11-12-2012, 00:01
Los líos judiciales de Ecclestone complican el futuro de la Fórmula Uno
El negocio de la Fórmula Uno le debe mucho a Bernie Ecclestone, pero esa misma simbiosis amenaza ahora la rentabilidad de la competición. La historia moderna del torneo está tan ligada a la de su patrón que el complicado futuro judicial de este astuto caballero inglés de 82 años aún en activo puede poner en peligro todo el entramado.
Ecclestone tomó el relevo del antiguo emperador alemán de los medios de comunicación Leo Kirch en 2002 y convirtió el mundial en un negocio de 10.000 millones de dólares. Su desembarco se produjo en paralelo con el impago de un préstamo que dejó a Kirch fuera del negocio y a sus bancos acreedores (JP Morgan, Lehman y Bayern LB) como propietarios.
En 2005, Ecclestone econtró un comprador para la participación de los bancos, CVC Capital Partners, una firma de capital riesgo británica que pagó 1.250 millones por hacerse con el negocio.
Y, aunque ahora la rentabilidad pueda reducirse, el negocio ha sido muy rentable para este inversor que ha repartido más de 2.000 millones de dólares en dividendos durante estos siete años y vendido por 2.500 millones una parte del capital que poseía a los fondos Waddell & Reed, BlackRock y Norges Bank Investment.
La última complicación procede de una demanda presentada en Nueva York por Bluewaters, una entidad que intentó adquirir en 2005 la participación que ‘querían vender’ los bancos acreedores de Kirch.
Según la versión de esta compañía, publicada con todo lujo de detalles por las webs especializadas, CVC se hizo con el negocio gracia a los sobornos millonarios que pagó Ecclestone. En concreto, 44 millones de euros al consejero delegado del BayernLB, Gerhard Gribkowsky. Un gestor condenado a ocho años de cárcel en Alemania por aceptar sobornos, uno de ellos, éste.
Bluewaters solo ofreció 1.000 millones de dólares en su momento, pero se comprometió a mejorar en un 10% la major oferta que se presentase. Ahora el fondo exige una compensación de 650 millones por el negocio.
Y no es el único. También Bayern LB pide 440 millones de dólares por el dinero que dejó de ganar como consecuencia del ‘soborno’ pagado por Ecclestone que le habría impedido vender su participación a Bluewaters.
En total, entre la demanda del banco alemán y la de la compañía estadounidense hay en juego 1.090 millones de dólares, un 10% del valor que, según las estimaciones de los analistas, podría tener la Formula Uno si cotizase en Bolsa. Y la factura podría subir si, Jp Morgan y los acreedores de Lehman también presentan sus demandas.
Fuente
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Mientras dé esos beneficios a sus amos y señores (porque los tiene), a éste no le echa ni dios...
El negocio de la Fórmula Uno le debe mucho a Bernie Ecclestone, pero esa misma simbiosis amenaza ahora la rentabilidad de la competición. La historia moderna del torneo está tan ligada a la de su patrón que el complicado futuro judicial de este astuto caballero inglés de 82 años aún en activo puede poner en peligro todo el entramado.
Ecclestone tomó el relevo del antiguo emperador alemán de los medios de comunicación Leo Kirch en 2002 y convirtió el mundial en un negocio de 10.000 millones de dólares. Su desembarco se produjo en paralelo con el impago de un préstamo que dejó a Kirch fuera del negocio y a sus bancos acreedores (JP Morgan, Lehman y Bayern LB) como propietarios.
En 2005, Ecclestone econtró un comprador para la participación de los bancos, CVC Capital Partners, una firma de capital riesgo británica que pagó 1.250 millones por hacerse con el negocio.
Y, aunque ahora la rentabilidad pueda reducirse, el negocio ha sido muy rentable para este inversor que ha repartido más de 2.000 millones de dólares en dividendos durante estos siete años y vendido por 2.500 millones una parte del capital que poseía a los fondos Waddell & Reed, BlackRock y Norges Bank Investment.
La última complicación procede de una demanda presentada en Nueva York por Bluewaters, una entidad que intentó adquirir en 2005 la participación que ‘querían vender’ los bancos acreedores de Kirch.
Según la versión de esta compañía, publicada con todo lujo de detalles por las webs especializadas, CVC se hizo con el negocio gracia a los sobornos millonarios que pagó Ecclestone. En concreto, 44 millones de euros al consejero delegado del BayernLB, Gerhard Gribkowsky. Un gestor condenado a ocho años de cárcel en Alemania por aceptar sobornos, uno de ellos, éste.
Bluewaters solo ofreció 1.000 millones de dólares en su momento, pero se comprometió a mejorar en un 10% la major oferta que se presentase. Ahora el fondo exige una compensación de 650 millones por el negocio.
Y no es el único. También Bayern LB pide 440 millones de dólares por el dinero que dejó de ganar como consecuencia del ‘soborno’ pagado por Ecclestone que le habría impedido vender su participación a Bluewaters.
En total, entre la demanda del banco alemán y la de la compañía estadounidense hay en juego 1.090 millones de dólares, un 10% del valor que, según las estimaciones de los analistas, podría tener la Formula Uno si cotizase en Bolsa. Y la factura podría subir si, Jp Morgan y los acreedores de Lehman también presentan sus demandas.
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Mientras dé esos beneficios a sus amos y señores (porque los tiene), a éste no le echa ni dios...
"Nacemos desnudos, húmedos y hambrientos. Después la cosa empeora".