18-02-2015, 01:12
Pues como el día no da para más, un ralatillo y al sobre. Es sobre Alonso de joven, escrito en "El Mundo", años ha:
Después de arrollar a varias de las leyendas vivas del karting, después de reducir a sus compañeros de equipo a cenizas, de ser campeón del mundo júnior, recibió la llamada de Adrián Campos, ex piloto de Minardi, que buscaba un corredor para sustituir en su equipo de la Fórmula Nissan a Marc Gené. "Me invitaron al Marlboro Master Kart", recuerda Adrián Campos, "y allí me hablaron de un niño que era campeón del mundo de karts y que se llamaba Fernando Alonso. El niño arrasó en la manga de los profesionales, en la que corrían Antonio García, Polo Villamil y creo que hasta Trulli. Los dobló a casi todos. Después corrió la nuestra, la de los vips, en plan exhibición, con una cámara cogida al casco. Nos pasó por encima a mí, a Renée Arnoux y a Clay Ragazzoni. Tenía 14 años, pero me quedé con el nombre y empecé a seguirlo. Cuando Marc (Gené) se fue a la Fórmula 1, me empeñé en que lo sustituyera. Me habían dicho que él y su padre eran gente difícil, que hablaban poco. Los cité en Alcira y, en cuatro horas, Fernando sólo me dijo `hola' y `adiós'. Me recordó muchísimo a Jorge Martínez Aspar por su mirada. No paró de dar vueltas observando el coche".
Para la joven promesa era un salto enorme. Jamás había competido en un coche, nunca había usado una caja de cambios. Campos lo llamó para hacerle una prueba en Albacete. Por la mañana le explicaron cómo se metía la primera y cómo se soltaba el embrague en aquel bólido de 250 caballos. Por la tarde ya estaba rodando a un segundo del tiempo de Marc Gené. Y como no le pareció bastante, forzó aún más e hizo añicos el coche saliéndose de la pista. Por la noche repararon el vehículo y al día siguiente Alonso igualó el tiempo de Gené, que ya iba a disputar su primera temporada en Fórmula 1. Gené se reía, no podía creerlo: "¿De verdad que este chico no ha conducido antes un coche con marchas?".
El día de su debut en la Fórmula Nissan, salió quinto en la primera manga, remontó, se puso en cabeza y se estrelló. Llegó a boxes y su equipo estaba al borde del infarto. "Tranquilos, que la segunda manga la gano yo", lanzó. Parecía una bravata, inusual en semejante niño, tan parco en palabras altisonantes. Venció en la segunda manga, con casi 50 segundos de ventaja.
Después de arrollar a varias de las leyendas vivas del karting, después de reducir a sus compañeros de equipo a cenizas, de ser campeón del mundo júnior, recibió la llamada de Adrián Campos, ex piloto de Minardi, que buscaba un corredor para sustituir en su equipo de la Fórmula Nissan a Marc Gené. "Me invitaron al Marlboro Master Kart", recuerda Adrián Campos, "y allí me hablaron de un niño que era campeón del mundo de karts y que se llamaba Fernando Alonso. El niño arrasó en la manga de los profesionales, en la que corrían Antonio García, Polo Villamil y creo que hasta Trulli. Los dobló a casi todos. Después corrió la nuestra, la de los vips, en plan exhibición, con una cámara cogida al casco. Nos pasó por encima a mí, a Renée Arnoux y a Clay Ragazzoni. Tenía 14 años, pero me quedé con el nombre y empecé a seguirlo. Cuando Marc (Gené) se fue a la Fórmula 1, me empeñé en que lo sustituyera. Me habían dicho que él y su padre eran gente difícil, que hablaban poco. Los cité en Alcira y, en cuatro horas, Fernando sólo me dijo `hola' y `adiós'. Me recordó muchísimo a Jorge Martínez Aspar por su mirada. No paró de dar vueltas observando el coche".
Para la joven promesa era un salto enorme. Jamás había competido en un coche, nunca había usado una caja de cambios. Campos lo llamó para hacerle una prueba en Albacete. Por la mañana le explicaron cómo se metía la primera y cómo se soltaba el embrague en aquel bólido de 250 caballos. Por la tarde ya estaba rodando a un segundo del tiempo de Marc Gené. Y como no le pareció bastante, forzó aún más e hizo añicos el coche saliéndose de la pista. Por la noche repararon el vehículo y al día siguiente Alonso igualó el tiempo de Gené, que ya iba a disputar su primera temporada en Fórmula 1. Gené se reía, no podía creerlo: "¿De verdad que este chico no ha conducido antes un coche con marchas?".
El día de su debut en la Fórmula Nissan, salió quinto en la primera manga, remontó, se puso en cabeza y se estrelló. Llegó a boxes y su equipo estaba al borde del infarto. "Tranquilos, que la segunda manga la gano yo", lanzó. Parecía una bravata, inusual en semejante niño, tan parco en palabras altisonantes. Venció en la segunda manga, con casi 50 segundos de ventaja.