El matrimonio entre Toyota e Hispania podría depender de Pedro de la Rosa

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El matrimonio entre Toyota e Hispania podría depender de Pedro de la Rosa
Desde que Hispania comenzase su aventura en la Fórmula 1, los rumores sobre su delicado futuro han sido una constante. Uno se ha repetido siempre: la posible fusión con Toyota. Con el año a punto de terminar, esta opción cobra fuerza con un tercer importante invitado en este matrimonio. Pedro Martínez de la Rosa podría ser clave en esta operación.



La naturaleza exacta del acuerdo es todavía una incógnita. Todo apunta a un pacto entre ambas escuderías para correr bajo el nombre de la española en 2011. Toyota pondría sus instalaciones en Colonia y su experiencia en la F1 para desarrollar un monoplaza de calidad. Hispania aportaría patrocinadores, pilotos y lo que es más importante: la licencia.

Hasta aquí, todo parece no desviarse demasiado de lo que ya se había oído. La principal novedad llega con la opción de que Pedro Martínez de la Rosa se una al equipo de José Ramón Carabante. El español, expulsado de Sauber, sería un buen fichaje por veteranía, experiencia para implementar un nuevo coche y porque atraería patrocinadores locales.

A ello se le une que actualmente es probador de Pirelli, la futura marca de neumáticos del Mundial. Tiene información de primera mano sobre las nuevas gomas, una ventaja importante en un mundo tan competitivo. Además, para completar el círculo, las está probando con un Toyota de 2009, lo que le permitiría estar adaptado en buena medida a las peculiaridades de la que sería su nueva máquina.

Según informa el diario Marca, la decisión deberá llegar en breve y podría costar cerca de 50 millones de euros. El acuerdo permitiría a Hispania comenzar a trabajar ya en el próximo coche, especialmente en el sistema KERS que volverá a estar permitido. Hasta ahora, por falta de rumbo, la marca apenas ha evolucionado pensando en 2011.

Todo el trabajo se desarrollaría en la fábrica que Toyota tiene en Alemania y donde actualmente trabajan unos 200 empleados de los casi 700 con los que contaba antes de perder la licencia la pasada campaña.

En el proceso hasta dar con un nuevo coche basaría en el Toyota de 2010. La compañía trabajó hasta el último instante en un monoplaza competitivo, pero la retirada de la licencia les impidió ponerlos en marcha, y eso que sus resultados, confirman fuentes del equipo, fueron excelentes en el túnel del viento.


fuente:http://ecodiario.eleconomista.es/formula...-Rosa.html