25-05-2011, 00:50
DENTRO DEL PADDOCK
El título de Alonso, hoy, una quimera
@Javier Rubio.- 23/05/2011 (06:00h)
Alonso en el trazado de Montmeló.
“Quimera”, en su acepción de la Real Academia Española: “aquello que se propone a la imaginación como posible o verdadero, no siéndolo”. Fernando Alonso, tras el Gran Premio de España: “Para bien o para mal, he nacido testarudo y sigo pensado que queda tiempo, mientras tenga un buen coche y pueda batirles de tú a tú”.
No se trata de catastrofismo, sino de contrastar la situación objetiva de Ferrari tras el Gran Premio de España con la “imaginación” de Fernando Alonso. Es indudable que la primera premisa para cambiar la realidad pasa por rebelarse contra ella, una de las grandes virtudes del piloto español como deportista. Pero, a día de hoy, con los mimbres en sus manos, el cesto del título en 2011 se aproxima a la quimera.
Balance demoledor
Sebastian Vettel: siete victorias en las últimas nueve carreras. Cuatro de ellas, en la presente temporada, con un segundo puesto como peor resultado. Cuatro poles de cinco sesiones de entrenamientos. Piloto en espléndido estado de forma personal –impresionante su actuación en Montmeló- con el mejor monoplaza de la parrilla y casi el 75% de las vueltas en cabeza. Equipo más rápido en el cambio de neumáticos. 118 puntos logrados sobre un total de 125 en juego, con un compañero de equipo –Webber- incapaz de batirle desde el pasado Gran Premio de Bélgica, ni de restarle puntos en la presente temporada.
Fernando Alonso: 67 puntos de desventaja tras solo cinco carreras, el equivalente casi a tres grandes premios. Ninguna clasificación en entrenamientos por debajo del cuarto puesto. Antes de Montmeló, Ferrari era el séptimo en la tabla del tiempo medio de las paradas en boxes. Un segundo de diferencia de media en los entrenamientos cronometrados, con un piloto incapaz de restar puntos a sus rivales. Ambos monoplazas doblados en el Gran Premio de España…
Todo lo anterior, y sin hablar de McLaren, con el agravante de que el resultado de Montmeló llegaba para Ferrari después de haberse incorporado una evolución fruto de una profunda reevaluación del proyecto F150º en la que, presumiblemente, se había corregido la falta de correlación con el túnel de viento.
La difícil posición del “león”
Sin embargo, a pesar de este contexto, la envergadura del español salió reforzada de Montmeló gracias a su espectacular actuación, y a pesar de la “humillación” de ver doblados a sus dos monoplazas, en palabras del propio Domenicali. “Es incluso más doloroso después de ver a un piloto del calibre de Fernando con una espectacular demostración en la salida, y después luchando como un león para mantener a raya a coches más rápidos por detrás durante casi veinte vueltas”. Lo anterior no es baladí, porque quien conoce la dinámica de la prensa italiana, por ejemplo, sabe que Alonso hubiera sido incluido en el “paquete” de las críticas que Ferrari va a recibir de no ser por sus gestos de talento en la pista catalana. Ya ocurrió, por ejemplo, en China…
Sin embargo, Fernando Alonso también afronta la difícil tarea de cubrir a su equipo cuando este no le da argumentos, con el consiguiente coste para su imagen personal. Sometido por su posición el escrutinio constante de la prensa en busca de respuestas, Alonso lo tiene comprensiblemente crudo."De los neumáticos superduros... es una gran pregunta para los hombres de Pirelli” explicaba al final de la carrera. “¿Por qué traen unos neumáticos más duros que aguantan menos que los otros, se degradan más que los anteriores duros y van dos segundos más lentos?" explicaba al final de la carrera.
Pero también era el mismo neumático que el viernes volvió loco a Hamilton -“un desastre”-, el compuesto con el que el MP4-26 y el RB7 rodaron dos segundos por vuelta más rápido durante numerosos momentos de carrera. Y el viento que cambió en los entrenamientos del viernes para desconcierto de Ferrari, también soplaba para el resto de sus rivales…
El líder nunca puede decaer, a pesar de todo
En definitiva, Fernando Alonso afronta el monumental reto de romper esa quimera que hoy se antoja la lucha por el título. “Rendimientos pasados no garantizan resultados a futuro”, reza un adagio de la inversión. Pero si analizamos temporadas pasadas a estas alturas de campeonato (Ferrari 2004, Renault 2005-06, Brawn 2009, Red Bull 2010), la historia nos sugiere que resulta extremadamente voluntarista conceder opciones a la victoria final para Fernando Alonso y Ferrari, hoy, a 23 de mayo.
Sin embargo, aunque el balance actual no sea nada halagüeño, no podemos esperar del piloto español otra posición, (“he nacido testarudo”) ante la titánica tarea que tiene por delante. Lidera el grupo humano de Ferrari, es su responsabilidad y una actitud que no solo se plasma en declaraciones, sino también con esa memorable vuelta del sábado o la electrizante salida del domingo. Por ello, de forma más inmediata, también tenemos que confiar en Alonso para el próximo Gran Premio de Mónaco, una de las carreras más especiales de la temporada. A pesar de la debacle, se ha ganado ese derecho, una vez más, este fin de semana en Montmeló.
“Necesitamos dar a Fernando y a Felipe un coche con el que puedan luchar hasta el final de una carrera, y no solo al principio”, declaraba Domenicali al final de la debacle del domingo. Sin embargo, el “team manager” italiano y Luca de Montezemolo, deberían recordar aquella frase de Albert Einstein: “Locura es hacer siempre lo mismo, y esperar resultados diferentes”.
http://www.elconfidencial.com/dentro-del...79037.html
El título de Alonso, hoy, una quimera
@Javier Rubio.- 23/05/2011 (06:00h)
Alonso en el trazado de Montmeló.
“Quimera”, en su acepción de la Real Academia Española: “aquello que se propone a la imaginación como posible o verdadero, no siéndolo”. Fernando Alonso, tras el Gran Premio de España: “Para bien o para mal, he nacido testarudo y sigo pensado que queda tiempo, mientras tenga un buen coche y pueda batirles de tú a tú”.
No se trata de catastrofismo, sino de contrastar la situación objetiva de Ferrari tras el Gran Premio de España con la “imaginación” de Fernando Alonso. Es indudable que la primera premisa para cambiar la realidad pasa por rebelarse contra ella, una de las grandes virtudes del piloto español como deportista. Pero, a día de hoy, con los mimbres en sus manos, el cesto del título en 2011 se aproxima a la quimera.
Balance demoledor
Sebastian Vettel: siete victorias en las últimas nueve carreras. Cuatro de ellas, en la presente temporada, con un segundo puesto como peor resultado. Cuatro poles de cinco sesiones de entrenamientos. Piloto en espléndido estado de forma personal –impresionante su actuación en Montmeló- con el mejor monoplaza de la parrilla y casi el 75% de las vueltas en cabeza. Equipo más rápido en el cambio de neumáticos. 118 puntos logrados sobre un total de 125 en juego, con un compañero de equipo –Webber- incapaz de batirle desde el pasado Gran Premio de Bélgica, ni de restarle puntos en la presente temporada.
Fernando Alonso: 67 puntos de desventaja tras solo cinco carreras, el equivalente casi a tres grandes premios. Ninguna clasificación en entrenamientos por debajo del cuarto puesto. Antes de Montmeló, Ferrari era el séptimo en la tabla del tiempo medio de las paradas en boxes. Un segundo de diferencia de media en los entrenamientos cronometrados, con un piloto incapaz de restar puntos a sus rivales. Ambos monoplazas doblados en el Gran Premio de España…
Todo lo anterior, y sin hablar de McLaren, con el agravante de que el resultado de Montmeló llegaba para Ferrari después de haberse incorporado una evolución fruto de una profunda reevaluación del proyecto F150º en la que, presumiblemente, se había corregido la falta de correlación con el túnel de viento.
La difícil posición del “león”
Sin embargo, a pesar de este contexto, la envergadura del español salió reforzada de Montmeló gracias a su espectacular actuación, y a pesar de la “humillación” de ver doblados a sus dos monoplazas, en palabras del propio Domenicali. “Es incluso más doloroso después de ver a un piloto del calibre de Fernando con una espectacular demostración en la salida, y después luchando como un león para mantener a raya a coches más rápidos por detrás durante casi veinte vueltas”. Lo anterior no es baladí, porque quien conoce la dinámica de la prensa italiana, por ejemplo, sabe que Alonso hubiera sido incluido en el “paquete” de las críticas que Ferrari va a recibir de no ser por sus gestos de talento en la pista catalana. Ya ocurrió, por ejemplo, en China…
Sin embargo, Fernando Alonso también afronta la difícil tarea de cubrir a su equipo cuando este no le da argumentos, con el consiguiente coste para su imagen personal. Sometido por su posición el escrutinio constante de la prensa en busca de respuestas, Alonso lo tiene comprensiblemente crudo."De los neumáticos superduros... es una gran pregunta para los hombres de Pirelli” explicaba al final de la carrera. “¿Por qué traen unos neumáticos más duros que aguantan menos que los otros, se degradan más que los anteriores duros y van dos segundos más lentos?" explicaba al final de la carrera.
Pero también era el mismo neumático que el viernes volvió loco a Hamilton -“un desastre”-, el compuesto con el que el MP4-26 y el RB7 rodaron dos segundos por vuelta más rápido durante numerosos momentos de carrera. Y el viento que cambió en los entrenamientos del viernes para desconcierto de Ferrari, también soplaba para el resto de sus rivales…
El líder nunca puede decaer, a pesar de todo
En definitiva, Fernando Alonso afronta el monumental reto de romper esa quimera que hoy se antoja la lucha por el título. “Rendimientos pasados no garantizan resultados a futuro”, reza un adagio de la inversión. Pero si analizamos temporadas pasadas a estas alturas de campeonato (Ferrari 2004, Renault 2005-06, Brawn 2009, Red Bull 2010), la historia nos sugiere que resulta extremadamente voluntarista conceder opciones a la victoria final para Fernando Alonso y Ferrari, hoy, a 23 de mayo.
Sin embargo, aunque el balance actual no sea nada halagüeño, no podemos esperar del piloto español otra posición, (“he nacido testarudo”) ante la titánica tarea que tiene por delante. Lidera el grupo humano de Ferrari, es su responsabilidad y una actitud que no solo se plasma en declaraciones, sino también con esa memorable vuelta del sábado o la electrizante salida del domingo. Por ello, de forma más inmediata, también tenemos que confiar en Alonso para el próximo Gran Premio de Mónaco, una de las carreras más especiales de la temporada. A pesar de la debacle, se ha ganado ese derecho, una vez más, este fin de semana en Montmeló.
“Necesitamos dar a Fernando y a Felipe un coche con el que puedan luchar hasta el final de una carrera, y no solo al principio”, declaraba Domenicali al final de la debacle del domingo. Sin embargo, el “team manager” italiano y Luca de Montezemolo, deberían recordar aquella frase de Albert Einstein: “Locura es hacer siempre lo mismo, y esperar resultados diferentes”.
http://www.elconfidencial.com/dentro-del...79037.html
"Fernando es como Ferrari,no afloja nunca,siempre a fondo"