El alemán desoyó durante tres vueltas las órdenes del 'box' de la escudería austriaca para que dejara pasar a su compañero
Por segunda carrera consecutiva, a Sebastián Vettel le pidieron que dejara pasar a su compañero Daniel Ricciardo. Que no le frenara, que no le obstaculizara, que no le complicara la vida, que el australiano era más rápido, que tenía mejor ritmo y neumáticos más nuevos. Pero el tetracampeón del mundo no entendió (o no quiso entender) el mensaje que llegaba a través de la radio desde el box de Red Bull. Le escoció la orden, igual que a Mark Webber le molestaba cuando le pedían que se dejara avanzar por al alemán.
Los ingenieros le transmitieron a Vettel el mensaje en la vuelta 24 del GP de China, pero Seb le puso problemas a Ricciardo hasta la 27. Tres giros completos al circuito de Shanghai que bien le pudieron costar un podio a la escudería austriaca. Porque el australiano, que terminó 20 segundos por delante del germano, se quedó a escasos metros del tercer puesto, el que finalmente ocupó Fernando Alonso.
"Venían muy rápido", reconoció el asturiano. "Ver a Ricciardo fue una sorpresa. Porque si miras por el retrovisor y ves un Red Bull que viene como un tiro, piensas que es Vettel, y al final era Ricciardo", elogió el corredor de Ferrari, aprovechando para lanzar un pequeño dardo a Seb.
"Mala suerte", fue la respuesta de Sebastián Vettel a sus mecánicos cuando estos le insistían en que Ricciardo era más rápido que él. De no ser por esa pelea de gallos en Red Bull, el australiano muy probablemente había atrapado a Alonso. "Hice todo lo que pude para alcanzar a Fernando. Estuvimos a un par de segundos de él al cruzar la meta", se lamentó, aunque sin buscar polémica. "Uno siempre quiere mantener su posición, pero (más adelante) el equipo se lo pidió por radio y me dejó pasar", zanjó.
Ricciardo, expiloto de Toro Rosso, llegó este año a Red Bull para sustituir a su compatriota Mark Webber y tiene hambre de éxito. "¡De verdad que quiero ese podio, y nos estamos acercando!", exclamó. El joven australiano, que fue descalificado en Australia tras acabar segundo, está cuajando un gran inicio de temporada, superando por completo a Vettel.
"Me aparté para Daniel en cuanto supe que teníamos estrategias diferentes", se justificó Seb. "Cuando me lo pidieron la primera vez, no lo entendí, porque llevábamos el mismo tipo de gomas (duras), no como en Bahréin, así que les pedí que me lo repitieran", explicó. "Cuando el equipo me dijo que estábamos en estrategias distintas, me aparté, y entonces, según fue avanzando la carrera, me di cuenta cada vez más de que yo no tenía ritmo. No tenía sentido retener a Dan detrás", admitió.
Vettel no tiene feeling con Suzie, su nuevo monoplaza. "Todavía no estoy donde quiero con el coche, pero es un proceso que está en marcha. Nuestra debilidad no está en las curvas, sino en las rectas", analizó. Y reconoció que Ricciardo le está sacando más jugo al vehículo. "Daniel se entiende muy bien con este coche y está demostrando que hay más en el coche de lo que yo puedo sacar", dijo.
Christian Horner, jefe del equipo Red Bull, disculpó al campeón del mundo y no quiso darle demasiada importancia al incidente entre sus pilotos. "(Vettel) es un corredor y era obvio que iba a desafiarlos. Con los mismos neumáticos los chicos quieren competir entre sí", aseguró. "Pero estábamos mirando una estrategia diferente para Seb... y entonces se apartó y dejó que su compañero pasara", añadió.
"Seb ha hecho lo correcto para el equipo. Ha sido sincero al reconocer que ha dejado pasar a su compañero. Ricciardo era más rápido", apuntó Horner. Vettel es famoso por ignorar las órdenes de equipo en Malasia en 2013 cuando él rodaba detrás de Webber. El alemán adelantó a su compañero y acabó con la poca relación que quedaba entre los dos pilotos de Red Bull.
lavanguardia.com
Por segunda carrera consecutiva, a Sebastián Vettel le pidieron que dejara pasar a su compañero Daniel Ricciardo. Que no le frenara, que no le obstaculizara, que no le complicara la vida, que el australiano era más rápido, que tenía mejor ritmo y neumáticos más nuevos. Pero el tetracampeón del mundo no entendió (o no quiso entender) el mensaje que llegaba a través de la radio desde el box de Red Bull. Le escoció la orden, igual que a Mark Webber le molestaba cuando le pedían que se dejara avanzar por al alemán.
Los ingenieros le transmitieron a Vettel el mensaje en la vuelta 24 del GP de China, pero Seb le puso problemas a Ricciardo hasta la 27. Tres giros completos al circuito de Shanghai que bien le pudieron costar un podio a la escudería austriaca. Porque el australiano, que terminó 20 segundos por delante del germano, se quedó a escasos metros del tercer puesto, el que finalmente ocupó Fernando Alonso.
"Venían muy rápido", reconoció el asturiano. "Ver a Ricciardo fue una sorpresa. Porque si miras por el retrovisor y ves un Red Bull que viene como un tiro, piensas que es Vettel, y al final era Ricciardo", elogió el corredor de Ferrari, aprovechando para lanzar un pequeño dardo a Seb.
"Mala suerte", fue la respuesta de Sebastián Vettel a sus mecánicos cuando estos le insistían en que Ricciardo era más rápido que él. De no ser por esa pelea de gallos en Red Bull, el australiano muy probablemente había atrapado a Alonso. "Hice todo lo que pude para alcanzar a Fernando. Estuvimos a un par de segundos de él al cruzar la meta", se lamentó, aunque sin buscar polémica. "Uno siempre quiere mantener su posición, pero (más adelante) el equipo se lo pidió por radio y me dejó pasar", zanjó.
Ricciardo, expiloto de Toro Rosso, llegó este año a Red Bull para sustituir a su compatriota Mark Webber y tiene hambre de éxito. "¡De verdad que quiero ese podio, y nos estamos acercando!", exclamó. El joven australiano, que fue descalificado en Australia tras acabar segundo, está cuajando un gran inicio de temporada, superando por completo a Vettel.
"Me aparté para Daniel en cuanto supe que teníamos estrategias diferentes", se justificó Seb. "Cuando me lo pidieron la primera vez, no lo entendí, porque llevábamos el mismo tipo de gomas (duras), no como en Bahréin, así que les pedí que me lo repitieran", explicó. "Cuando el equipo me dijo que estábamos en estrategias distintas, me aparté, y entonces, según fue avanzando la carrera, me di cuenta cada vez más de que yo no tenía ritmo. No tenía sentido retener a Dan detrás", admitió.
Vettel no tiene feeling con Suzie, su nuevo monoplaza. "Todavía no estoy donde quiero con el coche, pero es un proceso que está en marcha. Nuestra debilidad no está en las curvas, sino en las rectas", analizó. Y reconoció que Ricciardo le está sacando más jugo al vehículo. "Daniel se entiende muy bien con este coche y está demostrando que hay más en el coche de lo que yo puedo sacar", dijo.
Christian Horner, jefe del equipo Red Bull, disculpó al campeón del mundo y no quiso darle demasiada importancia al incidente entre sus pilotos. "(Vettel) es un corredor y era obvio que iba a desafiarlos. Con los mismos neumáticos los chicos quieren competir entre sí", aseguró. "Pero estábamos mirando una estrategia diferente para Seb... y entonces se apartó y dejó que su compañero pasara", añadió.
"Seb ha hecho lo correcto para el equipo. Ha sido sincero al reconocer que ha dejado pasar a su compañero. Ricciardo era más rápido", apuntó Horner. Vettel es famoso por ignorar las órdenes de equipo en Malasia en 2013 cuando él rodaba detrás de Webber. El alemán adelantó a su compañero y acabó con la poca relación que quedaba entre los dos pilotos de Red Bull.
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No se construirá una nueva era con las armas,sino con las manos que las llevan
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