16-09-2013, 16:37
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 16-09-2013, 17:04 por DE-ZETA-TE.)
Muchas gracias Jordi. Un Gran Post.
Creo que resumes perfectamente de qué ha ido esto en los últimos años. Han bordeado el reglamento técnico en múltiples ocasiones, cuando no lo han traspasado con la vista gorda de la FIA. Les han permitido muchas veces saltarse el reglamento deportivo. Les han hecho ruedas a medida....etc. Eso nos tiene muy cabreados, con bastante razón.
Por eso nos cuesta mucho trabajo reconocer que este equipo ha hecho un gran trabajo de investigación, diseño y desarrollo. Trabajo que se ha traducido en un concepto ganador. Concepto qué, más allá de su legalidad, no ha podido ser igualado o contrarestado por ninguna escudería, en al menos 3 años consecutivos. Eso es así. Y convendría que lo reconociéramos. Entre otras cosas para aprender de ello.
Pero estas épocas finalizan. Siempre lo han hecho. O porque otros han encontrado algo mejor o porque se ha cambiado el reglamento, para resetear los equilibrios de poder en la F1 y dar la posibilidad de un nuevo comienzo.
Sucedió con el fugaz pero demoledor dominio de McLaren con los motores Honda Turbo (y unos chicos llamados Senna y Prost), a finales de los 80 y hasta la prohibición de este tipo de propulsores. Volvió a pasar con aquella imbatible Williams de los 90, motorizada con los excelsos V10 de la saga RS de Renault y cargados de ayudas electrónicas, hasta que estas se prohibieron. Se repitió con los imbatibles diseños de Byrne del primer lustro del nuevo siglo, que dieron 5 campeonatos consecutivos a la Ferrari V10 de Schumacher...hasta que la llegada de la era V8 y las progresivas limitaciones aerodinámicas (y un tal Fernando Alonso) dieron fin a aquella dictadura roja...
Y entre medias, en la zona intermareal entre una y otra época, brillaron genios y monoplazas que reinaron por un breve pero brillante período: el primer Michael antes del Káiser, bajo la égida de Briatore y con Benneton Ford y Benneton Renault. Una McLaren deslumbrante con Hakkinnen y un poderoso V10 Mercedes. Aquel joven genio asturiano, que se atrevió con Renault a arrebatarle dos campeonatos seguidos a los elegidos del establishment: primero a un McLaren extremo pero frágil de Newey, pilotado por la otra joven promesa, Raikkonnen. Luego a la Gran Leyenda y la Todopoderosa Scuderia; al primero lo jubiló, a la segunda ahora pretende llevarla de nuevo a una época de gloria...
En esas estamos. Siempre ha pasado y seguirá pasando. Puede ser este 2014 el del cambio de marea. Esperemos que nos pille en lo alto de la ola...y a surfear...
Gracias de nuevo monstro. Me alegro muchísimo que tú también, a pesar de tus múltiples compromisos, vuelvas a escribir habitualmente en esta tu casa. Y más cuando nos regalas tan acertadas reflexiones.
Luego os escucho y chateamos...
Creo que resumes perfectamente de qué ha ido esto en los últimos años. Han bordeado el reglamento técnico en múltiples ocasiones, cuando no lo han traspasado con la vista gorda de la FIA. Les han permitido muchas veces saltarse el reglamento deportivo. Les han hecho ruedas a medida....etc. Eso nos tiene muy cabreados, con bastante razón.
Por eso nos cuesta mucho trabajo reconocer que este equipo ha hecho un gran trabajo de investigación, diseño y desarrollo. Trabajo que se ha traducido en un concepto ganador. Concepto qué, más allá de su legalidad, no ha podido ser igualado o contrarestado por ninguna escudería, en al menos 3 años consecutivos. Eso es así. Y convendría que lo reconociéramos. Entre otras cosas para aprender de ello.
Pero estas épocas finalizan. Siempre lo han hecho. O porque otros han encontrado algo mejor o porque se ha cambiado el reglamento, para resetear los equilibrios de poder en la F1 y dar la posibilidad de un nuevo comienzo.
Sucedió con el fugaz pero demoledor dominio de McLaren con los motores Honda Turbo (y unos chicos llamados Senna y Prost), a finales de los 80 y hasta la prohibición de este tipo de propulsores. Volvió a pasar con aquella imbatible Williams de los 90, motorizada con los excelsos V10 de la saga RS de Renault y cargados de ayudas electrónicas, hasta que estas se prohibieron. Se repitió con los imbatibles diseños de Byrne del primer lustro del nuevo siglo, que dieron 5 campeonatos consecutivos a la Ferrari V10 de Schumacher...hasta que la llegada de la era V8 y las progresivas limitaciones aerodinámicas (y un tal Fernando Alonso) dieron fin a aquella dictadura roja...
Y entre medias, en la zona intermareal entre una y otra época, brillaron genios y monoplazas que reinaron por un breve pero brillante período: el primer Michael antes del Káiser, bajo la égida de Briatore y con Benneton Ford y Benneton Renault. Una McLaren deslumbrante con Hakkinnen y un poderoso V10 Mercedes. Aquel joven genio asturiano, que se atrevió con Renault a arrebatarle dos campeonatos seguidos a los elegidos del establishment: primero a un McLaren extremo pero frágil de Newey, pilotado por la otra joven promesa, Raikkonnen. Luego a la Gran Leyenda y la Todopoderosa Scuderia; al primero lo jubiló, a la segunda ahora pretende llevarla de nuevo a una época de gloria...
En esas estamos. Siempre ha pasado y seguirá pasando. Puede ser este 2014 el del cambio de marea. Esperemos que nos pille en lo alto de la ola...y a surfear...
Gracias de nuevo monstro. Me alegro muchísimo que tú también, a pesar de tus múltiples compromisos, vuelvas a escribir habitualmente en esta tu casa. Y más cuando nos regalas tan acertadas reflexiones.
Luego os escucho y chateamos...