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Miguel Sanz: "Revisando Abu Dabi"
#1
Abu Dabi se está convirtiendo en una novela de Agatha Christie. Empieza con un asesinato y un claro culpable, pero después de 200 páginas hay tantos protagonistas, historias cruzadas, venganzas, sospechas y conspiraciones que el malo acaba siendo otro. O muchos. O todos. El cuadro completo de aquella enigmática carrera se va aclarando poco a poco, porque hay muchas visiones y explicaciones a lo ocurrido.

Ferrari tardó un minuto en asumir su error en Yas Marina. En realidad, fue lo que tardó Domenicali en salir ante los medios, como a la hora de la carrera, y decir aquello de "fue un error". Desde ese momento el discurso se alineó en todo el equipo, pero escuchando justo antes a Fernando, resulta que había muchos parámetros a tener en cuenta.

Muchas cosas salieron al revés, como perder una posición en la salida, que Button saliera como una centella y Hamilton no, que no pasara a Vettel en esa primera curva. Por supuesto no hay nada que decir, pero en el equipo contaban con esa opción, que los dos McLaren, que salen de largo este año mejor que el resto, se merendaran a sus rivales. Primer revés y primer elemento que hay que afinar en el Ferrari 2011, porque incluso cuando los dos pilotos han salido bien, si algún McLaren también lo hacía, eran superados. “Contábamos con esa posibilidad, que Button nos pasara, pero yo no salí a conservar, simplemente salió mejor”, nos contaba ayer Fernando en Valencia.

Segundo elemento: el coche de seguridad. Aquí, conspiraciones pocas. Uno no provoca quedarse con el morro vuelto y un Force India que casi te vuela el pescuezo. Además, Schumacher reconoció fuera de grabadora que ni siquiera le tocó Nico. Vamos, que hizo un trompo al atardecer. "Muchas cosas salieron al revés", decía Fernando. Los arriesgados, quienes tienen que sacar punta a lo que pasa para poder competir o buscar podios, como Alguersuari, Petrov o Rosberg, compraron lotería a ver. Al salir, volaron hasta el coche de seguridad con la única pega de unos Lotus perdidos.

En este punto hay una visión distinta de uno de los protagonistas. Jaime Alguersuari. Me la contaba en Madrid esta semana: "Para mí el problema no estuvo en el tráfico, sino en la estrategia que le llevó al tráfico. A ver era complicado, te juegas el Mundial y no es fácil, es una decisión delicada, pero entraron demasiado tarde, se fijaron en la estrategia de Webber. Si Fernando para antes del safety car, gana la carrera, o al menos está delante. Yo estaba el 17, paré en la primera vuelta y acabé noveno. Gané las posiciones ahí, teníamos sólo a los Lotus delante, les pasamos y nos colocamos Rosberg cuarto, Petrov sexto y yo noveno. Si Fernando hace esto, gana el Mundial". Puede ser, aunque desde luego, era un riesgo tremendo entrar tan pronto.

Ferrari decide seguir. Tiene su lógica. El piloto tiene claro que han de quedar primero o segundo para ser campeón, y están cuartos. Las blandas deben durar 20 vueltas. Webber está a dos segundos, no puede... Pero llega el golpe de Webber. Tampoco iba perdiendo demasiado tiempo en los siguientes giros, pero yo sí creo que Red Bull aprovechó para jugar a dos estrategias con dos posibles campeones. Webber adentro y, o gano con Vettel si no pasa nada, o Webber ya está listo para llegar a meta y de paso pruebo a ver qué hace Ferrari.

Ya hemos leído lo que pasó en la radio: Fernando y el equipo acuerdan enviar a Massa a cubrir al australiano. Por ahora parece impecable. Tú a Roma, yo a Nueva York. Sin embargo, en este momento llega otro punto caliente, embarullado, donde nada es lo que parece. Mark se encuentra con Alguersuari y en una vuelta logra lo que Massa no pudo en 40. No hay que ser Colombo para saber que Jaime no opuso resistencia y además por indicación del equipo vía radio. “Webber is faster than you”. Al final es piloto Red Bull y aquí cada uno tiene su propia historia que escribir. “No creo que cambiase nada tampoco ese tema”, ha reconocido Fernando en Valencia esta misma mañana. “No tiene nada que ver, pasaron muchas cosas negativas en carrera, nos faltó velocidad punta para pasar al Renault”.

Fue otro revés en esta larga historia, porque Webber pudo volar una vuelta limpia, como se sabe, 8 décimas más rápido que Fernando, Massa salió por detrás del australiano y llegó el momento del pánico. Si Felipe hubiera salido por delante, Alonso no hubiera entrado al pit ni loco, os lo aseguro. Pero eso no pasó. Era la vuelta 14 y todo estaba liado. A Fernando no le valía el quinto puesto si ganaba Vettel y estaba en situación de caer allí.

¿Quién decidió cubrir a Mark Webber aún a costa de dejar a Fernando detrás de quien sabían desde el sábado que era el peor para ir a su espalda: un Renault?. Se asemeja a la pregunta de ¿Quién mató a JFK? Con el pasar de los años, la verdadera pregunta que ha quedado del magnicidio de Dallas fue ¿porqué?, no ¿quién? En Abu Dabi, me parece que lo mismo.

En Ferrari sabían que los Renault y Toro Rosso llevaba poca carga aerodinámica y eran velocísimos en recta. ¿Por qué tomaron la decisión? Pues previsiblemente porque confiaron en la ventaja de montar neumáticos nuevos (Petrov paró en la 1, Alonso en la 15), y no hubo tal. Tras la carrera todos en el equipo reconocieron que no se esperaban tanta resistencia en los Renault, y que no pudieran ser adelantados.

Es decir, que sabían la difícultad, pero consideraron en ese minuto de pánico, que era el mal menor porque Webber le podía levantar el cuarto puesto a Alonso tras su parada. Parecía que los duros nuevos eran más veloces. Además, la otra lectura era que si el español entraba, al tenerlos nuevos, podría dar caza a los Renault. El mal menor.

Pero ocurrió al contrario. Y le pasó a Hamilton, que no pudo con el otro Renault de Kubica, y a Massa, que tampoco pudo con el Toro Rosso de Alguersuari: "La estrategia de Ferrari estaba mal, porque el neumático no se degradaba el domingo. Abu Dabi es una pista en la que cada vez que rodabas, a cada vuelta, se iba montando mucha más goma de lo que es normal. Por eso Massa tampoco pudo conmigo. Y lleva un Ferrari", cuenta Alguersuari.

"Yo puse muy poca carga aerodinámica y mi velocidad punta era la mejor de todos todo el fin de semana. Tenía que frenar antes que todo el mundo, al tener menos ala, pero la pista, a medida que se iba haciendo goma, venía hacia mi, valga la expresión, hacia los que habíamos parado en la vuelta 1, como también Petrov y Rosberg", afirma el catalán.

"Alguien que parase mucho después, aunque fuera la vuelta 13 como Massa ó 15 como Fernando, aún poniendo neumático nuevo, no podía marcar diferencia como normalmente hace. Massa se me acercaba mucho en el sector 3, pero en cuanto llegaba la recta, le decía 'chao".

Alguersuari reconoce que tanto Petrov, Fernando, Webber como él llevaban el mismo ritmo de carrera vuelta a vuelta. "Yo tampoco lo esperaba. Pensé, 'ahora como siempre, llevo poca carga y empezaré a degradar de atrás, en cualquier momento empiezo a perder medio segundo por vuelta y me pasarán dos o tres'. Era lo normal. Pero en la pista yo notaba que iba cada vez más rápido, por eso Fernando no pudo marcar la diferencia. Igual iba dos o tres décimas más rápido que Petrov, pero no lo suficiente para pasarlo". Una ratonera.

Ayer se lo pregunté a Fernando. Es su versión: “Hombre, no nos sorprendió lo de los neumáticos, pero somos conscientes de que con otro tipo de degradación de neumáticos hubiese salido otra carrera diferente. Yo paro en no sé qué vuelta y Button hace 20 vueltas más que yo con los blandos. Si los blandos se hubieran desgastado horriblemente como el viernes, Button para dos vueltas más tarde que yo con las gomas mal y yo le paso en la parada, e igual a Hamilton y Vettel y acabas ganando la carrera. En la F1 hay tantas variantes que cuando haces una parada o tomas una decisión, lo que pasa a partir de ahí es totalmente fortuito”.

Aldo Costa, director técnico de la Scuderia, ha reconocido que "hicimos evaluaciones impulsivas y erróneas. La responsabilidad no puede pesar sobre los hombros de uno. Vamos a crear un box a distancia, conectados por radio interna. Lejos de la carrera hay menos presión y más claridad". Es un primer paso. Lo que luego ha dicho del túnel de viento ya lo dijeron, si no recuerdo mal, en 2007. Me parece más curiosa la definición de Montezemolo: "Hemos fallado un penalti a puerta vacía".

Sea como sea, en 15 vueltas, como dijo Fernando, todo salió al revés, de forma sutil, con decisiones rápidas en muchos boxes, como pasa en tantas carreras, por otra parte. Sólo que esta vez se decidía el título. ¿Debió entrar Fernando? Ahora se ve que no. "Después de la carrera todo es más fácil", comentaba. ¿Y en ese momento? Las blandas, pensaban en Ferrari, no debían durar más de 20 vueltas, y la verdad es que Fernando mejoró casi tres décimas su vuelta a vuelta en cuanto puso duras, pese a la oposición de Petrov. Solo que el ruso no desfalleció, ni degradó nada, y además se jugó el tipo. El penúltimo revés. Y allí se terminó la carrera, como un suicidio a cámara lenta.

Esta sería una explicación a porqué no se mantuvieron en pista en esa cuarta plaza. No la única, pero sí importante. Porque el personal allí en Yas Marina no salía de su asombro. Después de cuatro días explicando por activa y por pasiva, que Ferrari haría su carrera, que nada de ser terceros o cuartos, que había que ir a por la victoria o el segundo puesto, en el momento justo no ocurrió. Al final, por muy fácil que parezca, muchas carreras convierten la F1 en un deporte impredecible.

En algún momento tenía que terminar el campeonato. Estoy seguro de que si dura una carrera más, vuelve a voltearse la tabla. Si dura una menos, el campeón hubiera sido Fernando, o dos. Pero acabó cuando acabó, en la 19. El mérito en todo caso, es incuestionable para Red Bull, pero también para Fernando... reconocido por todo Red Bull. Paul Monaghan, su ingeniero de pista en Renault, y hoy en Red Bull, se fue a buscarle para consolarle y repetirle eso, que con un coche peor les puso contra las cuerdas.

Versión Alguersuari: "Lo bueno de Fernando no es que vaya rápido, que va, pero rápidos al final vamos todos, sino que no hace errores, acaba las carreras. Sabe cuando hacer tercero y cuando ganar. Saber eso es de número 1. Yo se lo dije antes de empezar la carrera: 'Estas haciendo un gran trabajo, porque estás peleando contra alguien más competitivo que tú, tienen un coche mejor que el tuyo, te van a ganar y lo sabes, pero por no hacer errores, y ellos si, estás ahí. Acabe como acabe es muy fuerte que te estés jungando un Mundial con ellos'. En Hungría le metieron un segundo y medio en la pole. No digo que haya hecho Red Bull un mal mundial, pero te coge Fernando ese coche y ha ganado hace cinco carreras".

A Fernando no le valieron de mucho los consuelos. He leído mucho sobre su gesto a Petrov. Me admira la exigencia que hay con este deportista. Si a todos los futbolistas que se quejan por una falta, o por un penalti, les buscáramos las cosquillas, estaríamos riéndonos todo el día. Me acuerdo de Federer llorando ante 15.000 personas en Australia, sin poder frenarse, al perder con Nadal este año en enero. ¿Quién puede controlarse en un momento así ni aún siendo el más grande de la historia del tenis?

Esto es opinión mía, tan discutible como cualquiera. Los deportistas, aún de elite, no son robots, algunos le dan un cabezazo al rival en una final del Mundial. Si pasó por delante del Renault y le mandó a cagar, valga la palabra, pues qué queréis que os diga, evidentemente no es lo suyo, pero no es nada que no veamos todos los domingos en cualquier deporte y en cualquier carrera de F1 en todos los pilotos. ¿O no nos acordamos de Vettel llamando tarado a su compañero en Turquía? Y tampoco se le da más importancia que a un gesto caliente y punto.

Fernando lo pasó fatal al acabar la carrera. Y lloró, larga, amargamente. Había pasado media hora dando explicaciones en varios idiomas, aguantando el tipo, pero todos tenemos un límite. El de Fernando se sobrepasó al entrar en la caseta de Ferrari junto a los suyos. Sentado en una escalerita, charló largo y tendido con su media naranja, Andrea Stella. Cabizbajo, escuchando. Pasó a la zona de los ingenieros y durante un minuto se abrazó con Massimo Rivola, el director deportivo. Apoyando la cabeza en su hombro sacó todo lo que llevaba dentro, llorando sin decir palabra. El resto de su gente, con la mirada fija en el ordenador guardaba silencio.

En el equipo valoraron la situación como el peor momento quizás de los últimos diez años. La última gran decepción vino con la rotura del motor de Michael Schumacher en Suzuka 2006, que le dio el segundo título precisamente a Fernando. Pero aquello fue inevitable. Lo de Abu Dabi, no. Por eso duele en el alma. Había que hacer de tripas corazón y apartar la vista viendo a Modesto Menabue fuera de sí. El técnico de motor del coche de Fernando lleva media vida en Ferrari, desde la época en que el difunto Enzo llevaba las riendas del Cavallino. A su edad, apoyado en la caseta de Ferrari, hipaba entre lloros, con la voz fina, hablando como un niño entre llantos. Es el alma del equipo de Fernando y nunca una cara tuvo mejor espejo.

La cosa es cuánto costará cerrar la herida u olvidar la pesadilla. Porque así fue la vivencia de Fernando en Yas Marina, el peor final a una temporada hercúlea. Su familia, sus amigos, se lo recordaban a cada minuto el domingo: que se acordara del año magnífico e inesperado que ha tenido. Que Ferrari venía de ganar una carrera en 2009 y él se sacó cinco de tacada. Que cuando aterrizó en Maranello en noviembre del año pasado y apareció por Cheste en aquellas Finales Mundiales con el jersey de rombos negros, blancos y rojos, no conocía nada de Ferrari. Ni Ferrari nada de él. Y hoy él es Ferrari. Ni eso le dio apetito, ni sueño.

Porque la forma de la derrota fue fatídica. Perder por un avería en el motor, pase, perder porque te empotra un rival, porque se te pincha una rueda, también es asumible. Perder con autogol, como tituló La Gazzetta, cuesta más. Lo peor es que la próxima carrera es en marzo de 2011 en Bahréin. Esto no es fútbol, que de un domingo a otro permite al delantero pasar de héroe a villano. El invierno va a ser duro. Ya empieza el frío. Pero ayer, con Fernando, viéndole la cara, parecía otro. Más relajado y abierto que en mucho tiempo, en el equipo le han arropado hasta hacerle sacar los colores.

http://www.marca.com/blogs/elgrancirco/2...-dabi.html
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Miguel Sanz: "Revisando Abu Dabi" - por FerFer7 - 28-11-2010, 23:59

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