16-04-2013, 14:04
Ferrari no se detiene
comentarios 3
Los mecánicos de Ferrari trabajan sobre el monoplaza en la parrilla de salida del GP de China.
En Ferrari no se detienen, ni se fían, porque son demasiados golpes en los últimos años. El fantástico rendimiento del monoplaza rojo en la cita del pasado domingo ha desatado la euforia de los seguidores del Cavallino, pero en la firma nadie se pasó con los brindis. Hay trabajo. Mucho, porque los rivales no se van a quedar aplaudiendo el renacer de La Rossa.
Son ahora el enemigo a batir, eso sí se lo han ganado en el arranque de la temporada. Sólo el equipo italiano ha metido a sus dos coches entre los cinco primeros de la parrilla en los tres grandes premios disputados y nadie ha lucido mejor ritmo en carrera. Tienen velocidad, consistencia y mimo con los neumáticos. Cuaja la combinación técnica. Y las manos que dominan la máquina son de un Fernando Alonso en el punto profesional idóneo.
Pero aunque la música empieza a sonar muy bien, Ferrari no quiere acomodarse en las flores. Desde China, los responsables técnicos de la escudería han regresado a Maranello para seguir avanzando en el desarrollo del F138. También ha viajado Pedro Martínez de la Rosa con la misión de apurar en el simulador las novedades preparada para el monoplaza. En Bahrein, el próximo fin de semana, la Scuderia portará también piezas a estrenar que sigan en la misma línea de las lucidas hasta el momento.
En los últimos años, Ferrari siempre salía arañada y con angustias de estos primeros viajes, esperando con ansiedad el paquete de innovaciones para las carreras europeas, que a veces funcionaban y otras no.
Se cambiaban de repente los planes, los escapas subían y bajaban, giraban a izquierda o a derecha o se intentaba copiar a toda prisa el último invento del adversario, el alerón mágico de turno. Todo en la improvisación y la urgencia, los peores patrones para hacer un coche de F1 campeón.
Fernando Alonso, en el podio del circuito de Shanghai.
Sólo Alonso era capaz de disimular el descontrol y empujar hasta el final para, incluso, pelear por el campeonato. De aquellos sudores llega ahora el buen tono aparente de Ferrari. ¿Será el coche definitivo para ver ganar el título al español? Queda muchísimo, pero la serenidad que transmitía el piloto el domingo, prometiendo más jornadas así, invita al optimismo.
La extrema prueba de Bahrein de este próximo fin de semana será muy importante para calibrar el verdadero estado de salud del coche rojo. Si Ferrari, en el bochorno del desierto, es capaz de dominar como en Shanghai, los adversarios de Alonso pueden empezar a preocuparse de verdad. Si a volantazos, sin monoplaza, fue el piloto más correoso y difícil de batir en los últimos tiempos, imaginen con un bólido de verdadero nivel...
http://www.elmundo.es/blogs/deportes/aqu...tiene.html
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Los mecánicos de Ferrari trabajan sobre el monoplaza en la parrilla de salida del GP de China.
En Ferrari no se detienen, ni se fían, porque son demasiados golpes en los últimos años. El fantástico rendimiento del monoplaza rojo en la cita del pasado domingo ha desatado la euforia de los seguidores del Cavallino, pero en la firma nadie se pasó con los brindis. Hay trabajo. Mucho, porque los rivales no se van a quedar aplaudiendo el renacer de La Rossa.
Son ahora el enemigo a batir, eso sí se lo han ganado en el arranque de la temporada. Sólo el equipo italiano ha metido a sus dos coches entre los cinco primeros de la parrilla en los tres grandes premios disputados y nadie ha lucido mejor ritmo en carrera. Tienen velocidad, consistencia y mimo con los neumáticos. Cuaja la combinación técnica. Y las manos que dominan la máquina son de un Fernando Alonso en el punto profesional idóneo.
Pero aunque la música empieza a sonar muy bien, Ferrari no quiere acomodarse en las flores. Desde China, los responsables técnicos de la escudería han regresado a Maranello para seguir avanzando en el desarrollo del F138. También ha viajado Pedro Martínez de la Rosa con la misión de apurar en el simulador las novedades preparada para el monoplaza. En Bahrein, el próximo fin de semana, la Scuderia portará también piezas a estrenar que sigan en la misma línea de las lucidas hasta el momento.
En los últimos años, Ferrari siempre salía arañada y con angustias de estos primeros viajes, esperando con ansiedad el paquete de innovaciones para las carreras europeas, que a veces funcionaban y otras no.
Se cambiaban de repente los planes, los escapas subían y bajaban, giraban a izquierda o a derecha o se intentaba copiar a toda prisa el último invento del adversario, el alerón mágico de turno. Todo en la improvisación y la urgencia, los peores patrones para hacer un coche de F1 campeón.
Fernando Alonso, en el podio del circuito de Shanghai.
Sólo Alonso era capaz de disimular el descontrol y empujar hasta el final para, incluso, pelear por el campeonato. De aquellos sudores llega ahora el buen tono aparente de Ferrari. ¿Será el coche definitivo para ver ganar el título al español? Queda muchísimo, pero la serenidad que transmitía el piloto el domingo, prometiendo más jornadas así, invita al optimismo.
La extrema prueba de Bahrein de este próximo fin de semana será muy importante para calibrar el verdadero estado de salud del coche rojo. Si Ferrari, en el bochorno del desierto, es capaz de dominar como en Shanghai, los adversarios de Alonso pueden empezar a preocuparse de verdad. Si a volantazos, sin monoplaza, fue el piloto más correoso y difícil de batir en los últimos tiempos, imaginen con un bólido de verdadero nivel...
http://www.elmundo.es/blogs/deportes/aqu...tiene.html