23-04-2013, 19:32
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 23-04-2013, 19:36 por Alano_Spanol.)
Ferrari investiga su alerón 'maldito'
Jaime Rodríguez (Enviado especial) | Manama
Actualizado lunes 22/04/2013 19:23 horas
*Los técnicos de Maranello se preguntan por qué falló el DRS
* La fiabilidad del monoplaza, una preocupación en la escudería italiana
La familia ferrarista caminaba meditabunda por la zona Duty Free del aeropuerto de Bahrein, entre colonias y puestos de dulces y frutos secos. Mascaban el disgusto de haber desperdiciado un domingo señalado como propio, donde el botín de puntos que esperaban era mucho mayor. Sin embargo, por segunda vez en cuatro carreras, la desgracia mecánica les atacó, como en Malasia, donde un leve golpe en el morro resultó mortal.
Nada más acabar la carrera, Stefano Domenicali, el director de la 'Scuderia', ordenó de inmediato a sus técnicos que investigaran a fondo la extraña anomalía que había sufrido el monoplaza de Fernando Alonso. El sistema DRS falló la primera vez que lo abrió el piloto, a las pocas vueltas del comienzo, atascado sin opción de cerrarlo de nuevo. Con esa vía de aire abierta, la conducción era un suplicio.
Él pensaba que la pérdida de tiempo en los primeros giros con Vettel (imprevista, porque las simulaciones les daban mejor ritmo a él) se debía a un desgaste súbito de las ruedas. '¡Es el DRS Fernando!', le gritaron por radio, antes de obligarle a entrar por primera vez en boxes. El gancho que eleva la pieza se había partido y no había opción mecánica de hacerlo bajar sino era a golpes. Así lo reajustaron dos veces, en las dos pasadas por los garajes que arruinaron la carrera del español.
El DRS, ese impulso para los adelantamientos, ha fallado en ocasiones a algunos monoplazas, pero casi siempre en el momento de la apertura. Para utilizar el alerón se requiere de un tirón en un sistema hidráulico que a veces ha quedado atascado. Tal disfunción hubiera sido menos grave para Alonso, porque podría haber seguido viajando en la pista sin necesidad de acudir de inmediato a los boxes. Hubiera sufrido para adelantar, como ayer se comprobó en la última parte del gran premio, pero podría haber mantenido el tipo y seguramente llegar hasta el podio.
Pero al quedar bloqueado en el movimiento de apertura, todo el monoplaza sufrió la sacudida, rápido en las rectas pero descontrolado en las curvas, sin agarre y machacando las gomas. Imposible continuar, de ahí la necesidad de volver a cruzar por el 'pit lane'. Mientras que cambiar el alerón delantero es una operación rauda, que se hace mientras se renuevas los neumáticos, las modificaciones en la zona trasera son mucho más complejas.
Ferrari investiga ahora por qué se estropeó ese anclaje tras haber funcionado sin problemas durante todo el fin de semana. La Fórmula 1 guarda estas trampas, misterios que aturden a sus ingenieros. ¿Una pobre comprobación, un desgaste no controlado, un duro golpe de viento, un puñado de granos de arena del desierto entrando donde no debían?
Hay elementos incontrolables en las carreras, pero bien saben en Ferrari que deben tener los ojos muy abiertos y la mente despejada para cuidar y reaccionar sobre un monoplaza competitivo, al que Alonso este año puede sacar mucho partido si cuaja la fiabilidad y se evaporan las desgracias.
Fuente: elmundo.es
Jaime Rodríguez (Enviado especial) | Manama
Actualizado lunes 22/04/2013 19:23 horas
*Los técnicos de Maranello se preguntan por qué falló el DRS
* La fiabilidad del monoplaza, una preocupación en la escudería italiana
La familia ferrarista caminaba meditabunda por la zona Duty Free del aeropuerto de Bahrein, entre colonias y puestos de dulces y frutos secos. Mascaban el disgusto de haber desperdiciado un domingo señalado como propio, donde el botín de puntos que esperaban era mucho mayor. Sin embargo, por segunda vez en cuatro carreras, la desgracia mecánica les atacó, como en Malasia, donde un leve golpe en el morro resultó mortal.
Nada más acabar la carrera, Stefano Domenicali, el director de la 'Scuderia', ordenó de inmediato a sus técnicos que investigaran a fondo la extraña anomalía que había sufrido el monoplaza de Fernando Alonso. El sistema DRS falló la primera vez que lo abrió el piloto, a las pocas vueltas del comienzo, atascado sin opción de cerrarlo de nuevo. Con esa vía de aire abierta, la conducción era un suplicio.
Él pensaba que la pérdida de tiempo en los primeros giros con Vettel (imprevista, porque las simulaciones les daban mejor ritmo a él) se debía a un desgaste súbito de las ruedas. '¡Es el DRS Fernando!', le gritaron por radio, antes de obligarle a entrar por primera vez en boxes. El gancho que eleva la pieza se había partido y no había opción mecánica de hacerlo bajar sino era a golpes. Así lo reajustaron dos veces, en las dos pasadas por los garajes que arruinaron la carrera del español.
El DRS, ese impulso para los adelantamientos, ha fallado en ocasiones a algunos monoplazas, pero casi siempre en el momento de la apertura. Para utilizar el alerón se requiere de un tirón en un sistema hidráulico que a veces ha quedado atascado. Tal disfunción hubiera sido menos grave para Alonso, porque podría haber seguido viajando en la pista sin necesidad de acudir de inmediato a los boxes. Hubiera sufrido para adelantar, como ayer se comprobó en la última parte del gran premio, pero podría haber mantenido el tipo y seguramente llegar hasta el podio.
Pero al quedar bloqueado en el movimiento de apertura, todo el monoplaza sufrió la sacudida, rápido en las rectas pero descontrolado en las curvas, sin agarre y machacando las gomas. Imposible continuar, de ahí la necesidad de volver a cruzar por el 'pit lane'. Mientras que cambiar el alerón delantero es una operación rauda, que se hace mientras se renuevas los neumáticos, las modificaciones en la zona trasera son mucho más complejas.
Ferrari investiga ahora por qué se estropeó ese anclaje tras haber funcionado sin problemas durante todo el fin de semana. La Fórmula 1 guarda estas trampas, misterios que aturden a sus ingenieros. ¿Una pobre comprobación, un desgaste no controlado, un duro golpe de viento, un puñado de granos de arena del desierto entrando donde no debían?
Hay elementos incontrolables en las carreras, pero bien saben en Ferrari que deben tener los ojos muy abiertos y la mente despejada para cuidar y reaccionar sobre un monoplaza competitivo, al que Alonso este año puede sacar mucho partido si cuaja la fiabilidad y se evaporan las desgracias.
Fuente: elmundo.es