23-06-2015, 16:14
Fernando Alonso vive en estado zen
José Carlos Carabias
Día 23/06/2015 - 12.35h
Pese a las calamidades del McLaren, los abandonos y un año sin resultados, el español se declara motivado y feliz
AFp
Fernando Alonso, durante el pasado GP de Austria
«Mira, ahí le tienes. ¿Dirías que está alterado?». La pregunta procede del departamento de comunicación de McLaren y el punto de confluencia es una mesa de color gris grafito en la que se escuchan voces cantarinas y risotadas varias dentro del imponente pabellón de la escudería inglesa en el circuito Red Bull Ring. Fernando Alonso cuenta chanzas a un grupo de escuchantes, gesticula como si montase un par de esquíes, muestra la pantalla de su teléfono y todos concluyen la sesión con una carcajada coral. No ha empezado la carrera en la que, horas después, el piloto voló con su coche hasta la coronilla del Ferrari de Raikkonen en un golpe espeluznante. Pasado el tremendo susto y el soponcio de otro abandono, no hay llantos en la misma mesa gris pasadas las cinco de la tarde. Han cesado las bromas, pero perdura el espíritu zen que el doble campeón del mundo ha impuesto en su regreso a McLaren. Pese a su cuarta retirada consecutiva, al noveno K.O. de los coches ingleses en ocho carreras, Alonso confía en un futuro mejor.
José Carlos Carabias
Día 23/06/2015 - 12.35h
Pese a las calamidades del McLaren, los abandonos y un año sin resultados, el español se declara motivado y feliz
AFp
Fernando Alonso, durante el pasado GP de Austria
«Mira, ahí le tienes. ¿Dirías que está alterado?». La pregunta procede del departamento de comunicación de McLaren y el punto de confluencia es una mesa de color gris grafito en la que se escuchan voces cantarinas y risotadas varias dentro del imponente pabellón de la escudería inglesa en el circuito Red Bull Ring. Fernando Alonso cuenta chanzas a un grupo de escuchantes, gesticula como si montase un par de esquíes, muestra la pantalla de su teléfono y todos concluyen la sesión con una carcajada coral. No ha empezado la carrera en la que, horas después, el piloto voló con su coche hasta la coronilla del Ferrari de Raikkonen en un golpe espeluznante. Pasado el tremendo susto y el soponcio de otro abandono, no hay llantos en la misma mesa gris pasadas las cinco de la tarde. Han cesado las bromas, pero perdura el espíritu zen que el doble campeón del mundo ha impuesto en su regreso a McLaren. Pese a su cuarta retirada consecutiva, al noveno K.O. de los coches ingleses en ocho carreras, Alonso confía en un futuro mejor.