23-05-2011, 16:08
FERRARI SE DA TRES CARRERAS DE PLAZO:
Ferrari está en una situación muy delicada en el campeonato, por deméritos propios y, es de ley reconocerlo, por méritos ajenos. A 67 puntos del líder y con un podio en cinco carreras como máximo botín, el equipo italiano transita entre el abatimiento y las alegrías puntuales que les otorga tener un piloto genial. La primera evolución del Ferrari, iniciada en Turquía y completada en Montmeló, no ha sido estelar.
Para Ferrari se abre ahora un periodo clave de tres carreras en las que va a contemplar con claridad si tiene futuro en este campeonato o no: "En junio veremos, cuando pasen Mónaco, Canadá y Valencia, dónde estamos y en función de dónde sea, decidiremos si podemos estar luchando por el campeonato o qué dirección debemos tomar", reconocía ayer sin mayor problema Stefano Domenicalli, responsable del equipo.
Se trata de tres carreras en las que el Ferrari debería demostrar todo su potencial, porque no son de alta carga aerodinámica -excepto Mónaco, pero es tan especial que entran otros factores en juego- y, sobre todo, porque los neumáticos en esas tres citas son los blandos y superblandos, los mejores para el 150 Italia. Con los que ha podido plantar cara a Red Bull y McLaren en muchas carreras. Con los duros, nada.
"Queda mucho, y Canadá y Valencia van a ser una buena medida que va a marcar la temporada", subrayó Fernando, que deja a parte a Mónaco: "Porque allí más que cuestión de gomas la cosa es salir primero. Por primera vez en la temporada el sábado va a ser lo más importante lo que ocurra en la crono, pero en todo caso, a ver si con los neumáticos más blanditos que lleven allí podemos tener un poco más de agarre", señaló.
Tras esas tres citas, en Silverstone regresan los compuestos duros y los malos tragos, y poco después Hungría que les va igual de bien a Red Bull que Montmeló. Por eso el plazo. Si para entonces Ferrari no ha logrado recuperar parte de la desventaja en los escenarios que mejor se adaptan a su monoplaza, o peor, si Red Bull sigue ganando carreras, las matemáticas podrían obligar al equipo a tomar decisiones de futuro.
En 2009 Ferrari tuvo que tomar la peor de ellas: detener la evolución de la máquina tras la carrera de Turquía, que entonces era en junio, ya que la ventaja del Brawn alegal con aquél doble difusor era tan aplastante que la evidencia era tozuda. "Esta no es la misma situación, este año hay más equipos peleando con ellos y hay muchos más elementos de análisis en las carreras", negaba Domenicali.
Fernando se sale de la línea argumental todo lo que puede, como ya hizo el año pasado peleando a contracorriente: "Para bien o para mal, he nacido testarudo y sigo pensado que queda tiempo, mientras tenga un buen coche y pueda batirles de tú a tú. Ahora mismo, no lo tenemos". Su jefe al menos le pone ganas: "La gente en Maranello sabe que si seguimos 'vivos' hay que pelar hasta el final, así que hay que tratar de mantenerse vivos lo máximo posible". Veremos cuanto dura la mecha.
Ferrari está en una situación muy delicada en el campeonato, por deméritos propios y, es de ley reconocerlo, por méritos ajenos. A 67 puntos del líder y con un podio en cinco carreras como máximo botín, el equipo italiano transita entre el abatimiento y las alegrías puntuales que les otorga tener un piloto genial. La primera evolución del Ferrari, iniciada en Turquía y completada en Montmeló, no ha sido estelar.
Para Ferrari se abre ahora un periodo clave de tres carreras en las que va a contemplar con claridad si tiene futuro en este campeonato o no: "En junio veremos, cuando pasen Mónaco, Canadá y Valencia, dónde estamos y en función de dónde sea, decidiremos si podemos estar luchando por el campeonato o qué dirección debemos tomar", reconocía ayer sin mayor problema Stefano Domenicalli, responsable del equipo.
Se trata de tres carreras en las que el Ferrari debería demostrar todo su potencial, porque no son de alta carga aerodinámica -excepto Mónaco, pero es tan especial que entran otros factores en juego- y, sobre todo, porque los neumáticos en esas tres citas son los blandos y superblandos, los mejores para el 150 Italia. Con los que ha podido plantar cara a Red Bull y McLaren en muchas carreras. Con los duros, nada.
"Queda mucho, y Canadá y Valencia van a ser una buena medida que va a marcar la temporada", subrayó Fernando, que deja a parte a Mónaco: "Porque allí más que cuestión de gomas la cosa es salir primero. Por primera vez en la temporada el sábado va a ser lo más importante lo que ocurra en la crono, pero en todo caso, a ver si con los neumáticos más blanditos que lleven allí podemos tener un poco más de agarre", señaló.
Tras esas tres citas, en Silverstone regresan los compuestos duros y los malos tragos, y poco después Hungría que les va igual de bien a Red Bull que Montmeló. Por eso el plazo. Si para entonces Ferrari no ha logrado recuperar parte de la desventaja en los escenarios que mejor se adaptan a su monoplaza, o peor, si Red Bull sigue ganando carreras, las matemáticas podrían obligar al equipo a tomar decisiones de futuro.
En 2009 Ferrari tuvo que tomar la peor de ellas: detener la evolución de la máquina tras la carrera de Turquía, que entonces era en junio, ya que la ventaja del Brawn alegal con aquél doble difusor era tan aplastante que la evidencia era tozuda. "Esta no es la misma situación, este año hay más equipos peleando con ellos y hay muchos más elementos de análisis en las carreras", negaba Domenicali.
Fernando se sale de la línea argumental todo lo que puede, como ya hizo el año pasado peleando a contracorriente: "Para bien o para mal, he nacido testarudo y sigo pensado que queda tiempo, mientras tenga un buen coche y pueda batirles de tú a tú. Ahora mismo, no lo tenemos". Su jefe al menos le pone ganas: "La gente en Maranello sabe que si seguimos 'vivos' hay que pelar hasta el final, así que hay que tratar de mantenerse vivos lo máximo posible". Veremos cuanto dura la mecha.
´
Alonso no hay dos sin tres.
Alonso no hay dos sin tres.