Alonso tiene nuevos enemigos en 2013: Raikkonen... y su compañero Massa

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Kimi Raikkonen certificó su candidatura al título mundial de Fórmula 1 al ganar el GP de Australia, primera carrera del curso 2013. Fernando Alonso fue segundo y Sebastian Vettel completó el podio. Lotus y Ferrari demostraron en Melbourne que Red Bull ya no es invencible.



"No es difícil comenzar mejor que el año pasado". La consigna de Ferrari, única y repetida, no ofrecía margen alguno. Y parece ser que, tras años de pifias iniciales, la Scuderia ha cumplido. Ha fabricado un bólido competitivo que ha llevado a sus dos pilotos a finalizar segundo –Fernando Alonso- y cuarto –Felipe Massa- en el GP de Australia disputado este domingo.

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Los problemas para Ferrari ahora son otros. El primero, un súper clase: Kimi Raikkonen. El piloto finlandés partía séptimo, pero la estrategia arriesgada de Lotus a sólo dos paradas –casi todos hicieron tres- y la combinación perfecta entre piloto y coche para cuidar los neumáticos al límite se juntaron hasta llevar al genial hombre de hielo a su vigésima victoria en F1.

A Raikkonen se le puede derrotar, o no, en la pista. Al otro problema surgido en Australia hay que torearlo y ganárselo en la intimidad del equipo rojo. Porque se llama Felipe, se apellida Massa y acabó el día con el rostro contraído por la rabia.

El brasileño, pletórico durante toda la pretemporada, partía cuarto, pero realizó una gran salida que le situó en segunda posición y al acecho de Vettel. Por detrás arrancaba su compañero Alonso. El español también salió como un tiro, se deshizo de Hamilton y se fue a por Felipe.

Este defendió bravamente su posición y no dejó pasar al teórico líder de Ferrari. Massa creyó zanjado el asunto y tiró hacia adelante como un poseso sin saber que desde el muro habían sentenciado su carrera. Así, adelantaron la segunda parada de Alonso en un golpe estratégico magistral gracias al cual el asturiano fulminó a Vettel y al propio Felipe.

Alonso se plantó en la posición de podio junto a Raikkonen y un sorprendente Sutil. El Lotus aguantó sin inmutarse el ritmo, pero el Force India acabó cayendo por su peso y se diluyó en el tramo final. Massa reconoció al final de la carrera estar “molesto” por la maniobra de Ferrari y ahora los jefes italianos deberán coser una relación que no ha empezado bien el año.

Tampoco ha empezado bien Sebastian Vettel. El campeón del mundo sigue teniendo un coche imbatible a una vuelta en seco, así que partía primero. Pero el Red Bull sufre mucho en carrera, no tiene el ritmo arrasador de antaño y maltrata en exceso las ruedas. Resultado: una actuación discreta y un tercer puesto que incluso se antoja premio excesivo por lo visto sobre el asfalto de Melbourne.

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