30-01-2011, 08:46
EDUARDO ALONSO | GIJÓN..-
Fernando Alonso repasaba mentalmente un enorme dossier. En su afiliado rostro -más acentuado que nunca-, una perilla y un bigote ya con fecha de caducidad -«en Bahrein tendré un 'look' más normal porque a mi madre no le gusta el que tengo ahora», aseguró-. En sus ojos, un brillo de ambición. Hace un año, en sus palabras dejaban entrever un profundo conocimiento del retraso de su máquina y del potencial de los monoplazas de la bebida energética. Y el Mundial acabó en otras manos. Sin embargo, ayer, ante el flamante F150, sus sensaciones eran bien distintas.
En la F-1 de hoy en día hay que saber calcular con bastante exactitud dónde se hacen las apuestas porque el éxito y el hundimiento sólo están separados por un débil hilo. Sin embargo, Fernando juega seguro ya que en la 'Scuderia' se ha instalado un rabioso deseo de revancha después de ver a su piloto quedarse helado tras el golpe más duro, víctima de una estrategia mediocre en Bahrein.
Por eso, ayer, a unos 18 kilómetros al Sur de Módena y a pie de carretera, en un singular edificio tras una pobre fachada roja, en el centro neurálgico de la casa italiana, el presidente de Ferrari, Luca di Montezemolo, descubrió a las diez de la mañana una máquina con apariencia mucho más agresiva y libre de los errores con los que nació su antecesora. Nadie quiere exponerse a no darle a Fernando un bólido ganador. Porque esa es la obligación para 2011. Ganar. «Es el objetivo tanto para mí como para todo el equipo», señaló el director Stefano Domenicali.
A pesar de su potencial, lo cierto es que Ferrari fracasó el año pasado, siempre a remolque de Adrian Newey. No es un buen punto de partida. Hay mucho trabajo por hacer -de hecho se ha recurrido al túnel de viento de Toyota-. Pero el abarrotado auditorio, lleno hasta la bandera, fue testigo de una señal que tiñe de optimismo los próximos meses. La que dejó entrever el ovetense, cuando, junto a su compañero Felipe Massa, procedía sonriente y relajado a retirar la lona roja que cubría el instrumento que Ferrari pondrá en sus manos para recuperar la corona.
seguir leyendo
http://formula1.elcomerciodigital.com/no...10129.html
Fernando Alonso repasaba mentalmente un enorme dossier. En su afiliado rostro -más acentuado que nunca-, una perilla y un bigote ya con fecha de caducidad -«en Bahrein tendré un 'look' más normal porque a mi madre no le gusta el que tengo ahora», aseguró-. En sus ojos, un brillo de ambición. Hace un año, en sus palabras dejaban entrever un profundo conocimiento del retraso de su máquina y del potencial de los monoplazas de la bebida energética. Y el Mundial acabó en otras manos. Sin embargo, ayer, ante el flamante F150, sus sensaciones eran bien distintas.
En la F-1 de hoy en día hay que saber calcular con bastante exactitud dónde se hacen las apuestas porque el éxito y el hundimiento sólo están separados por un débil hilo. Sin embargo, Fernando juega seguro ya que en la 'Scuderia' se ha instalado un rabioso deseo de revancha después de ver a su piloto quedarse helado tras el golpe más duro, víctima de una estrategia mediocre en Bahrein.
Por eso, ayer, a unos 18 kilómetros al Sur de Módena y a pie de carretera, en un singular edificio tras una pobre fachada roja, en el centro neurálgico de la casa italiana, el presidente de Ferrari, Luca di Montezemolo, descubrió a las diez de la mañana una máquina con apariencia mucho más agresiva y libre de los errores con los que nació su antecesora. Nadie quiere exponerse a no darle a Fernando un bólido ganador. Porque esa es la obligación para 2011. Ganar. «Es el objetivo tanto para mí como para todo el equipo», señaló el director Stefano Domenicali.
A pesar de su potencial, lo cierto es que Ferrari fracasó el año pasado, siempre a remolque de Adrian Newey. No es un buen punto de partida. Hay mucho trabajo por hacer -de hecho se ha recurrido al túnel de viento de Toyota-. Pero el abarrotado auditorio, lleno hasta la bandera, fue testigo de una señal que tiñe de optimismo los próximos meses. La que dejó entrever el ovetense, cuando, junto a su compañero Felipe Massa, procedía sonriente y relajado a retirar la lona roja que cubría el instrumento que Ferrari pondrá en sus manos para recuperar la corona.
seguir leyendo
http://formula1.elcomerciodigital.com/no...10129.html
ALONSO ES LA DESCRIPCIÓN DEL PILOTO PERFECTO.
Allí dónde el amor venza al miedo, solo allí nos encontraremos.
Allí dónde el amor venza al miedo, solo allí nos encontraremos.