22-02-2016, 22:46
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 22-02-2016, 22:48 por UnoQueLee.)
Los alonsistas somos españoles, por tanto, carecemos de capacidad de análisis: si roban pudiendo robar, señalamos al que lo hace en vez de preguntarnos que cómo es que puede robar; si nos roban, pero menos, fiesta, es una gran mejora, hay esperanza de que pudiendo, no roben, pero jamás apuntaremos a que no se pueda robar. El comportamiento respecto a lo que sucede en España nos define y se extrapola al resto.
Que un coche dé vueltas es una gran mejora, esperanzador; pasar de estar a 3 seg a 1,5 seg, un grandísimo avance; perder 15 km/h de velocidad punta, es que reservan motor; una solución novedosa de turbo y compresor entre cilindros, que el resto de marcas conocen y de la que huyen como del diablo por los problemas de calor y vibraciones, un acierto porque para ganar hay que hacer cosas distintas...
¿A dónde vamos con estas cabezas? El coche se va a acercar como mucho y cuando no rompa, a 7 u 8 décimas más lo que lime Alonso sobre Button. El resultado será, en el mejor de los casos, el pobre Fernando metido cerca de la batalla, sin armas, y siendo ridiculizado —a ojos profanos— por los mediocres a los que Dios da coches rápidos. Esta vieja historia hubo de padecerla en Ferrari, por eso está hoy en Honda, y por eso yo espero a 2017 y no tengo la más mínima esperanza de ver algo positivo este año para Fernando.
Y muchísimo menos para España. El análisis de la situación política a todos los niveles es calcado. Abran su mente; piensen por ustedes mismos; razonen, sientan menos.
Que un coche dé vueltas es una gran mejora, esperanzador; pasar de estar a 3 seg a 1,5 seg, un grandísimo avance; perder 15 km/h de velocidad punta, es que reservan motor; una solución novedosa de turbo y compresor entre cilindros, que el resto de marcas conocen y de la que huyen como del diablo por los problemas de calor y vibraciones, un acierto porque para ganar hay que hacer cosas distintas...
¿A dónde vamos con estas cabezas? El coche se va a acercar como mucho y cuando no rompa, a 7 u 8 décimas más lo que lime Alonso sobre Button. El resultado será, en el mejor de los casos, el pobre Fernando metido cerca de la batalla, sin armas, y siendo ridiculizado —a ojos profanos— por los mediocres a los que Dios da coches rápidos. Esta vieja historia hubo de padecerla en Ferrari, por eso está hoy en Honda, y por eso yo espero a 2017 y no tengo la más mínima esperanza de ver algo positivo este año para Fernando.
Y muchísimo menos para España. El análisis de la situación política a todos los niveles es calcado. Abran su mente; piensen por ustedes mismos; razonen, sientan menos.