24-05-2011, 17:48
Hay un chiste muy popular que viene muy bien para estos casos:
Entra un señor a la iglesia y entre sus oraciones le pide a Dios que le toque la lotería.
Semana tras semana este señor se va lamentando ante la imagen de la cruz pidiendo una y otra vez que le toque la lotería.
Cada vez que reza dice que su situación va empeorando y que de verdad necesita ganar la loteria.
Finalmente y descorazonado grita "Dios, ¿por qué me has abandonado?"
A lo que Dios le responde, "Hijo mío, yo te intento ayudar, pero al menos compra un décimo".
Así nos va. Nos quejamos pero no hacemos lo mínimo que nos toca... que es rezar, digo votar.
Entra un señor a la iglesia y entre sus oraciones le pide a Dios que le toque la lotería.
Semana tras semana este señor se va lamentando ante la imagen de la cruz pidiendo una y otra vez que le toque la lotería.
Cada vez que reza dice que su situación va empeorando y que de verdad necesita ganar la loteria.
Finalmente y descorazonado grita "Dios, ¿por qué me has abandonado?"
A lo que Dios le responde, "Hijo mío, yo te intento ayudar, pero al menos compra un décimo".
Así nos va. Nos quejamos pero no hacemos lo mínimo que nos toca... que es rezar, digo votar.