El Williams FW15C la máquina tecnológica de la F1
CAMPEONATO F1 1993
Este auto para los tiempos que corrían era un verdadero ordenador con ruedas.
Con tecnología que luego se ha adaptado a los deportivos modernos, y otros adelantos que todavía no se han podido implementar por su complejidad y coste.
Los más importantes fueron su acelerador electrónico, el sistema de control de freno ABS (utilizado actualmente por la totalidad de los coches del mercado) y el cambio de marchas automatizado.
Y la más importante de todas, el sistema de suspensión activa, un ordenador con sensores que leía las irregularidades del asfalto y cambiaba la altura del coche en función de la pista por lo que conseguía que el coche estuviera siempre lo más cerca posible del suelo, con unos pasos por curva nunca vistos en esa época.
Otro de sus avances frente a sus adversarios en la pista fue suprimir el tiempo perdido del cambio de marchas y en subir las revoluciones del motor, logrando así que el coche no perdiera potencia. Era muy curioso oír este coche sin los típicos aullidos al subir y bajar de marcha. Solo se escuchaba un sonido continuo.
Todo esta combinación de tecnología puntera estaba acompañada por uno de los motores más exitosos de la historia de la Formula 1, el motor Renault RS5 V10 de 3.5 litros y 800cv.
El coche completo pesaba 505 Kg.
El mayor problema de este coche fue la dificultad de los técnicos para poner apunto el coche en los grandes premios por la cantidad de tecnología que mostraba. Eso si cuando se ponía a rodar en pista no había nadie que hiciera sombra al Williams.
En 1994 la FIA prohibió las ayudas tecnológicas en pos de la rivalidad y espectáculo en pista pero este coche quedó para la historia como posiblemente el coche más rápido y sorprendente que ha pisado los circuitos del mundial de Formula 1.
los diseñadores fueron ADRIAN NEWEY y PATRICK HEAD
CAMPEONATO F1 1993
Este auto para los tiempos que corrían era un verdadero ordenador con ruedas.
Con tecnología que luego se ha adaptado a los deportivos modernos, y otros adelantos que todavía no se han podido implementar por su complejidad y coste.
Los más importantes fueron su acelerador electrónico, el sistema de control de freno ABS (utilizado actualmente por la totalidad de los coches del mercado) y el cambio de marchas automatizado.
Y la más importante de todas, el sistema de suspensión activa, un ordenador con sensores que leía las irregularidades del asfalto y cambiaba la altura del coche en función de la pista por lo que conseguía que el coche estuviera siempre lo más cerca posible del suelo, con unos pasos por curva nunca vistos en esa época.
Otro de sus avances frente a sus adversarios en la pista fue suprimir el tiempo perdido del cambio de marchas y en subir las revoluciones del motor, logrando así que el coche no perdiera potencia. Era muy curioso oír este coche sin los típicos aullidos al subir y bajar de marcha. Solo se escuchaba un sonido continuo.
Todo esta combinación de tecnología puntera estaba acompañada por uno de los motores más exitosos de la historia de la Formula 1, el motor Renault RS5 V10 de 3.5 litros y 800cv.
El coche completo pesaba 505 Kg.
El mayor problema de este coche fue la dificultad de los técnicos para poner apunto el coche en los grandes premios por la cantidad de tecnología que mostraba. Eso si cuando se ponía a rodar en pista no había nadie que hiciera sombra al Williams.
En 1994 la FIA prohibió las ayudas tecnológicas en pos de la rivalidad y espectáculo en pista pero este coche quedó para la historia como posiblemente el coche más rápido y sorprendente que ha pisado los circuitos del mundial de Formula 1.
los diseñadores fueron ADRIAN NEWEY y PATRICK HEAD