Victoria de Hamilton con Fernando Alonso, segundo

[forfi]

REFLEXIÓN


Nos estamos acostumbrando a ver a Fernando Alonso luchar en inferioridad manifiesta de condiciones y ya lo vemos, casi, como algo normal. Pero ayer Fernando nos regaló uno de esos Grandes Premios en los que se nota que hay algo especial. Durante la carrera, enseguida fue evidente que Fernando se veía capaz de luchar por la victoria. Quizá no de obtenerla, pero sí con opciones de conseguirla si todo se aliaba a su favor. Su lenguaje corporal dentro del coche -evidente en las entradas y salidas de boxes- así lo certificaba. Como también su pilotaje en determinados momentos: más agresivo, con un punto más de alma de lo habitual.

Ayer nos recordó que, en el fondo, sigue siendo el referente. Y que los años no le han hecho perder ni un ápice de su determinación por ganar. Cuando siente que la victoria es posible, algo se conecta en su cabeza y nos enseña algo más. Parece increíble que Fernando tuviera opciones de victoria hasta el último relevo, ya con neumáticos medios. Como inaudito resulta pensar que, a falta del último Gran Premio, aún pueda terminar el año por delante de dos pilotos de McLaren, uno de Red Bull y otro de Ferrari.


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