17-06-2011, 18:24
Button, el zahorí de la Fórmula 1
Jenson Button es un curioso y extraño caso en la Fórmula 1. Porque el piloto británico ha demostrado ser un auténtico zahorí de la adherencia, todo un artista, no para encontrar el agua bajo tierra, sino saber cómo manejarse con su monoplaza cuando aquella moja el asfalto. La victoria en Canadá, aunque afortunada en una parte, también ha vuelto a confirmar esa singular cualidad que le distingue como a ningún otro piloto.
"Las carreras en condiciones cambiantes siempre son complicadas, pero me encanta cuando tienes que buscar el "grip" en la pista más que saber por anticipado dónde está", declaraba el británico después de la carrera. Y en Montreal volvió a confirmar esa particular habilidad de la que también dio muestras en el pasado.
Por ejemplo, en el Gran Premio de Hungría de 2006, aquella empapada carrera en la que Alonso remontó hasta la primera posición y de la que se quedó fuera tras una rueda mal montada en boxes. En aquella tarde, los dos pilotos más rápidos en pista fueron el español y el británico. Pero Button, con el mérito de lograrlo a bordo de un poco competitivo Honda. En una jornada que comenzó bajo la lluvia y terminó en seco, el británico fue capaz de lograr también una victoria que, como dijera Withmarsh de la reciente de Canadá "se debía en un 90% al piloto, y en 10% al coche". Precisamente aquella de Hungría fue la primera de su vida, en su octava temporada en la Fórmula 1
Si dejamos aparte las de Brawn, logradas a bordo de un monoplaza manifiestamente superior, las restantes victorias de Button se han logrado en las mismas condiciones que en Hungría y Montreal. Así ganó el año pasado sus dos primeros triunfos con McLaren. Primero en Australia, bajo un asfalto húmedo cuyo estado cambiaba a medida que transcurría la carrera. Como en Canadá, Button sufrió un toque al principio de la prueba -con Alonso, quien hizo un trompo- del que salió indemne. En la vuelta seis, sorprendiendo a todos sus rivales, decidió cambiar a gomas lisas antes que nadie. Lo hizo en contra de la opinión del equipo al imponer su habilidad para leer el asfalto. Fue su primer triunfo con McLaren.
Nueva prueba de esa habilidad fue que, en China, Button volvió a ganar llevando a cabo la maniobra contraria. Cuando comenzó a llover al principio de la carrera casi todos los rivales entraron en boxes para cambiar a gomas intermedias. Menos Button, quien supo valorar sobre la marcha el estado de la pista -lo que exige, además, una gran habilidad para pilotar en una superficie cambiante y desconocida- y decidió permanecer con gomas lisas. Segundo triunfo con McLaren.
Puede resultar incomprensible que un piloto que pasa seis veces por boxes durante una carrera, incluyendo una penalización, que sufre dos "toques" con sus rivales -Hamilton y Alonso- sea capaz de ganarla. Hubo dosis vitales de fortuna para ello. Pero, a pesar de lo anterior, Button llegó a realizar dieciséis maniobras de adelantamiento en carrera, lo que pone en evidencia que, suerte aparte, su actuación al volante hubo de ser impresionante en las condiciones de Montreal mientras otros muchos pilotos cometían errores. Sus antecedentes han vuelto a recordarnos que la victoria del Gran Premio de Canadá pudo ser afortunada, pero no casual.
Nadie le señalará como el mejor piloto de la parrilla actual. Ni siquiera es más rápido que Hamilton, como el propio Jenson Button sabe y ha reconocido públicamente. Pero el británico ha vuelto a demostrar una cualidad mágica que nadie disfruta como él en la Fórmula 1. Además, y a diferencia de Hamilton, ha puntuado en todas las carreras de la temporada. A día de hoy, es segundo clasificado en el Mundial. Quién sabe, a la chita callando, el "zahorí" de la Fórmula 1 puede encontrar petróleo a final de temporada.
JAVIER RUBIO
Jenson Button es un curioso y extraño caso en la Fórmula 1. Porque el piloto británico ha demostrado ser un auténtico zahorí de la adherencia, todo un artista, no para encontrar el agua bajo tierra, sino saber cómo manejarse con su monoplaza cuando aquella moja el asfalto. La victoria en Canadá, aunque afortunada en una parte, también ha vuelto a confirmar esa singular cualidad que le distingue como a ningún otro piloto.
"Las carreras en condiciones cambiantes siempre son complicadas, pero me encanta cuando tienes que buscar el "grip" en la pista más que saber por anticipado dónde está", declaraba el británico después de la carrera. Y en Montreal volvió a confirmar esa particular habilidad de la que también dio muestras en el pasado.
Por ejemplo, en el Gran Premio de Hungría de 2006, aquella empapada carrera en la que Alonso remontó hasta la primera posición y de la que se quedó fuera tras una rueda mal montada en boxes. En aquella tarde, los dos pilotos más rápidos en pista fueron el español y el británico. Pero Button, con el mérito de lograrlo a bordo de un poco competitivo Honda. En una jornada que comenzó bajo la lluvia y terminó en seco, el británico fue capaz de lograr también una victoria que, como dijera Withmarsh de la reciente de Canadá "se debía en un 90% al piloto, y en 10% al coche". Precisamente aquella de Hungría fue la primera de su vida, en su octava temporada en la Fórmula 1
Si dejamos aparte las de Brawn, logradas a bordo de un monoplaza manifiestamente superior, las restantes victorias de Button se han logrado en las mismas condiciones que en Hungría y Montreal. Así ganó el año pasado sus dos primeros triunfos con McLaren. Primero en Australia, bajo un asfalto húmedo cuyo estado cambiaba a medida que transcurría la carrera. Como en Canadá, Button sufrió un toque al principio de la prueba -con Alonso, quien hizo un trompo- del que salió indemne. En la vuelta seis, sorprendiendo a todos sus rivales, decidió cambiar a gomas lisas antes que nadie. Lo hizo en contra de la opinión del equipo al imponer su habilidad para leer el asfalto. Fue su primer triunfo con McLaren.
Nueva prueba de esa habilidad fue que, en China, Button volvió a ganar llevando a cabo la maniobra contraria. Cuando comenzó a llover al principio de la carrera casi todos los rivales entraron en boxes para cambiar a gomas intermedias. Menos Button, quien supo valorar sobre la marcha el estado de la pista -lo que exige, además, una gran habilidad para pilotar en una superficie cambiante y desconocida- y decidió permanecer con gomas lisas. Segundo triunfo con McLaren.
Puede resultar incomprensible que un piloto que pasa seis veces por boxes durante una carrera, incluyendo una penalización, que sufre dos "toques" con sus rivales -Hamilton y Alonso- sea capaz de ganarla. Hubo dosis vitales de fortuna para ello. Pero, a pesar de lo anterior, Button llegó a realizar dieciséis maniobras de adelantamiento en carrera, lo que pone en evidencia que, suerte aparte, su actuación al volante hubo de ser impresionante en las condiciones de Montreal mientras otros muchos pilotos cometían errores. Sus antecedentes han vuelto a recordarnos que la victoria del Gran Premio de Canadá pudo ser afortunada, pero no casual.
Nadie le señalará como el mejor piloto de la parrilla actual. Ni siquiera es más rápido que Hamilton, como el propio Jenson Button sabe y ha reconocido públicamente. Pero el británico ha vuelto a demostrar una cualidad mágica que nadie disfruta como él en la Fórmula 1. Además, y a diferencia de Hamilton, ha puntuado en todas las carreras de la temporada. A día de hoy, es segundo clasificado en el Mundial. Quién sabe, a la chita callando, el "zahorí" de la Fórmula 1 puede encontrar petróleo a final de temporada.
JAVIER RUBIO