07-07-2015, 11:08
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 07-07-2015, 11:12 por German Sanchez.)
Lo que tiene que hacer Bernie de una vez es agarrar por los huevos a Todt y a los equipos e imponer algo que es vital para la F1, la competición en condiciones de más igualdad.
Para ello debe hacer dos cosas, primero imponer un año de descongelación total del motor desde ya (e iría más allá, excluyendo a Mercedes), y por otro lado que Bernie pasara a Renault y Honda los chivatazos (que ya ha pasado a Ferrari).
A partir de ahí que cada uno se apañe, pero partiendo de una base mucho más igualitaria. El resto de medidas aerodinámicas o de aumento de anchura de ruedas, etc, etc, son parches que ya no harían mucha falta. Yo sólo incluiría dos proveedores de neumáticos y libre elección de compuestos para las carreras.
El problema es que todo ésto que es bastante simple de ejecutar va contra los principios del negocio: Eliminan los más importantes pilares mediante los cuales éstos pájaros manipulan la competición.
Si os digo la verdad, creo que Bernie es al único que creo capaz de hacerlo, el resto no ven más allá de sus propias narices.
Saludos.
Para ello debe hacer dos cosas, primero imponer un año de descongelación total del motor desde ya (e iría más allá, excluyendo a Mercedes), y por otro lado que Bernie pasara a Renault y Honda los chivatazos (que ya ha pasado a Ferrari).
A partir de ahí que cada uno se apañe, pero partiendo de una base mucho más igualitaria. El resto de medidas aerodinámicas o de aumento de anchura de ruedas, etc, etc, son parches que ya no harían mucha falta. Yo sólo incluiría dos proveedores de neumáticos y libre elección de compuestos para las carreras.
El problema es que todo ésto que es bastante simple de ejecutar va contra los principios del negocio: Eliminan los más importantes pilares mediante los cuales éstos pájaros manipulan la competición.
Si os digo la verdad, creo que Bernie es al único que creo capaz de hacerlo, el resto no ven más allá de sus propias narices.
Saludos.
Siempre con Fernando, año tras año.
Un imbécil que lee mucho no reduce un ápice su imbecilidad. Si acaso, se convierte en un imbécil leído.