14-05-2013, 15:19
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 14-05-2013, 15:21 por Alano_Spanol.)
Que no nos ciegue la pasión
La extraordinaria victoria de Fernando en Montmeló delante de la afición española no nos debe hacer olvidar que el Ferrari no es aún el mejor coche del campeonato.
antena3.com | Juanjo Domínguez | Actualizado el 13/05/2013 a las 14:35 horas
A3F1-BLOG | MÁS ALLÁ DEL PODIO
La "Scuderia" jamás habrá tenido ni creo que vuelva a tener en su nómina como piloto a un tipo como Alonso.
Gracias a las prodigiosas manos del asturiano el equipo de Maranello ha conseguido más o menos paliar durante las últimas temporadas los constantes fracasos a la hora de diseñar un monoplaza
a la altura de lo que se le exige a la marca del "Cavallino". Vale que no han conquistado un campeonato desde Kimi pero con Fernando han ganado carreras y han estado peleando por el título hasta el último instante.
En el circuito de Cataluña Alonso volvió a tirar de casta y ganó cuando la verdad es que la jornada no pintaba nada bien.
Hay que recordar que un gran premio no se circunscribe sólo al día de la carrera sino a todo el fin de semana. El día de la calificación es fundamental.
Parece una perogrullada lo que estoy diciendo pero es así. En trazados como el de Barcelona no ha sido tan determinante arrancar desde una quinta plaza.
Pero qué pasará en Mónaco si las cosas siguen de este modo. En la sesión del sábado el Ferrari fue medio segundo más lento que los Mercedes y el Red Bull de Vettel.
Al acabar la calificación Alonso se bajó del coche con cara de no entender nada y espetó a la prensa lo siguiente: "Veníamos de los anteriores grandes premios a sólo dos décimas de los más rápidos.
Llegamos a Montmeló con mejoras introducidas en el coche y resulta que estamos a medio segundo. Las mejoras de los demás han funcionado y las nuestras no".
Claro mensaje que lanzaba el asturiano a su equipo que no da puntada sin hilo.
Fernando consiguió el día de la carrera romper los pronósticos y subir a lo más alto del podio pero debe estar con la mosca tras la oreja de nuevo.
¿Pero qué narices les pasa a los ingenieros de Ferrari que siempre van por detrás de las demás escuderías?
Ahora llega el gran premio de Mónaco. Aquí salir en la primera o la segunda posición es tener un 90 por ciento de posibilidades de ganar la carrera. Más atrás del cuarto puesto en la parrilla es para preocuparse.
Si se cumplen los pronósticos de que a una vuelta los Mercedes son los más rápidos y si Vettel o Kimi logran colocarse delante de Fernando en la salida lo va a tener complicado el español para recortar la desventaja
de puntos con los primeros en la clasificación del mundial.
Fernando es muy bueno, seguramente el mejor piloto, pero el campeonato avanza y mientrás él demuestra en cada gran premio estar a un 120 por ciento de lo que se le exige no se puede decir lo mismo del equipo
y del monoplaza. Vamos a ver si el español empieza a hacerse con las poles de los sábados.
Si no, vamos a sufrir todos hasta el final del campeonato y no quiero volver a llegar a la última carrera del año jugándonos el título. Los antecedentes no son nada halagüeños.
La extraordinaria victoria de Fernando en Montmeló delante de la afición española no nos debe hacer olvidar que el Ferrari no es aún el mejor coche del campeonato.
antena3.com | Juanjo Domínguez | Actualizado el 13/05/2013 a las 14:35 horas
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La "Scuderia" jamás habrá tenido ni creo que vuelva a tener en su nómina como piloto a un tipo como Alonso.
Gracias a las prodigiosas manos del asturiano el equipo de Maranello ha conseguido más o menos paliar durante las últimas temporadas los constantes fracasos a la hora de diseñar un monoplaza
a la altura de lo que se le exige a la marca del "Cavallino". Vale que no han conquistado un campeonato desde Kimi pero con Fernando han ganado carreras y han estado peleando por el título hasta el último instante.
En el circuito de Cataluña Alonso volvió a tirar de casta y ganó cuando la verdad es que la jornada no pintaba nada bien.
Hay que recordar que un gran premio no se circunscribe sólo al día de la carrera sino a todo el fin de semana. El día de la calificación es fundamental.
Parece una perogrullada lo que estoy diciendo pero es así. En trazados como el de Barcelona no ha sido tan determinante arrancar desde una quinta plaza.
Pero qué pasará en Mónaco si las cosas siguen de este modo. En la sesión del sábado el Ferrari fue medio segundo más lento que los Mercedes y el Red Bull de Vettel.
Al acabar la calificación Alonso se bajó del coche con cara de no entender nada y espetó a la prensa lo siguiente: "Veníamos de los anteriores grandes premios a sólo dos décimas de los más rápidos.
Llegamos a Montmeló con mejoras introducidas en el coche y resulta que estamos a medio segundo. Las mejoras de los demás han funcionado y las nuestras no".
Claro mensaje que lanzaba el asturiano a su equipo que no da puntada sin hilo.
Fernando consiguió el día de la carrera romper los pronósticos y subir a lo más alto del podio pero debe estar con la mosca tras la oreja de nuevo.
¿Pero qué narices les pasa a los ingenieros de Ferrari que siempre van por detrás de las demás escuderías?
Ahora llega el gran premio de Mónaco. Aquí salir en la primera o la segunda posición es tener un 90 por ciento de posibilidades de ganar la carrera. Más atrás del cuarto puesto en la parrilla es para preocuparse.
Si se cumplen los pronósticos de que a una vuelta los Mercedes son los más rápidos y si Vettel o Kimi logran colocarse delante de Fernando en la salida lo va a tener complicado el español para recortar la desventaja
de puntos con los primeros en la clasificación del mundial.
Fernando es muy bueno, seguramente el mejor piloto, pero el campeonato avanza y mientrás él demuestra en cada gran premio estar a un 120 por ciento de lo que se le exige no se puede decir lo mismo del equipo
y del monoplaza. Vamos a ver si el español empieza a hacerse con las poles de los sábados.
Si no, vamos a sufrir todos hasta el final del campeonato y no quiero volver a llegar a la última carrera del año jugándonos el título. Los antecedentes no son nada halagüeños.