31-03-2017, 17:13
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 31-03-2017, 17:14 por Madriles.)
Hemos visto cómo en Australia Fernando no podía señalar a un culpable por el resultado obtenido.
Y es lógico, porque con un coche que se presuponía el más competitivo del parrilla, en especial por su superavit en caballos y sobrada fiabilidad, no pudo siquiera pasar a Q3. De vergüenza.
Y en carrera otro ridículo espantoso por no poder recuperar posiciones más allá del décimo puesto. Lamentable.
Fernando, cabizbajo y sintiéndose culpable, se señala a sí mismo como la causa del desastre:
La inmensa multitud seguidora de McLaren-Honda se concentró de manera espontánea en las inmediaciones del circuito para protestar contra la actitud de Fernando a la vez que se jaleaba el excelente trabajo realizado por Honda durante el invierno:
Y los grandes protagonistas. Una auténtico torbenillo de continuadas luchas en pista, de tensión y emoción protagonizaron los dos grandes y auténticos astros de la F1. Incluso ya finalizada la carrera, las miradas y sentido de rivalidad no se atenuaron un ápice:
Por hacer un poco de historia, nos permitimos recordar que la única ayuda para facilitar la titánica labor de Hamilton desde su pobreza, marginalidad y racismo para hacerse un hueco en la F1, fueron unas amables palabras en forma de deseo de Papá Noël cuando era crío:
Y qué decir de Vettel, victoria labrada luchando por cada palmo de la pista con otro genio increíble de la F1. El dios de la F1:
Y es lógico, porque con un coche que se presuponía el más competitivo del parrilla, en especial por su superavit en caballos y sobrada fiabilidad, no pudo siquiera pasar a Q3. De vergüenza.
Y en carrera otro ridículo espantoso por no poder recuperar posiciones más allá del décimo puesto. Lamentable.
Fernando, cabizbajo y sintiéndose culpable, se señala a sí mismo como la causa del desastre:
La inmensa multitud seguidora de McLaren-Honda se concentró de manera espontánea en las inmediaciones del circuito para protestar contra la actitud de Fernando a la vez que se jaleaba el excelente trabajo realizado por Honda durante el invierno:
Y los grandes protagonistas. Una auténtico torbenillo de continuadas luchas en pista, de tensión y emoción protagonizaron los dos grandes y auténticos astros de la F1. Incluso ya finalizada la carrera, las miradas y sentido de rivalidad no se atenuaron un ápice:
Por hacer un poco de historia, nos permitimos recordar que la única ayuda para facilitar la titánica labor de Hamilton desde su pobreza, marginalidad y racismo para hacerse un hueco en la F1, fueron unas amables palabras en forma de deseo de Papá Noël cuando era crío:
Y qué decir de Vettel, victoria labrada luchando por cada palmo de la pista con otro genio increíble de la F1. El dios de la F1: