17-03-2011, 01:32
Un domingo aburrido
Publicado el 10/03/2011 por Carlos Castellá
El domingo pasado no fue precisamente un día memorable. Como nos viene ocurriendo a todos en esta época, la ausencia de carreras se empieza a sentir, ya que si bien al finalizar la temporada algunos fines de semana de descanso se agradecen, después de las fiestas navideñas la pausa se hace demasiado larga esperando el dichoso inicio de las competiciones.
En la foto: Gerhard Berger, Eddie Irvine, René Arnoux, Michele Alboreto, Luca Badoer, Michael Schumacher, Luca di Montezemolo, Phil Hill y John Surtees.
La entre temporada es ese tiempo inconcreto en el que se supone que hay que hacer todo aquello que no se hace el resto del año, como poner orden en los cajones, clasificar papeles, escanear documentos o fotografías… cosas que, como los buenos deseos de fin de año (dejar de fumar, ir al gimnasio, aprender inglés, visitar más a menudo a la suegra, etc. etc.) se quedan siempre por hacer hasta la pausa siguiente.
Así que estaba rumiando sobre las diversas cosas que debería hacer y no hago, y no por vago (faltaría más), sino por mantener una cierta coherencia entre los días de trabajo y los de fiesta, cuando decidí echarle un vistazo al armario archivador donde guardo documentación de años pretéritos.
Y he aquí que me di de bruces con una serie de carpetas que, aun sabiendo que las tenía, no recordaba muy bien lo que había en ellas. Y resultaron ser una sorpresa tras otra. ¡Diantre! dos dossieres de prensa de Ferrari, uno de Arrows del año del debut de Pedro, uno de Minardi y uno de Bridgestone. Y llenos de papeles, CD, fotos de papel…¡eso significa que no he escaneado todo mi archivo fotográfico! De pronto la tarde del domingo se volvió apasionante. Me concentré en la carpeta de la celebración de los 600 Grandes Premios de Ferrari, las otras también contenían material interesante, pero lo dejé para otra ocasión.
El anverso de la invitación...
... y el reverso de la misma.
Aquella efemérides fue en 1998, y como ocurre a menudo con estas cosas, suscitó alguna que otra controversia sobre si de verdad era el GP número 600, o si se había forzado un poco la cuenta para hacerla coincidir con el GP de Italia. Sea como fuere, se conmemoró en Monza con una cena para la cual hacía falta la preceptiva invitación, que ahora me aparece en el dossier, y que firmaban Montezemolo y Paul Hendrys, de Marlboro. El primero era quien invitaba y el segundo era el que pagaba la fiesta.
Recuerdo que cené con Raimón Durán, Juan Carlos Soriano (nuestro productor en CSD), José Mari Rubio, Josep Mª Bosch y poco más, ya que en aquella época había muy pocos periodistas españoles en la F.1, lástima que nadie hizo fotos de los comensales, o al menos yo no tengo ninguna. Por supuesto la mesa estaba llena, aunque no recuerdo quien más había en ella. Me llevé un llavero conmemorativo que he perdido, ya lo encontré a faltar hace tiempo, rayos y truenos, ¿dónde habrá ido a parar?
Aquello fue el sábado por la noche, esto que hay aquí es el menú… ¡con el autógrafo de Michele Alboreto! No me acordaba, y aquí está la foto de los pilotos que asistieron. Por cierto ahora recuerdo que lo de los pilotos generó malestar en aquellos que no fueron invitados. Por ejemplo Patrick Tambay estaba en Monza ya que era comentarista de Canal + Francia, pero fue invitado como periodista, no como ex piloto Ferrari.
Nos comentó en una de las reuniones de locutores que hacíamos en la TV Compound que estaba ofendido y que no pensaba ir, y así se lo había comunicado a Montezemolo. Además no entendía como estaba René Arnoux (francés como él), un piloto que fue despedido en plena temporada por Enzo Ferrari, y en cambio no le habían invitado a él, que cumplió fielmente su contrato. Me quedé con las ganas de decirle que él también intentó hacerle un pequeño chantaje a Enzo Ferrari para que le renovara por un año más, pero no me pareció muy oportuno recordárselo. Con Patrick volvimos a encontrarnos años después en el DTM, ya que su hijo corría la F-BMW.
Más papeles: caramba, una carta de Montezemolo firmada por él, ¡bien, por fin se acabó la discusión sobre como se escribe su nombre! Una carta con todos los logos de Ferrari, escrita en inglés pero con su firma y un “cari amici” escritos a mano, no puede contener errores. Está firmada por Luca di Montezemolo, sin el Cordero que tantas discusiones suscita. Pues se acabó, a partir de hoy le llamaré siempre así.
Otra hoja interesante: la lista de los coches que desfilaron el domingo por la mañana, encabezados por el 375 de 1950, pilotado por John Surtees; el 246 de 1958 en manos de Phil Hill; el 312 T de 1975 llevado por Arnoux (que falta de rigor, este coche fue de Lauda y Regazzoni); el 86 pilotado por el llorado Alboreto (cada vez que voy a Lausitz me acuerdo de él); el 412 T2 de 1995 paseado por Gerhard Berger, y finalmente el F-310 de 1996 pilotado por Luca Badoer, que ya entonces era el piloto de pruebas.
El menú, con el autógrafo de Michele Alboreto.
Si no me falla la memoria, el desfile quedó deslucido por una tromba de agua que cayó por la mañana. El GP se corrió con sol, pero el Warm Up fue con lluvia, y después de aquella media hora vino el desfile de los Ferrari históricos. Lo vi desde la sala de prensa, porque no se podía bajar de tanta agua que había. El coche que más me impresionó fue el 312 T de 1975, ya que yo estuve en Montjuic aquel año, y los vi entrenar y tomar la salida, pero luego se estrellaron el uno contra el otro al llegar al ángulo y ya no los había vuelto a ver más. Que nostalgia.
Pues vaya, al final la tarde ha resultado provechosa. A ver si alguna de estas cosas queda bien escaneándola y puedo aprovechar para hacer una entrada, esto del blog es como el cerdo o la ballena, se aprovecha todo, hasta un domingo aburrido sirve para traerlo aquí y componer un artículo.
http://carloscastella.wordpress.com/2011...-aburrido/
Publicado el 10/03/2011 por Carlos Castellá
El domingo pasado no fue precisamente un día memorable. Como nos viene ocurriendo a todos en esta época, la ausencia de carreras se empieza a sentir, ya que si bien al finalizar la temporada algunos fines de semana de descanso se agradecen, después de las fiestas navideñas la pausa se hace demasiado larga esperando el dichoso inicio de las competiciones.
En la foto: Gerhard Berger, Eddie Irvine, René Arnoux, Michele Alboreto, Luca Badoer, Michael Schumacher, Luca di Montezemolo, Phil Hill y John Surtees.
La entre temporada es ese tiempo inconcreto en el que se supone que hay que hacer todo aquello que no se hace el resto del año, como poner orden en los cajones, clasificar papeles, escanear documentos o fotografías… cosas que, como los buenos deseos de fin de año (dejar de fumar, ir al gimnasio, aprender inglés, visitar más a menudo a la suegra, etc. etc.) se quedan siempre por hacer hasta la pausa siguiente.
Así que estaba rumiando sobre las diversas cosas que debería hacer y no hago, y no por vago (faltaría más), sino por mantener una cierta coherencia entre los días de trabajo y los de fiesta, cuando decidí echarle un vistazo al armario archivador donde guardo documentación de años pretéritos.
Y he aquí que me di de bruces con una serie de carpetas que, aun sabiendo que las tenía, no recordaba muy bien lo que había en ellas. Y resultaron ser una sorpresa tras otra. ¡Diantre! dos dossieres de prensa de Ferrari, uno de Arrows del año del debut de Pedro, uno de Minardi y uno de Bridgestone. Y llenos de papeles, CD, fotos de papel…¡eso significa que no he escaneado todo mi archivo fotográfico! De pronto la tarde del domingo se volvió apasionante. Me concentré en la carpeta de la celebración de los 600 Grandes Premios de Ferrari, las otras también contenían material interesante, pero lo dejé para otra ocasión.
El anverso de la invitación...
... y el reverso de la misma.
Aquella efemérides fue en 1998, y como ocurre a menudo con estas cosas, suscitó alguna que otra controversia sobre si de verdad era el GP número 600, o si se había forzado un poco la cuenta para hacerla coincidir con el GP de Italia. Sea como fuere, se conmemoró en Monza con una cena para la cual hacía falta la preceptiva invitación, que ahora me aparece en el dossier, y que firmaban Montezemolo y Paul Hendrys, de Marlboro. El primero era quien invitaba y el segundo era el que pagaba la fiesta.
Recuerdo que cené con Raimón Durán, Juan Carlos Soriano (nuestro productor en CSD), José Mari Rubio, Josep Mª Bosch y poco más, ya que en aquella época había muy pocos periodistas españoles en la F.1, lástima que nadie hizo fotos de los comensales, o al menos yo no tengo ninguna. Por supuesto la mesa estaba llena, aunque no recuerdo quien más había en ella. Me llevé un llavero conmemorativo que he perdido, ya lo encontré a faltar hace tiempo, rayos y truenos, ¿dónde habrá ido a parar?
Aquello fue el sábado por la noche, esto que hay aquí es el menú… ¡con el autógrafo de Michele Alboreto! No me acordaba, y aquí está la foto de los pilotos que asistieron. Por cierto ahora recuerdo que lo de los pilotos generó malestar en aquellos que no fueron invitados. Por ejemplo Patrick Tambay estaba en Monza ya que era comentarista de Canal + Francia, pero fue invitado como periodista, no como ex piloto Ferrari.
Nos comentó en una de las reuniones de locutores que hacíamos en la TV Compound que estaba ofendido y que no pensaba ir, y así se lo había comunicado a Montezemolo. Además no entendía como estaba René Arnoux (francés como él), un piloto que fue despedido en plena temporada por Enzo Ferrari, y en cambio no le habían invitado a él, que cumplió fielmente su contrato. Me quedé con las ganas de decirle que él también intentó hacerle un pequeño chantaje a Enzo Ferrari para que le renovara por un año más, pero no me pareció muy oportuno recordárselo. Con Patrick volvimos a encontrarnos años después en el DTM, ya que su hijo corría la F-BMW.
Más papeles: caramba, una carta de Montezemolo firmada por él, ¡bien, por fin se acabó la discusión sobre como se escribe su nombre! Una carta con todos los logos de Ferrari, escrita en inglés pero con su firma y un “cari amici” escritos a mano, no puede contener errores. Está firmada por Luca di Montezemolo, sin el Cordero que tantas discusiones suscita. Pues se acabó, a partir de hoy le llamaré siempre así.
Otra hoja interesante: la lista de los coches que desfilaron el domingo por la mañana, encabezados por el 375 de 1950, pilotado por John Surtees; el 246 de 1958 en manos de Phil Hill; el 312 T de 1975 llevado por Arnoux (que falta de rigor, este coche fue de Lauda y Regazzoni); el 86 pilotado por el llorado Alboreto (cada vez que voy a Lausitz me acuerdo de él); el 412 T2 de 1995 paseado por Gerhard Berger, y finalmente el F-310 de 1996 pilotado por Luca Badoer, que ya entonces era el piloto de pruebas.
El menú, con el autógrafo de Michele Alboreto.
Si no me falla la memoria, el desfile quedó deslucido por una tromba de agua que cayó por la mañana. El GP se corrió con sol, pero el Warm Up fue con lluvia, y después de aquella media hora vino el desfile de los Ferrari históricos. Lo vi desde la sala de prensa, porque no se podía bajar de tanta agua que había. El coche que más me impresionó fue el 312 T de 1975, ya que yo estuve en Montjuic aquel año, y los vi entrenar y tomar la salida, pero luego se estrellaron el uno contra el otro al llegar al ángulo y ya no los había vuelto a ver más. Que nostalgia.
Pues vaya, al final la tarde ha resultado provechosa. A ver si alguna de estas cosas queda bien escaneándola y puedo aprovechar para hacer una entrada, esto del blog es como el cerdo o la ballena, se aprovecha todo, hasta un domingo aburrido sirve para traerlo aquí y componer un artículo.
http://carloscastella.wordpress.com/2011...-aburrido/
"Fernando es como Ferrari,no afloja nunca,siempre a fondo"