30-07-2014, 21:35
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 30-07-2014, 21:48 por Alano_Spanol.)
¡Bailad! Bailad, madiltos!
Miércoles, 30 de julio de 2014
Publicado por Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] en 21:11
Me resisto a asimilar que esta temporada que suponía la panacea para todos nosotros, y los otros,
incluso para los integrantes del paddock y la parrilla, huela a entierro prematuro en agosto
a falta de ver quién hace de finado y quién baila sobre el ataúd.
No puede ser que hayamos claudicado tan fácilmente que nadie busca gatos encerrados,
ni hace preguntas, ni sopesa lo terriblemente extraño que resulta todo.. Lewis y Nico, fin de la cita.
2014 apareció en el horizonte de 2012 como el escenario de retorno de los motores turbo.
Quien más y quien menos encontró fotografías en el armario de aquellas bestias que arrojaban toneladas
de caballos de potencia sobre los trazados de los ochenta del siglo pasado,
y las compartió para que se nos pusieran a todos los colmillos largos.
El pretérito, así, hacía a la vez de maná en el desierto del dominio apabullante de Red Bull
y también de gusana en el anzuelo al que quedaríamos prendidos por la boca como pececillos ingenuos,
al haber olvidado en cero coma tres segundos, que con Bernie y su tropa no conviene dar jamás nada por seguro.
Y el caso es que.. (continúa)
Os leo.
Fuente: elinfiernoverde.blogspot.com.es
Miércoles, 30 de julio de 2014
Publicado por Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] en 21:11
Me resisto a asimilar que esta temporada que suponía la panacea para todos nosotros, y los otros,
incluso para los integrantes del paddock y la parrilla, huela a entierro prematuro en agosto
a falta de ver quién hace de finado y quién baila sobre el ataúd.
No puede ser que hayamos claudicado tan fácilmente que nadie busca gatos encerrados,
ni hace preguntas, ni sopesa lo terriblemente extraño que resulta todo.. Lewis y Nico, fin de la cita.
2014 apareció en el horizonte de 2012 como el escenario de retorno de los motores turbo.
Quien más y quien menos encontró fotografías en el armario de aquellas bestias que arrojaban toneladas
de caballos de potencia sobre los trazados de los ochenta del siglo pasado,
y las compartió para que se nos pusieran a todos los colmillos largos.
El pretérito, así, hacía a la vez de maná en el desierto del dominio apabullante de Red Bull
y también de gusana en el anzuelo al que quedaríamos prendidos por la boca como pececillos ingenuos,
al haber olvidado en cero coma tres segundos, que con Bernie y su tropa no conviene dar jamás nada por seguro.
Y el caso es que.. (continúa)
Os leo.
Fuente: elinfiernoverde.blogspot.com.es