27-06-2013, 15:35
Webber se aburre de Vettel
![[Imagen: 57731_540x353.jpg]](http://estaticos03.cache.el-mundo.net/blogs/deportes/aquaplaning/imagenes_posts/2013/06/27/57731_540x353.jpg)
Mark Webber se baja de la Fórmula 1 a final de año para probar en la categoría Porsche, con la mítica prueba de Le Mans en el objetivo. Se marchará un piloto de porte clásico, elegante en el monoplaza, demasiado quizá, aburrido de ser un segundón pacífico, harto del papel de escudero. A punto de cumplir 37 años, es lógico su agotamiento, pero sorprende que no opte por el surf en las playas australianas, sino por seguir bebiendo gasolina, lo que refleja que adrenalina todavía le sobra y físico también.
¿Por qué deja la elite del automovilismo? Su gente dice que el ambiente de la F1 le tenía amargado en los últimos tiempos, y que la maniobra de Sepang fue el golpe definitivo. En el último Gran Premio de Malasia, su compañero le birló una victoria que tenía en el bolsillo y que su equipo había ordenado fuera para él. Se confió y Sebastian Vettel, un caníbal, el tricampeón, le adelantó con rabia. Montó en cólera Webber, pero la sangre debe saltar en la pista, no fuera. En el asfalto no hay amigos, sólo adversarios.
El piloto australiano se ha ganando fama de buen tipo en el 'paddock', con Fernando Alonso de primer defensor. Atleta, educado, lector, sus buenas maneras le hicieron ganar aplausos y también un puñado de comentarios malintencionados sobre su vida privada. Él respondía con una sonrisa, agarrado a su mujer y mánager, mucho mayor que él, alejada ella también del cliché de novia de revista.
Se va Webber sin un título, a pesar de que en sus manos ha tenido uno de los mejores coches de la historia de la F1. Le faltó colmillo, le sobró bondad al volante. Dicen que sí guarda mala leche y que en las reuniones de pilotos amedrentaba a los jóvenes si incumplían las normas, pero en las carreras no aprovechó sus armas. Tenía claro el papel secundario, bajo la dictadura de Vettel, pero ni cuando el alemán estuvo por detrás supo exprimir la ocasión. El Mundial de 2010 tuvo que ser suyo (y después de Alonso), pero se lo quedó el rubio veinteañero. Le tembló el pulso al australiano. 'Vosotros los españoles queréis que me pase algo', nos dijo enfurecido en una rueda de prensa en Corea, cuando era líder del campeonato. Pagó los nervios, sintió la presión. Ese domingo acabó en la cuneta.
Sexy y con discurso, en Red Bull nunca se resignó al rol de ayudante, a pesar de viajar junto a un tipo como Vettel. La frustración le devoró, con muchas menos victorias de las que debería por potencial en estos últimos años. Se marcha a la Porsche y deja un hueco libre que, seguramente, ocupe Kimi Raikkonen el próximo año, otro campeón para la temible escudería energética. Malo para Ferrari.
http://www.elmundo.es/blogs/deportes/aqu...ettel.html
Mark Webber se baja de la Fórmula 1 a final de año para probar en la categoría Porsche, con la mítica prueba de Le Mans en el objetivo. Se marchará un piloto de porte clásico, elegante en el monoplaza, demasiado quizá, aburrido de ser un segundón pacífico, harto del papel de escudero. A punto de cumplir 37 años, es lógico su agotamiento, pero sorprende que no opte por el surf en las playas australianas, sino por seguir bebiendo gasolina, lo que refleja que adrenalina todavía le sobra y físico también.
¿Por qué deja la elite del automovilismo? Su gente dice que el ambiente de la F1 le tenía amargado en los últimos tiempos, y que la maniobra de Sepang fue el golpe definitivo. En el último Gran Premio de Malasia, su compañero le birló una victoria que tenía en el bolsillo y que su equipo había ordenado fuera para él. Se confió y Sebastian Vettel, un caníbal, el tricampeón, le adelantó con rabia. Montó en cólera Webber, pero la sangre debe saltar en la pista, no fuera. En el asfalto no hay amigos, sólo adversarios.
El piloto australiano se ha ganando fama de buen tipo en el 'paddock', con Fernando Alonso de primer defensor. Atleta, educado, lector, sus buenas maneras le hicieron ganar aplausos y también un puñado de comentarios malintencionados sobre su vida privada. Él respondía con una sonrisa, agarrado a su mujer y mánager, mucho mayor que él, alejada ella también del cliché de novia de revista.
Se va Webber sin un título, a pesar de que en sus manos ha tenido uno de los mejores coches de la historia de la F1. Le faltó colmillo, le sobró bondad al volante. Dicen que sí guarda mala leche y que en las reuniones de pilotos amedrentaba a los jóvenes si incumplían las normas, pero en las carreras no aprovechó sus armas. Tenía claro el papel secundario, bajo la dictadura de Vettel, pero ni cuando el alemán estuvo por detrás supo exprimir la ocasión. El Mundial de 2010 tuvo que ser suyo (y después de Alonso), pero se lo quedó el rubio veinteañero. Le tembló el pulso al australiano. 'Vosotros los españoles queréis que me pase algo', nos dijo enfurecido en una rueda de prensa en Corea, cuando era líder del campeonato. Pagó los nervios, sintió la presión. Ese domingo acabó en la cuneta.
Sexy y con discurso, en Red Bull nunca se resignó al rol de ayudante, a pesar de viajar junto a un tipo como Vettel. La frustración le devoró, con muchas menos victorias de las que debería por potencial en estos últimos años. Se marcha a la Porsche y deja un hueco libre que, seguramente, ocupe Kimi Raikkonen el próximo año, otro campeón para la temible escudería energética. Malo para Ferrari.
http://www.elmundo.es/blogs/deportes/aqu...ettel.html