07-05-2017, 14:13
La suerte lo es absolutamente todo.
Puede que hayas liderado 190 vueltas con una estrategia perfecta y una bandera amarilla te deje en la cola al final.
O puede que te hayas pasado toda la carrera en el pelotón y de pronto te encuentres segundo, pegado al primero, a falta de cinco vueltas.
O puede que te llames Carlos Muñoz y el rookie de Alexander Rossi te robe la carrera con una suicida estrategia de combustible que sale una de cada cien veces.
Para gustos colores, faltaría más, sin ir más lejos yo no aguanto la Nascar o los rallys. Pero desde hace unos años hay varias competiciones -4 o 5- por delante de la F1, y la IndyCar es por supuesto una de ellas, ya sea en óvalo o en road course.
Puede que hayas liderado 190 vueltas con una estrategia perfecta y una bandera amarilla te deje en la cola al final.
O puede que te hayas pasado toda la carrera en el pelotón y de pronto te encuentres segundo, pegado al primero, a falta de cinco vueltas.
O puede que te llames Carlos Muñoz y el rookie de Alexander Rossi te robe la carrera con una suicida estrategia de combustible que sale una de cada cien veces.
Para gustos colores, faltaría más, sin ir más lejos yo no aguanto la Nascar o los rallys. Pero desde hace unos años hay varias competiciones -4 o 5- por delante de la F1, y la IndyCar es por supuesto una de ellas, ya sea en óvalo o en road course.