será presentada hoy.
Por su parte, Stefano Domenicalli, el capo de Ferrari, hablará hoy de los cambios en el organigrama de la 'Scuderia': la llegada de Neil Martin y Pat Fry y la salida de Chris Dyer.
http://formula1.elcomerciodigital.com/no...10112.html
" creo que he pasado toda mi vida, los nueve últimos años de mi carrera en la Fórmula 1 preparándome para este momento, para estar listo. Al fin ha llegado." Fernando Alonso (30/09/09)