12-10-2011, 13:19
La 'Scuderia' dio un paso atrás en Suzuka al utilizar el mismo coche que en Hungría y se encontró con un monoplaza rapidísimo
ORIOL PUIGDEMONT - Yeongam - 12/10/2011
A caballo entre el Gran Premio de Japón y el de Corea, que se celebra este domingo en el circuito de Yeongam, la mayoría de escuderías han aprovechado estos tres días para quedarse en Tokio, una ciudad que ofrece muchas más opciones que Mokpo, donde entre hoy y mañana llegará el resto de la caravana del Mundial de F-1. Fernando Alonso ha sido uno de los que han preferido descansar en la capital japonesa, consciente de que el mayor caudal de trabajo debe concentrarse en estos momentos en la sede de Ferrari, en Maranello, donde los técnicos ponen ya todo su empeño en el monoplaza del año que viene.
En ese sentido, el discurso del equipo de los bólidos rojos ha dado un giro considerable en menos de una semana. Stefano Domenicali, el máximo responsable de la estructura de il cavallino rampante, lleva más de medio curso pidiendo a sus trabajadores que se estrujen las neuronas para encontrar "soluciones imaginativas y nuevos caminos", según sus propias palabras, para tratar de que el nuevo prototipo de un salto de calidad que permita a sus pilotos competir con los de Red Bull. Hasta ahora, Domenicali había reconocido repetidas veces que, en concepto, el bólido de 2012 iba a ser mucho más agresivo que su antecesor, el 150º Italia, un extremo que también confirmó Nikolas Tombazis, jefe técnico del equipo italiano, la semana pasada: "Después de analizar los discretos que hemos obtenido en los últimos años, afrontamos el diseño del nuevo coche desde un punto de vista más dinámico. Nos hemos dado cuenta de que fuimos demasiado conservadores y que cortamos las alas a algunas ramas de desarrollo. El enfoque será bastante más agresivo, sobre todo en relación al frontal del coche".
El testimonio de Tombazis, muy en la línea del que hasta ahora había mantenido todo el departamento técnico y ejecutivo de la Scuderia, se da de frente, no obstante, con el que emitió el propio Domenicali el domingo. La segunda posición que Alonso logró en Suzuka y, sobre todo, la inesperada competitividad demostrada por el 150º Italia del asturiano, provocó un repentino cambio de opinión del ejecutivo italiano, que nada más concluir el gran premio vino a decir que la revolución anunciada tal vez no será necesaria, atendiendo a que el bólido que salió a la pista en Japón era el mismo que Alonso y Massa emplearon en Hungría (31 de julio), cuatro carreras atrás. En el trazado japonés, Ferrari se encontró con una grata sorpresa de forma inesperada, probablemente una de las primeras que se ha llevado esta temporada.
"Me impresionaron las prestaciones del coche y tengo que reconocer que no me lo esperaba. Terminamos los segundos [Alonso] y estuvimos muy cerca del ganador. En Bélgica y en Italia introdujimos unas mejoras que en lugar de una evolución significaron una involución. Por eso decidimos volver atrás", confería el domingo Domenicali, que dijo estar "absolutamente convencido" de que su equipo estará en condiciones de pelear por el título en 2012, un vaticinio contundente, más que nada porque es cierto que el monoplaza italiano fue rapidísimo en Suzuka, aunque Ferrari no sabe muy bien por qué.
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Todo esto, creo, no suena nada bien.
ORIOL PUIGDEMONT - Yeongam - 12/10/2011
A caballo entre el Gran Premio de Japón y el de Corea, que se celebra este domingo en el circuito de Yeongam, la mayoría de escuderías han aprovechado estos tres días para quedarse en Tokio, una ciudad que ofrece muchas más opciones que Mokpo, donde entre hoy y mañana llegará el resto de la caravana del Mundial de F-1. Fernando Alonso ha sido uno de los que han preferido descansar en la capital japonesa, consciente de que el mayor caudal de trabajo debe concentrarse en estos momentos en la sede de Ferrari, en Maranello, donde los técnicos ponen ya todo su empeño en el monoplaza del año que viene.
En ese sentido, el discurso del equipo de los bólidos rojos ha dado un giro considerable en menos de una semana. Stefano Domenicali, el máximo responsable de la estructura de il cavallino rampante, lleva más de medio curso pidiendo a sus trabajadores que se estrujen las neuronas para encontrar "soluciones imaginativas y nuevos caminos", según sus propias palabras, para tratar de que el nuevo prototipo de un salto de calidad que permita a sus pilotos competir con los de Red Bull. Hasta ahora, Domenicali había reconocido repetidas veces que, en concepto, el bólido de 2012 iba a ser mucho más agresivo que su antecesor, el 150º Italia, un extremo que también confirmó Nikolas Tombazis, jefe técnico del equipo italiano, la semana pasada: "Después de analizar los discretos que hemos obtenido en los últimos años, afrontamos el diseño del nuevo coche desde un punto de vista más dinámico. Nos hemos dado cuenta de que fuimos demasiado conservadores y que cortamos las alas a algunas ramas de desarrollo. El enfoque será bastante más agresivo, sobre todo en relación al frontal del coche".
El testimonio de Tombazis, muy en la línea del que hasta ahora había mantenido todo el departamento técnico y ejecutivo de la Scuderia, se da de frente, no obstante, con el que emitió el propio Domenicali el domingo. La segunda posición que Alonso logró en Suzuka y, sobre todo, la inesperada competitividad demostrada por el 150º Italia del asturiano, provocó un repentino cambio de opinión del ejecutivo italiano, que nada más concluir el gran premio vino a decir que la revolución anunciada tal vez no será necesaria, atendiendo a que el bólido que salió a la pista en Japón era el mismo que Alonso y Massa emplearon en Hungría (31 de julio), cuatro carreras atrás. En el trazado japonés, Ferrari se encontró con una grata sorpresa de forma inesperada, probablemente una de las primeras que se ha llevado esta temporada.
"Me impresionaron las prestaciones del coche y tengo que reconocer que no me lo esperaba. Terminamos los segundos [Alonso] y estuvimos muy cerca del ganador. En Bélgica y en Italia introdujimos unas mejoras que en lugar de una evolución significaron una involución. Por eso decidimos volver atrás", confería el domingo Domenicali, que dijo estar "absolutamente convencido" de que su equipo estará en condiciones de pelear por el título en 2012, un vaticinio contundente, más que nada porque es cierto que el monoplaza italiano fue rapidísimo en Suzuka, aunque Ferrari no sabe muy bien por qué.
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Todo esto, creo, no suena nada bien.