06-09-2015, 10:51
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 06-09-2015, 11:09 por DE-ZETA-TE.)
Hola Safetys.
Es indigno e indignante comprobar a qué extremos se está llegando en la F1.
Sin necesidad de hablar de una constante conspiración (que es comprensible que se piense que existe, porque ya son muchas casualidades acumuladas) es evidente el descarado "dirigismo" para que "ciertas cosas convenientes" sucedan.
Y no hablo de facilitar los resultados a determinados pilotos; sigo pensando que un Vettel o un Hamilton, cuando se habla de centenares de millones, no pasan de ser actores intercambiables. O de evitárselos a otros; a ojos del establishment Alonso no es conveniente para el "negocio" no por español o rebelde, si no porque su descomunal talento, con un monoplaza de mitad de parrilla, se lo pone difícil a cualquiera. Y con uno bueno lo gana de calle por años consecutivos; es decir, escapa a su control si no lo controlan capándolo. Lo mismo le pasa a Nico Hulkenberg y, por eso, no es increíble que no se le haya dado la más mínima oportunidad al que considero el mejor después de Fernando. Y veremos lo que termina sucediendo con Sainz Jr., otro talentazo al que podrían terminar laminando para que "brille" Max...
Aquí el problema es que, paradójicamente, quienes salvaron la F1 en los 90 y los 00 (Bernie, las grandes firmas automovilísticas siempre motoristas y por épocas constructores, algunos nuevos ricos arrimados al glamour de la Categoría Reina, léase Mateschitz, y los fondos buitres que invierten en ella, léase CVC y otros) han perdido totalmente el decoro, las formas, el norte y hasta la cabeza.
En el afán de atar de antemano épocas de gloria, que compensen vía títulos, imagen y publicidad, las inversiones millonarias de los unos y los otros, esto ha pasado de espectáculo sublime con características deportivas muy acentuadas, a chabacano y previsible montaje. Indigno incluso de compararse con una experimentada y muy bien gestionada WWE, dónde todos sabemos qué vamos a ver (y por qué), cuando los rivales de Wrestling suben al cuadrilátero a dar sólo espectáculo. Allí no se engaña a nadie, cosa que no se puede decir de la que otrora fuera máxima categoría del deporte del motor.
Chanchullos siempre hubo. Pero lo de ahora roza ya el ridículo y el esperpento. Todo márketing, el envoltorio que diría Oskar Schindler, y mucho dinero, ego y poder. A nada ayuda, además, que a Bernie le haya salido un aspirante a Gran Capo, que es lo que es el Pequeño Napoleón. El larvado enfrentamiento entre Todt y Ecclestone no añade más que desconcierto y descontrol a una situación que está haciendo hasta bueno el recuerdo, y añorado, del inefable Max Mosley; con el viejo abogado y compadre filonazi y pervertido sexual al menos sabíamos a qué atenernos; incluso me atrevo a decir que tuvo buena intención con aquello de reducir los costes, fíjate...
La cosa está muy malita. La F1 ha culminado su particular calvario; su bajada a los infiernos está ya casi completada. Quizás sólo nos falte por ver el tercero o cuarto de Hamilton, superando a ¡¡Senna!!. O como gana Sebastian Vettel un Mundial con la Scuderia, incluso en plan "épico", como último estertor e intento de hacerle sombra a la verdadera leyenda heredera del gran Ayrton. Justo aquella que no pudo ganarlo con la Rossa. Se reivindicarían así los 3 o 4 Mundiales de Soy Leyenda. Y mínimo los 4 títulos descafeinados del de Heppenheim, ya que el primero, el de más mérito, lo perdió Ferrari y se lo hicieron perder a su propio compañero...
Todo ello al menos a ojos de los Ciegos Selectivos, los Ignorantes o de los Pobres Corderos que miran ocasionalmente eso de ver los cochecitos dando vueltas.
Pero fijáos que caigo yo, incluso después del razonamiento anterior, en el error de ver que todo se hace por los pilotos, por filias y fobias...
NO.
Se hace para que Mercedes venda más híbridos que Renault y Honda. Se hace para que la caduca leyenda de un Ferrari 458 Speciale no sea laminada por la pujante realidad de un Nissan GT-R Nismo. Se hace para que Audi, con los aros o vía Porsche, se anime y participe; porque sabe que si mete 500 millones en el Circo, y acepta las condiciones, tarde o temprano ganará, por mérito propio o por ayudas, o por ambos. Se hace incluso para que BMW y Toyota, viendo el percal, decidan regresar... si trago y pago, gano; es cuestión de tiempo. Se hace para que Michelin pique y sustituya como prostituta a Pirelli, que ya ni neumáticos de alto rendimiento, su especialidad, parece saber hacer. Y con tanto bandazo y error se han convertido en malos para el negocio; hay que cambiarlos como se cambian las bombillas fundidas...
Se hace por Dinero, por Ego y por Poder...
¿Arreglará Honda sus problemas en época de Fernando? No lo sé. Capacidad tiene. Peso político ninguno, pero podría si quisiera...
¿Merecerá la pena? No por cualquier medio y a cualquier precio, eso lo tengo claro... 2017 con el tan cacareado cambio podría ser una oportunidad para ello. Pero no querría ver a Alonso ganando como lo hace Hamilton con Mercedes. O como lo hizo Vettel en Red Bull. O como lo hará, quizás, en Ferrari.
Fernando es un dinosaurio perdido en este esperpento. Una personalidad desubicada, en un tiempo y unos valores que no le corresponden...
Como nosotros.
Por eso tendrá siempre mi apoyo, siempre que no renuncie a lo que de él admiro, y pase lo que pase...
Sigo confiando en que pueden solucionarlo y ganar limpiamente. Lo hagan o no es mucho lo ya conseguido, sólo con intentarlo sin ayudas ni trampas, puteados desde el principio con los tokens. Por eso sólo les daré aún mi tiempo, mi paciencia y mi apoyo.
P.D.: D.E.P. las 6 víctimas del trágico accidente del rally en Galicia. Y se recuperen pronto y bien los 16 heridos. No se pueden celebrar pruebas de motor sin condiciones de seguridad... y ponerse en esas curvas no es de aficionados. Eso es de imprudentes temerarios y casi suicidas. Y menos cuando se trata de niñas menores de edad. No vale con quejarse. Hay que prevenir.
Es indigno e indignante comprobar a qué extremos se está llegando en la F1.
Sin necesidad de hablar de una constante conspiración (que es comprensible que se piense que existe, porque ya son muchas casualidades acumuladas) es evidente el descarado "dirigismo" para que "ciertas cosas convenientes" sucedan.
Y no hablo de facilitar los resultados a determinados pilotos; sigo pensando que un Vettel o un Hamilton, cuando se habla de centenares de millones, no pasan de ser actores intercambiables. O de evitárselos a otros; a ojos del establishment Alonso no es conveniente para el "negocio" no por español o rebelde, si no porque su descomunal talento, con un monoplaza de mitad de parrilla, se lo pone difícil a cualquiera. Y con uno bueno lo gana de calle por años consecutivos; es decir, escapa a su control si no lo controlan capándolo. Lo mismo le pasa a Nico Hulkenberg y, por eso, no es increíble que no se le haya dado la más mínima oportunidad al que considero el mejor después de Fernando. Y veremos lo que termina sucediendo con Sainz Jr., otro talentazo al que podrían terminar laminando para que "brille" Max...
Aquí el problema es que, paradójicamente, quienes salvaron la F1 en los 90 y los 00 (Bernie, las grandes firmas automovilísticas siempre motoristas y por épocas constructores, algunos nuevos ricos arrimados al glamour de la Categoría Reina, léase Mateschitz, y los fondos buitres que invierten en ella, léase CVC y otros) han perdido totalmente el decoro, las formas, el norte y hasta la cabeza.
En el afán de atar de antemano épocas de gloria, que compensen vía títulos, imagen y publicidad, las inversiones millonarias de los unos y los otros, esto ha pasado de espectáculo sublime con características deportivas muy acentuadas, a chabacano y previsible montaje. Indigno incluso de compararse con una experimentada y muy bien gestionada WWE, dónde todos sabemos qué vamos a ver (y por qué), cuando los rivales de Wrestling suben al cuadrilátero a dar sólo espectáculo. Allí no se engaña a nadie, cosa que no se puede decir de la que otrora fuera máxima categoría del deporte del motor.
Chanchullos siempre hubo. Pero lo de ahora roza ya el ridículo y el esperpento. Todo márketing, el envoltorio que diría Oskar Schindler, y mucho dinero, ego y poder. A nada ayuda, además, que a Bernie le haya salido un aspirante a Gran Capo, que es lo que es el Pequeño Napoleón. El larvado enfrentamiento entre Todt y Ecclestone no añade más que desconcierto y descontrol a una situación que está haciendo hasta bueno el recuerdo, y añorado, del inefable Max Mosley; con el viejo abogado y compadre filonazi y pervertido sexual al menos sabíamos a qué atenernos; incluso me atrevo a decir que tuvo buena intención con aquello de reducir los costes, fíjate...
La cosa está muy malita. La F1 ha culminado su particular calvario; su bajada a los infiernos está ya casi completada. Quizás sólo nos falte por ver el tercero o cuarto de Hamilton, superando a ¡¡Senna!!. O como gana Sebastian Vettel un Mundial con la Scuderia, incluso en plan "épico", como último estertor e intento de hacerle sombra a la verdadera leyenda heredera del gran Ayrton. Justo aquella que no pudo ganarlo con la Rossa. Se reivindicarían así los 3 o 4 Mundiales de Soy Leyenda. Y mínimo los 4 títulos descafeinados del de Heppenheim, ya que el primero, el de más mérito, lo perdió Ferrari y se lo hicieron perder a su propio compañero...
Todo ello al menos a ojos de los Ciegos Selectivos, los Ignorantes o de los Pobres Corderos que miran ocasionalmente eso de ver los cochecitos dando vueltas.
Pero fijáos que caigo yo, incluso después del razonamiento anterior, en el error de ver que todo se hace por los pilotos, por filias y fobias...
NO.
Se hace para que Mercedes venda más híbridos que Renault y Honda. Se hace para que la caduca leyenda de un Ferrari 458 Speciale no sea laminada por la pujante realidad de un Nissan GT-R Nismo. Se hace para que Audi, con los aros o vía Porsche, se anime y participe; porque sabe que si mete 500 millones en el Circo, y acepta las condiciones, tarde o temprano ganará, por mérito propio o por ayudas, o por ambos. Se hace incluso para que BMW y Toyota, viendo el percal, decidan regresar... si trago y pago, gano; es cuestión de tiempo. Se hace para que Michelin pique y sustituya como prostituta a Pirelli, que ya ni neumáticos de alto rendimiento, su especialidad, parece saber hacer. Y con tanto bandazo y error se han convertido en malos para el negocio; hay que cambiarlos como se cambian las bombillas fundidas...
Se hace por Dinero, por Ego y por Poder...
¿Arreglará Honda sus problemas en época de Fernando? No lo sé. Capacidad tiene. Peso político ninguno, pero podría si quisiera...
¿Merecerá la pena? No por cualquier medio y a cualquier precio, eso lo tengo claro... 2017 con el tan cacareado cambio podría ser una oportunidad para ello. Pero no querría ver a Alonso ganando como lo hace Hamilton con Mercedes. O como lo hizo Vettel en Red Bull. O como lo hará, quizás, en Ferrari.
Fernando es un dinosaurio perdido en este esperpento. Una personalidad desubicada, en un tiempo y unos valores que no le corresponden...
Como nosotros.
Por eso tendrá siempre mi apoyo, siempre que no renuncie a lo que de él admiro, y pase lo que pase...
Sigo confiando en que pueden solucionarlo y ganar limpiamente. Lo hagan o no es mucho lo ya conseguido, sólo con intentarlo sin ayudas ni trampas, puteados desde el principio con los tokens. Por eso sólo les daré aún mi tiempo, mi paciencia y mi apoyo.
P.D.: D.E.P. las 6 víctimas del trágico accidente del rally en Galicia. Y se recuperen pronto y bien los 16 heridos. No se pueden celebrar pruebas de motor sin condiciones de seguridad... y ponerse en esas curvas no es de aficionados. Eso es de imprudentes temerarios y casi suicidas. Y menos cuando se trata de niñas menores de edad. No vale con quejarse. Hay que prevenir.