Circuito de Monza, el 'Templo de la Velocidad'
El circuito de Monza es uno de los más exigentes del calendario y los equipos de Fórmula 1 han de demostrar que están al máximo nivel para poder ser competitivos. El trazado del norte de Italia está creado con la intención de ser una pista en la que la velocidad punta sea importantísima, un coche muy rápido es una bendición en Monza y por eso todos los equipos y pilotos buscan un coche que les de la potencia necesaria para alcanzar la máxima velocidad en las rectas.
Para lograr altas velocidades los mecánicos e ingenieros obtan por reducir la carga aerodinámica. De esta forma el coche opone menos resistencia al aire y puede alcanzar más velocidad. Esto perjudica el agarre de los monoplazas en las curvas y los pilotos han de ir más lentos. El peculiar trazado de Monza hace que las rectas primen sobre la velocidad de paso por curva ya que en tan sólo tres curvas se nota dicha falta de agarre. Para correr más que nadie los pilotos deben frenar tarde, comerse el primer arcén de las chicanes y usar los pianos interiores de éstas al máximo sin que el coche bote mucho.
Cuando los pilotos cruzan la línea de meta se lanzan a más de 300 km/h hacia la Variante del Rettifilo. La frenada es muy fuerte ya que llegan a 340 km/h y reducen de séptima a primera velocidad para pasar el primer giro a la derecha a unos 86 km/h. La entrada es muy tardía porque se debe sacrificar un poco la salida y tomar el giro a la izquierda que compone la segunda parte de la chicane y que se pasa a 74 km/h.
Al salir de la primera Variante los coches vuelven a acelerar a fondo y empiezan a engranar marchas de nuevo para tomar el giro a la derecha de la Curva Biassono (c. 3), con el gas a fondo y alcanzando los 305 km/h en la salida del viraje y llegando a la frenada de al Variante della Roggia (curvas 4-5) en séptima velocidad a 330 km/h. Una vez pasado el puente se frena para pasar la chicane izquierda-derecha. El primer ángulo se toma a 120 km/hy el segundo a 133 km/h, ambos en segunda velocidad. El segundo es un poco más rápido pero hay que vigilar al dar el gas. Es muy importante ser poco generoso con los pianos. Un exceso de confianza levanta el coche y lo escupe hacia la zona exterior de la pista.
La aproximación a la Curva di Lesmo (c. 6-7) es bastante corta, pero se acelera de 133 a 264 km/h hasta la entrada del giro de derechas, momento en el que se frena y se lanza el coche a la derecha. En esta frenada se pasa de la quinta a la cuarta marcha y de los 264 km/h a 193 km/h. Es una curva que dispone de un pequeño peralte que favorece a los coches. La siguiente curva también es la segunda parte de la Curva di Lesmo, más complicada que la precedente. Este giro fue modificado a finales de la década de los noventa ya que antiguamente era una curva larga a la derecha en sexta velocidad y con el gas a fondo. Ahora se llega en quinta 260 y se frena a 178 km/h, en tercera velocidad. Los pianos del exterior son traicioneros y muchos pilotos se lo piensan dos veces antes de subirse a ellos.
La bajada que se inicia en este punto lleva a la rápida Curva del Serraglio (c. 6) que se toma a la izquierda a fondo y sin ningún tipo de dificultad, pasando en sexta a 304 km/h. De aquí Los pilotos se lanzan rápidamente hacia la Variante Ascari (c. 8,9 y 10), pasan por debajo del puente de la curva Norte del óvalo antiguo y a poco menos de 100 metros reducen velocidad. Frenan de 332 km/h a 169 km/h para tomar la primera curva de la Variante Ascari. El giro de izquierdas de noventa grados que lleva a una larga curva a la derecha que se toma acelerando y subiendo marchas y muy enganchados a la zona interior del giro y se lanzan a la izquierda en el último ángulo de la Variante a unos 235 km/h. Sólo hay una trazada y un fallo en la entrada manda al piloto a la puzolana.
La recta antes de la Parabólica es muy larga y se alcanzan altas velocidades. El giro de izquierdas es una de las zonas más bonitas de Monza. La frenada, bastante temprana ya que es una curva que se abre en la salida, es importante: se ataca pronto, buscando el exterior de la trazada para efectuar toda la segunda mitad por fuera acelerando hacia la recta de meta. La salida es a 285 km/h en quinta con el gas apretado a fondo. Es muy importante salir bastante enganchado del piloto que llevas delante en este punto para poder adelantarlo en la recta o la frenada de la primera chicane.
La recta de meta nos lleva de nuevo a la Variante del Rettifilo y los pilotos se preparan para conseguir buenos rebufos y adelantar posiciones. Monza es un circuito que permite muchos adelantamientos pero es muy exigente con la mecánica ya que en al mayor parte de la vuelta se circula con el gas apretado a fondo y el motor y la transmisión sufren más de lo normal.
Datos Circuito de Monza:
Longitud: 5.793 m
Vueltas: 53 v
Distancia de carrera: 306,720 km
Nº de curvas: 11 (4 de izquierdas, 7 de derechas)
Carga aerodinámica: Muy baja
Desgaste frenos: Alto
Desgaste neumáticos: Bajo
Agarre: Bajo
El alerón móvil en el Circuito de Monza
En Monza, el DRS podrá ser utilizado en carrera tanto en la recta de meta como en la recta entre la segunda curva Lesmo y la chicane de Ascari. La primera zona de detección estará situada en la curva parabólica y la segunda entre las dos Lesmo, tal y como se puede apreciar en la imagen.
Neumáticos
![[Imagen: 5565385886_46d142f7fa_b.jpg]](http://farm6.static.flickr.com/5181/5565385886_46d142f7fa_b.jpg)
El circuito de Monza es uno de los más exigentes del calendario y los equipos de Fórmula 1 han de demostrar que están al máximo nivel para poder ser competitivos. El trazado del norte de Italia está creado con la intención de ser una pista en la que la velocidad punta sea importantísima, un coche muy rápido es una bendición en Monza y por eso todos los equipos y pilotos buscan un coche que les de la potencia necesaria para alcanzar la máxima velocidad en las rectas.
Para lograr altas velocidades los mecánicos e ingenieros obtan por reducir la carga aerodinámica. De esta forma el coche opone menos resistencia al aire y puede alcanzar más velocidad. Esto perjudica el agarre de los monoplazas en las curvas y los pilotos han de ir más lentos. El peculiar trazado de Monza hace que las rectas primen sobre la velocidad de paso por curva ya que en tan sólo tres curvas se nota dicha falta de agarre. Para correr más que nadie los pilotos deben frenar tarde, comerse el primer arcén de las chicanes y usar los pianos interiores de éstas al máximo sin que el coche bote mucho.
Cuando los pilotos cruzan la línea de meta se lanzan a más de 300 km/h hacia la Variante del Rettifilo. La frenada es muy fuerte ya que llegan a 340 km/h y reducen de séptima a primera velocidad para pasar el primer giro a la derecha a unos 86 km/h. La entrada es muy tardía porque se debe sacrificar un poco la salida y tomar el giro a la izquierda que compone la segunda parte de la chicane y que se pasa a 74 km/h.
Al salir de la primera Variante los coches vuelven a acelerar a fondo y empiezan a engranar marchas de nuevo para tomar el giro a la derecha de la Curva Biassono (c. 3), con el gas a fondo y alcanzando los 305 km/h en la salida del viraje y llegando a la frenada de al Variante della Roggia (curvas 4-5) en séptima velocidad a 330 km/h. Una vez pasado el puente se frena para pasar la chicane izquierda-derecha. El primer ángulo se toma a 120 km/hy el segundo a 133 km/h, ambos en segunda velocidad. El segundo es un poco más rápido pero hay que vigilar al dar el gas. Es muy importante ser poco generoso con los pianos. Un exceso de confianza levanta el coche y lo escupe hacia la zona exterior de la pista.
La aproximación a la Curva di Lesmo (c. 6-7) es bastante corta, pero se acelera de 133 a 264 km/h hasta la entrada del giro de derechas, momento en el que se frena y se lanza el coche a la derecha. En esta frenada se pasa de la quinta a la cuarta marcha y de los 264 km/h a 193 km/h. Es una curva que dispone de un pequeño peralte que favorece a los coches. La siguiente curva también es la segunda parte de la Curva di Lesmo, más complicada que la precedente. Este giro fue modificado a finales de la década de los noventa ya que antiguamente era una curva larga a la derecha en sexta velocidad y con el gas a fondo. Ahora se llega en quinta 260 y se frena a 178 km/h, en tercera velocidad. Los pianos del exterior son traicioneros y muchos pilotos se lo piensan dos veces antes de subirse a ellos.
La bajada que se inicia en este punto lleva a la rápida Curva del Serraglio (c. 6) que se toma a la izquierda a fondo y sin ningún tipo de dificultad, pasando en sexta a 304 km/h. De aquí Los pilotos se lanzan rápidamente hacia la Variante Ascari (c. 8,9 y 10), pasan por debajo del puente de la curva Norte del óvalo antiguo y a poco menos de 100 metros reducen velocidad. Frenan de 332 km/h a 169 km/h para tomar la primera curva de la Variante Ascari. El giro de izquierdas de noventa grados que lleva a una larga curva a la derecha que se toma acelerando y subiendo marchas y muy enganchados a la zona interior del giro y se lanzan a la izquierda en el último ángulo de la Variante a unos 235 km/h. Sólo hay una trazada y un fallo en la entrada manda al piloto a la puzolana.
La recta antes de la Parabólica es muy larga y se alcanzan altas velocidades. El giro de izquierdas es una de las zonas más bonitas de Monza. La frenada, bastante temprana ya que es una curva que se abre en la salida, es importante: se ataca pronto, buscando el exterior de la trazada para efectuar toda la segunda mitad por fuera acelerando hacia la recta de meta. La salida es a 285 km/h en quinta con el gas apretado a fondo. Es muy importante salir bastante enganchado del piloto que llevas delante en este punto para poder adelantarlo en la recta o la frenada de la primera chicane.
La recta de meta nos lleva de nuevo a la Variante del Rettifilo y los pilotos se preparan para conseguir buenos rebufos y adelantar posiciones. Monza es un circuito que permite muchos adelantamientos pero es muy exigente con la mecánica ya que en al mayor parte de la vuelta se circula con el gas apretado a fondo y el motor y la transmisión sufren más de lo normal.
Datos Circuito de Monza:
Longitud: 5.793 m
Vueltas: 53 v
Distancia de carrera: 306,720 km
Nº de curvas: 11 (4 de izquierdas, 7 de derechas)
Carga aerodinámica: Muy baja
Desgaste frenos: Alto
Desgaste neumáticos: Bajo
Agarre: Bajo
El alerón móvil en el Circuito de Monza
En Monza, el DRS podrá ser utilizado en carrera tanto en la recta de meta como en la recta entre la segunda curva Lesmo y la chicane de Ascari. La primera zona de detección estará situada en la curva parabólica y la segunda entre las dos Lesmo, tal y como se puede apreciar en la imagen.
Neumáticos
![[Imagen: 5565385886_46d142f7fa_b.jpg]](http://farm6.static.flickr.com/5178/5565388696_e46c0708b3_b.jpg)
Clicar en imágen para ver el número de neumáticos que corresponden por piloto en fin de semana
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