15-11-2011, 13:26
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 15-11-2011, 13:34 por FerFer7.)
Eso ha pasado desde siempre y en todos los ambitos. Siempre una persona celebre, al morir joven, y más aún si es de forma traumática o incluso misteriosa, se crea un mito que seguramente no se habria creado de haber seguido viviendo. Eso no quiere decir que no hayan sido buenos en lo suyo ni mucho menos, pueden haber sido buenísimos, pero a partir de su muerte se ha agrandado excesivamente su valía, considerándolo algo casi sobrenatural, hasta el punto de que criticarlos es casi un sacrilegio. Ejemplos hay a montones: Elvis Presley, Marilyn Monroe, James Dean, John Lennon, o más recientemente Michael Jackson y Amy Whinehouse.