02-07-2013, 14:34
(02-07-2013, 14:11)German Sanchez escribió:
- Jean, ¿qué prefieres, café o cerveza?
- Mejor café la cerveza me produce gases, eso sí, échale un chorrito de coñac, pero del que tienes escondido, viejo tacaño.
- Aquí tienes.
- Gracias.
- Bueno pues.., ¿en qué estábamos?
- En lo de permitir los cambios de los compuestos a mitad de temporada sin unanimidad de los equipos.
- Ah si……¿crees que debemos?
- No sólo lo creo, ¡tenemos que hacerlo!
- Pero la credibilidad y la función de la FIA quedarán en entredicho…..
- Mira mon petit bouchon, llevo toda mi vida haciendo lo que me sale de los cojones para andarme ahora con milongas éticas. El poder me permite hacer lo que se me antoja sin tener que dar explicaciones a nadie y eso es lo que voy a seguir haciendo. Bueno, la verdad no llevo toda la vida. Todo comenzó hace muchos años, cuando tenía 12 en el colegio, ¿te lo he contado alguna vez?
- Si unas cuantas, pero me lo vas a volver a contar, ¿verdad?
- Por supuesto, ya te he dicho que yo hago lo que me sale de los cojones. Libby y yo íbamos andando de camino a la escuela. Libby era la única chica con la que hablaba, siempre fue muy amable conmigo a pesar de mi físico. Nos reíamos mucho, a todas horas y la verdad es que me hacía sentir muy feliz; escuchaba atentamente y con los ojos muy abiertos todas las historias que me inventaba sobre mis superpoderes y cómo con ellos hacía el bien y libraba a la humanidad de los malos. Aquel día Keegan nos estaba esperando a pocos metros del colegio. No estaba con la habitual pandilla de amigos con los que se divertía acosando y pegando a los más débiles, ésta vez estaba sólo, se bastaba para acabar conmigo. No medió palabra, simplemente me dio tal colleja que del miedo me oriné en los pantalones y el pelo se me puso blanco, hasta hoy. Libby no hizo nada, sólo mirar a Keegan con los ojos más abiertos que nunca y no volver a hablarme en su vida. Bueno miento, me llamó una vez por teléfono suplicando hace 20 años cuando hundí la empresa de su marido. Pero aquel golpe y la humillación me marcó. Ese día decidí que no iba a permitir eso nunca más, y así ha sido, ¿verdad Jean?
- Verdad Bernie.
- Y a ti, jodido francés ¿Qué te paso?
- Su nombre era Fabien, se burlaba todos los días de mí cuando pasaba en el coche de su padre mientras yo iba al cole en bici. También influyo el que años más tarde se tirara a mi novia y a mi prima y ……..más coñac, por favor.
- Entiendo. Bueno ¿firmamos el decreto o no?
- ¿Firmar?
- Bueno ya sabes que no podemos dejar nada por escrito, un apretón de manos y está hecho.
- Sigo teniendo mis dudas Bernie.
- No me jodas Jean, ¿a qué te refieres?
- Ya no es como antes, estamos en el ojo del huracán, los aficionados tienen herramientas para averiguar la verdad y con internet y las redes sociales es muy difícil ocultarla.
- Me cago en internet, en las redes sociales y en los aficionados. La verdad es lo que yo digo y punto, ¡cojones!
- Está bien Bernie, como tú desees, pero no te alteres que se te mueve el suspensorio. Aquí está mi mano.
(riiiiiinnng….riiiiinnnng)
- Disculpe señor Ecclestone, le llama al teléfono una señorita, dice que se llama Libby Phillips y que le conoce desde hace años.
- Libby…………………….la pequeña Libby. Dígale que me pongo en un minuto.
- Disculpa Jean…… ¿tú serías capaz de darme una colleja lo más fuerte posible?, y no te preocupes si me meo encima.
- Pues la verdad no Bernie, no me fio de ti.
JAJAJAJAJA, QUE BUENO GERMAN, GRANDE !!!!!
Mi PS3 está estropeada. Felipe Massa es rápido...