17-01-2011, 16:18
04 – La trampa (primera parte)
Publicado el 17/01/2011 por Carlos Castellá
En el primer GP de la temporada, Australia, McLaren se quejó ante la FIA de que el fondo del F-2007 flexionaba, y por tanto cambiaba su distancia con respecto al suelo de forma irreglamentaria, o al menos, dudosa. La FIA clarificó la norma dando por bueno el fondo de Ferrari, lo cual no gustó a McLaren, en un episodio que parecía uno de tantos litigios entre equipos y comisarios de la FIA.
Sin embargo según se supo mucho después, McLaren había sido avisada de como era el fondo plano por los mails que intercambiaban Stepney y Coughlan, y cuyas informaciones este último divulgaba en McLaren. Las informaciones eran tan precisas que incluso llegó a decirles que Raikkonen pararía en la vuelta 18 del Gran Premio de Australia, como así fue.
Así pues, había informaciones que circulaban desde el principio de temporada, y sabemos seguro que McLaren disponía de ellas, pero ¿había alguien más que recibía estas informaciones? Aunque no lo reconoció en ningún momento, ni tenía porqué hacerlo al menos públicamente, Fry debía estar al tanto de ellas, y dándose cuenta del peligro que significaba recibir esta clase de información, se lo comunicó a Jean Todt y a Max Mosley. Dos años antes, Honda fue pillada en plena temporada haciendo trampas con su doble depósito, lo que le costó la anulación de todos los puntos, aunque se le dejó seguir en el Mundial a condición de no reincidir.
Fry debió tener esto presente cuando se dio cuenta de que había estado negociando con un hombre proscrito en Ferrari, y que probablemente estaba vendiendo o pasando información a McLaren como se la pasaba a él y quien sabe si a alguien más. Ante esta circunstancia, lo lógico es que informara a la FIA de sus conversaciones, al menos para curarse en salud, y también a Ferrari, alertando a ambos de sus sospechas. Todt tenía vigilado a Stepney, pero no sabía exactamente lo que éste podía estar haciendo. El aviso de Fry pudo ser decisivo en este aspecto, porque a partir de entonces en Ferrari ya sabían lo que tenían que perseguir.
En 2003 ya tuvieron un problema de fuga de información, cuando dos técnicos del equipo, Mauro Iacconi y Angelo Santini, se llevaron documentación confidencial a Toyota. El caso fue denunciado, y precisamente a principios de 2007 salió la sentencia que les declaraba culpables. Es muy poco probable que con un antecedente tan cercano Ferrari no tuviera controlado a quien, además, tenían poco menos que “arrestado”, así que ante la conjetura de que Stepney podía estar filtrando información, reforzaron la vigilancia sobre él. Meses más tarde se sospechó que había intentado sabotear los F2007 cuando se encontraron unos extraños polvos de color blanco en el interior de los depósitos, pero eso no pasó de ser una mera especulación que nunca pudo probarse.
Si esto fue así, tenemos la siguiente situación, en el mes de marzo: el campeonato empieza de forma muy intensa, con la lucha Ferrari-McLaren que les convierte en únicos aspirantes al título. En Ferrari tienen a Stepney vigilado, a pesar de lo cual éste se las ingenia para enviar información a Coughlan, y probablemente a alguien más (¿Honda? ¿Renault?), para demostrar que está al tanto de todo y que es una buena pieza para quien lo fiche.
Ferrari sabe que tiene una fuga de información, pero no tiene pruebas, o si las tiene, es probable que las esté obteniendo de forma irregular, haciendo seguir a Stepney e interviniendo sus teléfonos personales, pero de forma privada, sin denuncia y sin autorización judicial. Meses después estas informaciones serían “validadas” por la policía italiana y aportadas como prueba, tanto en los tribunales como ante la FIA, pero en esa época esa información es peligrosa y por tanto quien la está obteniendo tiene que ir con mucho cuidado. Y Nick Fry, u Honda, el sueño de Stepney, se encuentra en medio sin comerlo ni beberlo, y opta por resguardarse comunicando lo que sabe a Ferrari y a la FIA. Todas las partes son muy cautas, porque todo son sospechas, conjuras, suposiciones e indicios, pero ninguna certeza.
Y así llegamos al mes de Abril. Tras los tres primeros grandes premios, el mundial tiene una pausa de casi un mes hasta el GP de España en Catalunya, pero dos semanas antes hay una sesión de test en el mismo circuito, al que acuden todos los equipos para preparar el GP y para seguir su ritmo normal de trabajo. En estos test está presente Coughlan, pero extrañamente también Stepney.
Ambos están alojados en hoteles cercanos al circuito, así que la noche del día 28 deciden ir a cenar lejos de miradas indiscretas. Se van al puerto de Barcelona, al restaurante “La Marina – Moncho’s” (foto de la entrada) al lado del hotel Arts, que es donde habitualmente se aloja el staff del equipo McLaren durante los grandes premios. Y fue en el coche, cuando ambos iban (o volvían) del restaurante que Stepney le propuso a su amigo que le “echara un vistazo al dossier que había en el asiento de atrás”. Coughlan, según declaró después, impulsado por la “lógica curiosidad de ingeniero” se miró aquel voluminoso dossier de 780 páginas, y a propuesta de su colega, se lo quedó.
Habían caído en la trampa.
http://carloscastella.wordpress.com/2011...era-parte/
Publicado el 17/01/2011 por Carlos Castellá
En el primer GP de la temporada, Australia, McLaren se quejó ante la FIA de que el fondo del F-2007 flexionaba, y por tanto cambiaba su distancia con respecto al suelo de forma irreglamentaria, o al menos, dudosa. La FIA clarificó la norma dando por bueno el fondo de Ferrari, lo cual no gustó a McLaren, en un episodio que parecía uno de tantos litigios entre equipos y comisarios de la FIA.
Sin embargo según se supo mucho después, McLaren había sido avisada de como era el fondo plano por los mails que intercambiaban Stepney y Coughlan, y cuyas informaciones este último divulgaba en McLaren. Las informaciones eran tan precisas que incluso llegó a decirles que Raikkonen pararía en la vuelta 18 del Gran Premio de Australia, como así fue.
Así pues, había informaciones que circulaban desde el principio de temporada, y sabemos seguro que McLaren disponía de ellas, pero ¿había alguien más que recibía estas informaciones? Aunque no lo reconoció en ningún momento, ni tenía porqué hacerlo al menos públicamente, Fry debía estar al tanto de ellas, y dándose cuenta del peligro que significaba recibir esta clase de información, se lo comunicó a Jean Todt y a Max Mosley. Dos años antes, Honda fue pillada en plena temporada haciendo trampas con su doble depósito, lo que le costó la anulación de todos los puntos, aunque se le dejó seguir en el Mundial a condición de no reincidir.
Fry debió tener esto presente cuando se dio cuenta de que había estado negociando con un hombre proscrito en Ferrari, y que probablemente estaba vendiendo o pasando información a McLaren como se la pasaba a él y quien sabe si a alguien más. Ante esta circunstancia, lo lógico es que informara a la FIA de sus conversaciones, al menos para curarse en salud, y también a Ferrari, alertando a ambos de sus sospechas. Todt tenía vigilado a Stepney, pero no sabía exactamente lo que éste podía estar haciendo. El aviso de Fry pudo ser decisivo en este aspecto, porque a partir de entonces en Ferrari ya sabían lo que tenían que perseguir.
En 2003 ya tuvieron un problema de fuga de información, cuando dos técnicos del equipo, Mauro Iacconi y Angelo Santini, se llevaron documentación confidencial a Toyota. El caso fue denunciado, y precisamente a principios de 2007 salió la sentencia que les declaraba culpables. Es muy poco probable que con un antecedente tan cercano Ferrari no tuviera controlado a quien, además, tenían poco menos que “arrestado”, así que ante la conjetura de que Stepney podía estar filtrando información, reforzaron la vigilancia sobre él. Meses más tarde se sospechó que había intentado sabotear los F2007 cuando se encontraron unos extraños polvos de color blanco en el interior de los depósitos, pero eso no pasó de ser una mera especulación que nunca pudo probarse.
Si esto fue así, tenemos la siguiente situación, en el mes de marzo: el campeonato empieza de forma muy intensa, con la lucha Ferrari-McLaren que les convierte en únicos aspirantes al título. En Ferrari tienen a Stepney vigilado, a pesar de lo cual éste se las ingenia para enviar información a Coughlan, y probablemente a alguien más (¿Honda? ¿Renault?), para demostrar que está al tanto de todo y que es una buena pieza para quien lo fiche.
Ferrari sabe que tiene una fuga de información, pero no tiene pruebas, o si las tiene, es probable que las esté obteniendo de forma irregular, haciendo seguir a Stepney e interviniendo sus teléfonos personales, pero de forma privada, sin denuncia y sin autorización judicial. Meses después estas informaciones serían “validadas” por la policía italiana y aportadas como prueba, tanto en los tribunales como ante la FIA, pero en esa época esa información es peligrosa y por tanto quien la está obteniendo tiene que ir con mucho cuidado. Y Nick Fry, u Honda, el sueño de Stepney, se encuentra en medio sin comerlo ni beberlo, y opta por resguardarse comunicando lo que sabe a Ferrari y a la FIA. Todas las partes son muy cautas, porque todo son sospechas, conjuras, suposiciones e indicios, pero ninguna certeza.
Y así llegamos al mes de Abril. Tras los tres primeros grandes premios, el mundial tiene una pausa de casi un mes hasta el GP de España en Catalunya, pero dos semanas antes hay una sesión de test en el mismo circuito, al que acuden todos los equipos para preparar el GP y para seguir su ritmo normal de trabajo. En estos test está presente Coughlan, pero extrañamente también Stepney.
Ambos están alojados en hoteles cercanos al circuito, así que la noche del día 28 deciden ir a cenar lejos de miradas indiscretas. Se van al puerto de Barcelona, al restaurante “La Marina – Moncho’s” (foto de la entrada) al lado del hotel Arts, que es donde habitualmente se aloja el staff del equipo McLaren durante los grandes premios. Y fue en el coche, cuando ambos iban (o volvían) del restaurante que Stepney le propuso a su amigo que le “echara un vistazo al dossier que había en el asiento de atrás”. Coughlan, según declaró después, impulsado por la “lógica curiosidad de ingeniero” se miró aquel voluminoso dossier de 780 páginas, y a propuesta de su colega, se lo quedó.
Habían caído en la trampa.
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" creo que he pasado toda mi vida, los nueve últimos años de mi carrera en la Fórmula 1 preparándome para este momento, para estar listo. Al fin ha llegado." Fernando Alonso (30/09/09)