18-06-2018, 01:06
(18-06-2018, 00:45)EduxTM escribió: No sé ni por donde empezar a escribir este post.
Como todos los safetys, la alegría que siento ahora mismo es inmensa, viniendo de donde venimos, de tantos años de travesía por el desierto, una vez pasado todo te vas dando cuenta de la dimensión de Fernando Alonso. No es algo de lo que me haya dado cuenta ahora, ni mucho menos, esto es algo que percibí allá por 2004 cuando Telecinco empezó a contar las andanzas de un asturiano que se colaba en la fiesta VIP de la F1. Ya lo conté una vez, como me vienen a la memoria las primeras carreras que empecé a ver de F1, cuando era un "deporte" que nunca me había interesado; de hecho le tenía cierta tirria a Schumacher que me fastidiaba la programación habitual de TV3 los sábados y domingos a media mañana, ponía la tele esperando ver a Son Goku y me veía el dichoso coche rojo.
Entonces un tal Antonio Lobato realizaba unos previos de carrera donde iban de aquí para allá con Fernando Alonso, contándonos la trastienda de un mundo extraño y cerrado como es el de la F1. Lo primero que pensé cuando oía aquellas odas a un chaval de 21 años es que eso sería la típica retórica de un periodista que tenía que defender a un español y/o un producto que era el que manejaba Tele5 para amortizar todos los millones que le costaba retransmitir esa fiesta. Pronto me di cuenta que el tal Alonso tenía algo especial que no veía en otros participantes, salía como un cohete, realizaba adelantamientos a cuchillo, se marcaba stints de carrera con un ritmo endiablado; no le adelantaba ni Dios (únicamente los que tenían coches claramente superiores) y, encima, no cometía errores ni era un cerdo en la pista.
Empecé a ver que aquel español (sí, español), estaba ciertamente a la altura de los elogios que recibía y en poco tiempo me convenció de que era un fuera de serie; enganchándome a ver las carreras y deseando que llegase la siguiente. No voy a hacer una crónica de todos los años, porque no son horas pero en resumen quería traer a la mente de todos ese sentimiento que despertó Alonso en todos nosotros, la sensación de estar ante algo especial. Pues bien, ese sentimiento que tanto tiempo se nos ha negado durante estos años y que algunos biliosos se quieren encargar a diario en Twitter y demás vertederos, ha vuelto con fuerza en esta carrera.
Empecé a ver las 24 horas sin tener mucha idea de cómo seguirla y sin enterarme muy bien de cómo iba la vaina, mareado con tanta parada y sin tener los tiempos a mano, únicamente lo que veía en pantalla y lo que iban narrando. Después del primer stint de Alonso, retomé la carrera a eso de las 21-22, coincidiendo con el momento donde Buemi iba perdiendo 35'' con Conway, para luego ver cómo se tragaba el slow zone y posterior sanción de 1 minuto. Cuando vi que estábamos a 2'16'' me invadió una sensación de... esto está perdido, no hay forma de levantar esto. Y estoy seguro que tanto Buemi, Nakajima como todo el equipo Toyota del coche nº8 sintieron lo mismo que yo sentí. Pero entonces Alonso se subió en el coche y algo expecional pasó, sí, no sé como describirlo pero desde el minuto 0 en que tocó la pista empezó a bajar los tiempos vuelta tras vuelta, el crono era golpeado una tras otra vez y Alonso no cejaba... estaba cambiando su suerte y la de su carrera, se percibía ese halo mágico de cada vez que Alonso está en un coche; en definitiva volvió a despertar el mismo sentimiento que la primera vez que le vi conducir.
Cuando terminó su stint había eliminado él solo toda la desventaja de Buemi y un poco más, pero no sólo eso, le mostró a todo el equipo que estaban ahí para ganar y convendico me hallo que les metió el miedo en el cuerpo a los del 7. No era únicamente un tipo yendo más rápido que otro, era el fenómeno de Alonso que les metió a unos magia y a los otros dudas. Ya sé que esto es un trabajo de equipo y que aquí no gana uno solo, pero ay amigos... Alonso ganó la carrera en su stint nocturno, le dio la vuelta a una carrera que estaba muy cuesta arriba con su talento. Volvió la magia, volvió a verse lo especial que es este tipo y me alegro mucho (y de ahí mi felicidad) que todos vosotros lo hayáis podido disfrutar tanto como yo. Los antis y demás infelices se han quedado sin palabras (un saludo Jean Todt), qué pena por aquellos que no pueden saborear este momento tan especial y un abrazo muy grande a todos los que sí tenéis la capacidad de apreciar lo que hemos visto.
Hasta hace unos días tenía mucha amargura de cómo están yendo las cosas en la F1, con la convicción de que nos vamos este año, de una forma que no queríamos; pero después de hoy tengo "el alma en paz", porque he vuelto a recordar lo más importante: Alonso es una leyenda viva, es un racer como pocos han habido en la historia, todo lo que ha hecho hasta ahora y hoy incluído es un tesoro que los que hemos tenido la fortuna de ver, nos vamos a llevar siempre. Y esto no es el final! Es un capítulo más, de un libro de que se escribe con una tinta que perdurará en el tiempo.
Ahora tengo claro que Alo debe dejar la F1 porque únicamente le está restando, no le suma nada ir a las carreras, aunque estoy seguro que él ama la F1 a pesar de todo. La F1 sí, pero no así.
Y para terminar me quiero acordar de nuestro querido rposep, allí donde estés Roberto, disfruta de este momento; ojalá hubieses estado aquí para saborearlo con todos nosotros. Tú siempre serás eterno en esta casa, mientras estemos aquí no te habrás ido nunca. Lo mismo aplica para otros tantos Safetys que nos dejaron y que no llegué a conocer, para todos ellos y para los que seguimos aquí un abrazo enorme!
Vamos a por el siguiente capítulo de esta emocionante historia! Salud Safetys