21-02-2011, 22:22
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Alonso también fue la estrella en SanremoFernando subió al escenario del certamen musical y reconoció que está “obligado” a ganar
El asturiano subió al escenario del teatro Ariston junto al veterano Gianni Morandi y se ganó al público, al igual que su esposa Raquel
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Ultimátum a BahreinEl 'enano' Ecclestone, pegado, vejado y humillado por su esposaLaura Ramos Fernando Alonso sabe que este año “está obligado” a ganar el Mundial de F1 con Ferrari. Una obligación o responsabilidad que él mismo reconoció sobre el escenario del Festival de la Canción de Sanremo la noche del sábado. Su mujer, la cantante Raquel del Rosario participaba en el certamen junto al italiano Luca Barbarossa y el doble campeón del mundo se desplazó hasta allí raudo y veloz tras la segunda jornada de entrenamientos en el Circuit de Catalunya para darle todo su apoyo.
La cantante de El Sueño de Morfeo no logró la victoria, pero pasó a la final y pudo comprobar la importancia que para los italianos tiene a día de hoy Fernando Alonso. El asturiano es el único que puede devolverles el título de campeones del mundo de Fórmula 1 en la temporada en la que se celebra el 150 aniversario de la Unidad Italiana y, por eso, Alonso reconoció esa cierta “obligación” que siente hacia una escudería que desde el primer día le ha tratado como a uno más de la familia que forma Ferrari. Tal vez así se podría entender que el piloto español se olvidará de su habitual discreción y no dudase en subirse al escenario del Festival de Sanremo junto al veterano y popular cantante de pop italiano Gianni Morandi.
El triunfo fue para el cantante Roberto Vecchioni, pero quien se metió al público en el bolsillo fue un Fernando Alonso que mostró su cara más distendida como colofón a dos días de duros entrenamientos en Barcelona. Sanremo, además, también permitió al piloto desconectar y olvidarse por unas horas de los primeros problemas de pretemporada que surgieron en su nuevo F150th a lo largo del sábado en Montmeló.
Alonso también fue la estrella en SanremoFernando subió al escenario del certamen musical y reconoció que está “obligado” a ganar
El asturiano subió al escenario del teatro Ariston junto al veterano Gianni Morandi y se ganó al público, al igual que su esposa Raquel
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Ultimátum a BahreinEl 'enano' Ecclestone, pegado, vejado y humillado por su esposaLaura Ramos Fernando Alonso sabe que este año “está obligado” a ganar el Mundial de F1 con Ferrari. Una obligación o responsabilidad que él mismo reconoció sobre el escenario del Festival de la Canción de Sanremo la noche del sábado. Su mujer, la cantante Raquel del Rosario participaba en el certamen junto al italiano Luca Barbarossa y el doble campeón del mundo se desplazó hasta allí raudo y veloz tras la segunda jornada de entrenamientos en el Circuit de Catalunya para darle todo su apoyo.
La cantante de El Sueño de Morfeo no logró la victoria, pero pasó a la final y pudo comprobar la importancia que para los italianos tiene a día de hoy Fernando Alonso. El asturiano es el único que puede devolverles el título de campeones del mundo de Fórmula 1 en la temporada en la que se celebra el 150 aniversario de la Unidad Italiana y, por eso, Alonso reconoció esa cierta “obligación” que siente hacia una escudería que desde el primer día le ha tratado como a uno más de la familia que forma Ferrari. Tal vez así se podría entender que el piloto español se olvidará de su habitual discreción y no dudase en subirse al escenario del Festival de Sanremo junto al veterano y popular cantante de pop italiano Gianni Morandi.
El triunfo fue para el cantante Roberto Vecchioni, pero quien se metió al público en el bolsillo fue un Fernando Alonso que mostró su cara más distendida como colofón a dos días de duros entrenamientos en Barcelona. Sanremo, además, también permitió al piloto desconectar y olvidarse por unas horas de los primeros problemas de pretemporada que surgieron en su nuevo F150th a lo largo del sábado en Montmeló.
ALONSO ES LA DESCRIPCIÓN DEL PILOTO PERFECTO.
Allí dónde el amor venza al miedo, solo allí nos encontraremos.
Allí dónde el amor venza al miedo, solo allí nos encontraremos.