23-09-2013, 10:50
(23-09-2013, 10:22)santana escribió: Mirar lo que dice Joaquin Verdegay, vicepresidente de la RFEA, yo ya no se que pensar, como puede ser la gente tan ciega y tratar de justificar lo injustificable
Es injusto pitar a Vettel
Sebastian Vettel, tras su victoria en el Gran Premio de Singapur. (AFP)Sebastian Vettel, tras su victoria en el Gran Premio de Singapur. (AFP)
'Para Alonso, acabar segundo en Singapur es mucho más de lo que la lógica, el talento y el optimismo nos permitían -siquiera- imaginar'
'Es precisamente por su talento y por su esfuerzo deportivo por lo que la superioridad de Red Bull es tan evidente'
Por Joaquin Verdegay |
Actualizado lunes 23/09/2013 09:27 horas
Disminuye el tamaño del texto Aumenta el tamaño del texto Comentarios 20 Adelantar cuatro posiciones en la salida del circuito de Marina Bay, y pasar limpio la primera curva es, permítanme el chascarrillo, "como hablar con Dios y que te conozca la voz". Acabar segundo el Gran Premio de Singapur, es mucho más de lo que la lógica, el talento del piloto, y el optimismo de los aficionados más fanáticos nos permitían -siquiera- imaginar, pero Fernando Alonso, una vez más, ha hecho magia y nos ha permitido disfrutar de la carrera que se disputaba detrás de Vettel.
Es un hecho indiscutible que el Red Bull de Vettel es superior a todos sus rivales, pero esto no debe llevarnos a la conclusión de que el alemán sea un mal piloto, porque no es cierto. Sebastian Vettel es un piloto genial, uno de los cuatro mejores en activo, junto con Fernando, Kimi Raikkonen o Lewis Hamilton, y su victoria de este fin de semana ha sido fruto de un gran trabajo.
Recuerden que al final de la carrera, el expiloto de Fórmula 1 Martin Brundle le dijo a Vettel en la entrevista del pódium que, desde fuera, la carrera había parecido muy fácil, y que "el único coche que te podía parar era el coche de seguridad", a lo que Vettel solo indicó que la salida de Rosberg fue muy buena y complicada para él, o sea que él mismo reconoció que el trabajo que tuvo que hacer para ganar con esa holgura no fue muy difícil, pero, aún así, no está al alcance de cualquiera.
Exprimir el Red Bull como lo hace Vettel, y servirse de su superioridad mecánica con esa facilidad, solo podrían hacerlo con el mismo acierto cualquiera de los cuatro pilotos del nivel superior, el poker de ases que indicaba antes, pero ninguno más.
Por eso, resulta injusto que se pite a Vettel al final de las carreras, porque es precisamente por su talento y por su esfuerzo deportivo por lo que la superioridad de Red Bull es tan evidente.
El problema que sufre el espectáculo deportivo es cuando se juntan a la vez el mejor coche y el mejor piloto -o uno de los cuatro mejores pilotos-, pero sin su trabajo extraordinario no habría superioridad, y eso no es culpa del piloto, que solo hace todo lo que puede, como es su obligación.
Para acabar, me encantó ver a Webber sentado en el coche de Alonso. ¡Como en los viejos tiempos!, en los que este tipo de situaciones se daban más a menudo. Y por cierto, me ha encantado ver la película RUSH, salen hasta los pantalones rojos del Conde Villapadierna, que era el Director de Carrera del Gran Premio de España de 1976.
http://www.elmundo.es/elmundodeporte/201...21261.html
Desde luego, si Vettel fuese un piloto malo no estaría ahí. NO es tan malo como lo vendemos, pero dista mucho de ser el mejor. Recordemos unas temporadas atrás, cuando sí hubo igualdad en Red Bull y estuvo a la par, o por debajo hasta el final, de un piloto magnífico pero que nadie pone en el 'póker' de mejores pilotos, Mark Webber. Para mi esa es la medida, es un piloto bueno, pero hay muchos que con el mismo coche le igualarían o mejorarían, por no decir nada de Fernando o Hamilton, o Raikkonen, que le dejarían en ridículo si contasen con las mismas armas. La gente no es tonta y lo sabe, sobre todo porque con ese 'avión' que le han dado el espectáculo es paupérrimo, solo se levantan del asiendo gracias a Fernando, a Hamilton... ¿pero por Vettel? Aburre y aburre. Los pitos son merecidos en buena parte, gana pero está claro, muy claro, que no enamora ni lo hará.